El incierto futuro en las aulas

SPC-Agencias
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Los pasos que se están dando hacia un modelo mixto de educación presencial y a distancia ponen encima de la mesa un problema de gran trascendencia para las familias: la conciliación

El incierto futuro en las aulas - Foto: RUEDA VILLAVERDE

A mediados del pasado mes de marzo cerraron los colegios de todo el país a causa de la pandemia de coronavirus y, desde aquel momento, todo lo que se refiere a la educación ha sido un vaivén de decisiones que no han cuajado ni entre los padres ni entre los profesores. 

¿Pero qué hago con mis hijos? Fue la pregunta estrella en la mayoría de los hogares cuando las escuelas echaron el candado sine die  en un país en el que el teletrabajo era hace ocho semanas una quimera. El confinamiento solucionó una pequeña parte de este problema y ahora, a punto de acabar el curso escolar y con el país en plena desescalada la pregunta que se hacen los padres es, ¿pero qué hago con mis hijos? Sí. Exactamente la misma. 

El país intenta recuperar poco a poco el pulso económico y muchos de ellos tendrán que empezar a trabajar el lunes sin abuelos que les sirvan de red en esta ocasión. La situación no pinta mucho mejor a partir de septiembre y las asociaciones de familias españolas ya han mostrado su «preocupación» por cómo mantendrán el empleo si se lleva a cabo el modelo mixto -mitad presencial, mitad on line-, que ha propuesto esta misma semana la ministra de Educación, Isabel Celaá, con el visto bueno de alguno de los técnicos de Sanidad, como el epidemiólogo Fernando Simón.

Las familias ya habían mostrado su inquietud cuando se conoció la intención del Gobierno de abrir los centros educativos en julio solo para atender a los menores de seis años cuyos padres tuvieran que ir a trabajar. En ese momento, se preguntaron qué iban a hacer con los niños de entre siete y 12 o 14 años, que no pueden quedase solos en casa. Sobre ello, la  Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) criticaba que las medidas del Ejecutivo hasta ahora «se reducen a pedir excedencias o reducciones de jornada en el trabajo», una opción «inviable para la mayoría», ya que es poner en manos de la voluntad de las empresas su futuro familiar.

De hecho, desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) ya han solicitado también el apoyo de los empresarios para que se flexibilicen los horarios y poder continuar con el teletrabajo. Asimismo, reclaman el apoyo de ayuntamientos y comunidades autónomas tanto para dar facilidades a las compañías como en buscar espacios comunes para los estudiantes aparte de los centros educativos.

En esta misma línea se posiciona el Foro de la Familia, que considera que la propuesta de Celaá para la vuelta al colegio «complicará aún más» la situación y supondrá «una discriminación» para los trabajadores que son padres pues tendrán, o bien que renunciar a su empleo para cuidar de sus hijos, o bien incrementar el gasto familiar para poder seguir trabajando.

«La idea de la señora ministra supondrá más gasto para nosotros y complicará aún más la ya de por sí difícil situación. Supone además una discriminación, en todo caso, para los trabajadores que tienen cargas familiares y se ven en la tesitura de o bien renunciar a su puesto de trabajo, o bien de incrementar el gasto familiar para poder trabajar por el mismo (o menor, en la mayoría de los casos) salario», lamentaba esta misma semana el director general de la entidad, Javier Rodríguez.

 

Necesidad de consenso

No están ayudando a los padres la «volatilidad» con la que aseguran que se están tomando las decisiones en las últimas semanas, por eso reclaman reflexión para plantear un proyecto serio que transmita seguridad y confianza y ayude a que las familias se puedan organizar tanto este verano como a partir de la fecha en que arranque el curso 2020-2021. El próximo jueves habrá una cita clave, ya que se reunirá la Conferencia Sectorial de Educación del Ministerio con las regiones para acercar posturas.

«Es evidente que el próximo curso será diferente incluso si ya tenemos una vacuna, porque hay que tener en cuenta también lo que ha pasado este último trimestre», insisten desde Educación.

Los profesores, por supuesto, también tienen mucho que opinar en esta imbricada situación, pero tienen la vista puesta en que aún no ha terminado este curso. Prácticamente todos los sindicatos que agrupan a los decentes  rechazan la reincorporación del alumnado a las aulas antes del mes de septiembre y reclaman «máximas garantías sanitarias» si tuvieran que hacerlo. En este sentido, reclaman «garantizar» la distancia social de seguridad para trabajadores y alumnado, garantía que, obviamente, será una entelequia en la etapa infantil y en los centros de educación especial.

Ante este panorama, la pregunta que se hicieron los padres en marzo y sigue presente en mayo, parece que a este ritmo también estará vigente en septiembre. Y entonces... ¿qué hago con mis hijos?