"Shaun es el personaje más complejo que he interpretado"

SPC
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A punto de cumplir 29 años el día de San Valentín, este actor británico ganó un People's Choice Award por su papel en la serie 'Bates Motel' y es el protagonista de 'The Good Doctor', un drama médico que acaba de estrenar su tercera temporada

"Shaun es el personaje más complejo que he interpretado"

El actor británico Freddie Highmore, protagonista de la serie The Good Doctor, está encantado con su personaje y en cómo evoluciona en la tercera entrega de la ficción, que actualmente emite Cuatro en el prime time de los martes.

Eres británico y has rodado en Vancouver The Good Doctor y Bates Motel. ¿Cómo ha sido esta experiencia de estar lejos de casa?

Aunque trabajo en Vancouver, ciudad que adoro, sigo sintiendo aún que mi hogar está en Londres. Es gracioso que después de pasar cinco años en Vancouver rodando Bates Motel, regresase allí para grabar el episodio piloto de The Good Doctor. Una de las cosas que más me gustan de esta ficción es que buena parte del equipo trabajó en Bates Motel. La familia que formamos permanece aún intacta. 

¿Cuál es la clave del éxito en tu carrera? ¿Trabajo duro o suerte?

Siempre me he sentido afortunado por trabajar con gente maravillosa en televisión cuando era joven y por las oportunidades que he tenido. Tres días después de que finalizara el rodaje de Bates Motel, me reuní con David Shore y me ofreció que trabajase con él en The Good Doctor. Era una auténtica locura, pero siempre he intentado aprovechar al máximo cada oportunidad. Lo que más me gusta, tanto para mí como para el equipo, es que todos nos involucramos al máximo y deseamos que la serie sea lo más especial posible, sin dormirnos en los laureles, pero dándonos cuenta de lo afortunados que somos por hacer lo que hacemos y dando siempre lo mejor en cada escena. 

 

¿Cuál ha sido el mayor desafío de este papel?

Shaun es posiblemente el personaje más complejo que he interpretado en mi carrera. Mi mayor preocupación era reflejar el hecho de que  es autista de la manera más veraz posible y representarlo correctamente en pantalla. En cuanto a la preparación, es este papel en el que he llevado a cabo la mayor labor de investigación. Además, siempre he estado muy pendiente del crecimiento y de la evolución personal de Shaun sin olvidar que padece autismo, que es una parte de él que nunca cambiará. Este papel es un desafío continuo, porque siempre está evolucionando y creciendo en el nuevo ambiente que él mismo ha creado en el hospital. Me gusta cómo enseña a los demás y cómo estos aprenden de él. No es un personaje estático y me gusta que el guion de David Shore haya permitido la progresión de este personaje. 

Shaun se ve inmerso en un romance por primera vez en la serie. ¿Te has sentido nervioso por ello? 

No, nunca me he sentido así. Creo que es una nueva oportunidad de contemplar un nuevo aspecto de Shaun, algo que todos sentimos. Uno de los primeros documentales que vi durante mi preparación para The Good Doctor fue Autismo Enamorado, centrado en las emociones más universales, optimistas y esperanzadoras, pero que probablemente la gente no las asocie con quienes padecen autismo. Y es por eso estoy tan entusiasmado con esta temporada: porque profundiza en cómo Shaun experimenta el amor. El guion es brillante, ya que nos hace disfrutar de cómo lo experimenta por primera vez y de lo trascendental que es para él, un aspecto que quizás en otra ficción no se habría podido mostrar con la misma profundidad. Estas pequeñas alegrías permiten que la serie siga viva y que los espectadores puedan ver cómo afronta estas situaciones llenas de matices. 

 

Durante la preparación del personaje, ¿hablaste con alguna persona que padecía autismo?

Antes de la serie, estaba al tanto del autismo por personas cercanas a mi entorno. Sin embargo, el personaje no está basado en ninguno de ellos en particular. Descubrí que el espectro del autismo es muy amplio y que no existe una versión que represente a todos los que lo padecen. Shaun de ninguna manera puede representar a todos los que forman parte del espectro. Es un sentimiento liberador, ya que estamos contando la historia de un individuo y acompañándolo en su viaje. 

 

¿Has tenido feedback por parte de personas autistas o familias con miembros que padecen autismo?

Sí y es maravilloso. He conversado con diversas personas que forman parte de un colectivo de apoyo. Ellos contribuyen a hacerte sentir que The Good Doctor sea más que una simple serie de televisión, porque sientes que hay una conexión especial con el personaje o la historia. Creo también que hay ocasiones en las que la gente conecta con la ficción y con Shaun, porque hay partes de él en las que los espectadores ven reflejados aspectos de alguien que conocen. Otro de los grandes atractivos de la serie es el optimismo y la esperanza que transmite Shaun. 

 

¿Por qué te decidiste apostar por alguien con autismo como principal protagonista de la serie?

Me siento muy afortunado de que hayan confiado en mí para contar la historia de Shaun. Y aunque sé que él no puede representar a todos los que padecen autismo, espero que sirva como un punto de partida para realizar una búsqueda más amplia sobre la enfermedad y para entenderla más profundamente a través de los ojos de un personaje. 

Has hecho una impecable transición de la infancia a la edad adulta como actor. ¿Cómo lo has logrado? 

La televisión ha sido el escenario perfecto. De hecho, durante mis cinco años en Bates Motel he ido creciendo paulatinamente con la serie. Al inicio Norman era un chaval, pero no lo suficientemente hombre, y al final de la serie esa transición estaba teniendo lugar tanto en la pantalla como en mi vida personal. Y The Good Doctor puede ser la continuación natural de ese proceso. 

¿Qué te ha aportado el personaje de Shaun?

Además de lo mucho que aprendes sobre la enfermedad y el colectivo autista, me hace ser menos cínico y más optimista y me permite ver ese mundo a través de sus ojos. Los británicos somos bastante cínicos por naturaleza y tenemos un sentido del humor sarcástico, algo que Shaun ha logrado paliar en mí. 

 

¿Es difícil conectar y desconectar?

Siempre es raro. El 99 por ciento del tiempo que estamos en Vancouver nos volcamos en el rodaje y también hay breves períodos en los que te vas de la ciudad y posteriormente vuelves a esta pequeña burbuja para continuar trabajando. 

¿Qué importancia concedes a los premios?

Nunca ha sido mi objetivo. El reconocimiento siempre es agradable y siento que es un éxito colectivo para todos. Creo que siempre tiene que haber algo que verdaderamente te guíe y te emocione, especialmente en una serie. 

¿Lees todo lo que se escribe sobre tu labor interpretativa?

En realidad, no. ¿Debería? (risas)

¿Ves la serie?

Sí, la veo. Estoy involucrado a un nivel de producción en la ficción, así que en ese sentido veo los planos grabados y comento a David Shore los aspectos a mejorar. 

 

¿Tienes previsto rodar alguna película?

Sí, siempre que tenga tiempo. De hecho, trabajé en una película en España en el descanso entre la segunda y la tercera temporada de The Good Doctor. Se llama Way Down, la mayor parte se rodó en inglés, pero al menos el 25 por ciento en español con Luis Tosar y José Coronado, dos maravillosos actores con los que he tenido la suerte de trabajar. 

¿Cómo fue tu experiencia?

Me encantó trabajar en Madrid. Congenié increíblemente bien con Luis Tosar. Es un hombre encantador. Y fue divertido regresar a Madrid, donde había pasado un año mientras estudiaba filología en la universidad, por lo que volver a la ciudad fue un tanto nostálgico.