Desde este martes no se podrá superar lo 90 kilómetros por hora, 10 menos para los vehículos pesados, en las carreteras convencionales. Ya se ha completado el cambio de las señales, 120 en la provincia de Segovia, en seis carreteras, a lo largo de 750 kilómetros. El objetivo, reducir el número de accidentes, ya que el 77 % se dan en este tipo de vías y la mayoría por exceso de velocidad, que provoca salida de la carretera o colisiones frontales.

El año pasado se registraron en Segovia 254 accidentes, con diez muertes;  de ellos, 207 siniestros, siete víctimas mortales, se dieron en vías convencionales.

Otro cambio que está en estudio es el endurecimiento de las sanciones por utilizar el móvil al volante, ya que se ha detectado que las infracciones ya no sólo se deben a ir hablando con él, sino que también se lee o se escribe, en palabras del jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor, que advierte que esto supone una pérdida completa de atención a la carretera.

Otro de los cambios planteados, también en camino, es la reducción de la velocidad en los cascos urbanos, a 30 kilómetros por hora, 20 en el caso de las zonas de preferencia peatonal. 

Recuerden que sobrepasar los límites de velocidad conlleva una sanción mínima de 100 euros, que puede llegar a 600 y hasta seis puntos del permiso de conducir.