"Creo que pronto lograremos una vacuna para el coronavirus"

G.Arce
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Jesús Ponce, presidente del Grupo Novartis España, considera clave ser responsables ante la enfermedad sin caer en el pánico y asegura que es cuestión de tiempo que el esfuerzo y trabajo dedicado por agentes e industrias especializadas dé sus frutos

Burgalés de 46 años, Jesús Ponce cursó Administración de Empresas en las universidades de Deusto (Bilbao) y Heriott Watt (Edimburgo, Escocia). En Madrid completó su formación con un Máster en Pharma Management en el Instituto de Empresa (IE). Su brillante trayectoria profesional se ha desarrollado principalmente en Reino Unido y Portugal, como director general de la farmacéutica AstraZeneca, hasta que el 1 de junio de 2019 fue nombrado presidente del Grupo Novartis España, el gigante farmacéutico suizo con sede en Barcelona.

 

El pasado 1 de junio fue nombrado presidente de Novartis España. ¿Cómo es la compañía que dirige?
Novartis es una multinacional global suiza que está en el top 3 del mercado internacional farmacéutico. Es un líder en medicinas innovadoras, con 108.000 colaboradores en plantilla y presencia en más de 120 países. En España tenemos una posición de liderazgo claramente, lo que implica la máxima responsabilidad en todo lo que hacemos. Somos más de 3.000 colaboradores trabajando y tenemos una fuerte presencia en medicinas innovadoras en farmacia, oncología y en la división de genéricos Sandoz. También tenemos una fuerte presencia en I+D, realizamos más de 240 ensayos clínicos al año, que son la mejor manera de acelerar la disponibilidad de medicamentos aún no aprobados que pueden solucionar problemas que no tienen solución todavía. Los ensayos son en fases tempranas, cuando todavía hay que testar algunas hipótesis de estos medicamentos antes de hacerlos escalables. Somos líderes absolutos en los estudios en fases 1 y 2. Nuestro grupo factura más de 1.500 millones de euros y tenemos 7 fábricas en España (5 en Cataluña, otras en Zaragoza y en Cartagena). Nuestro principal activo son las personas, llevamos mucho tiempo apostando por atraer talento de calidad. Somos 3.000 colaboradores, el mismo número de pacientes que conseguimos involucrar en ensayos clínicos todos los años. Un número mágico...

 

¿Cuál es su gran reto en la presidencia de Novartis?
Ayudar a canalizar toda la energía positiva que tiene una empresa que está inmersa en un cambio cultural, moviéndose de una estructura con divisiones no tan centradas en el desarrollo de medicamentos a enfocarnos al desarrollo de los mismos. La organización se está enfocando para tener más éxito y sostenibilidad en el futuro. Mi gran desafío es hacer que Novartis se sintetice lo más rápido posible y de una manera simple.

 

¿Han modificado sus estrategias para dar respuesta a la crisis sanitaria global del coronavirus?
A título personal, yo soy un ferviente creyente en que todo cambio implica muchas oportunidades, no una oportunidad. Estamos viviendo situaciones globales condicionadas por el acceso a la información de una manera totalmente distinta, totalmente accesible a toda la población en un tiempo récord y en una sociedad que, debido al ritmo de los cambios, tiene miedo. Con lo cual, tenemos una responsabilidad los líderes de las instituciones y de las grandes corporaciones de combinar el foco en la seguridad, la integridad y la salud de las personas, y a la vez de poner calma y de tener un abordaje equilibrado a este tipo de situaciones. En el sector farmacéutico el acceso a esta información es una oportunidad, canalizando la información correcta en tiempo récord. En el caso del coronavirus, tenemos una responsabilidad como agentes del sistema. Queremos colaborar y Novartis, en concreto, quiere liderar ese camino de colaboración con las autoridades sanitarias. Todo ello entrando en el camino de equilibrio entre el no expandir alerta innecesaria en la población, pero garantizando la seguridad de nuestros colaboradores y del suministro de nuestros productos a la población. 

 

Sigue habiendo un goteo continuo de afectados en el mundo y en España, en concreto. ¿Cuál es su previsión sobre la evolución de esta enfermedad?
Nosotros no somos expertos en el área y como tal no hacemos juicios de valor específicos. Me gustaría utilizar las palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa, que dice que estamos en fase de contención. Eso es lo que caracteriza el momento que estamos viviendo. Estamos intentando todos contribuir a que las medidas de contención sean las máximas posibles para detener la contaminación del virus. Todo el mundo ha tenido acceso a números, que no voy a comentar. Hay que poner en contexto el esfuerzo urgente de contener con el impacto real que están teniendo estos casos.

 

Pese a esta evidencia, la crisis sanitaria se globaliza y contamina seriamente a la economía y el día a día de las empresas y de los países. ¿Nos enfrentamos a un fenómeno trascendente?
Como agentes del sector sanitario y no expertos en el tema nos apoyamos siempre en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No queremos hacer juicios de valor y reitero que todos estos cambios nos dan oportunidades para extremar las medidas de higiene, primero; pero también para trabajar y hacer las cosas de una forma diferente. Hay reuniones que pueden ser facilitadas por las tecnologías digitales y hay que potenciar ese salto. Estoy hablando de encuentros para una reunión científica, médica o de equipo. Hay que apoyarse más en los medios digitales. Este es el efecto positivo que esta situación puede tener. Seguiremos atentos a las recomendaciones de la OMS y como compañía estamos monitorizando todas las áreas geográficas de riesgo para estar vigilantes en contener esa posible contaminación o esa posible expansión.

 

¿Tendremos una vacuna contra el coronavirus en breve?  
No tengo una bola de cristal pero creo que sí. Hay un esfuerzo de muchos agentes y de muchas industrias involucradas en ello que ya han iniciado este camino y cuando esto ocurre se logran soluciones. Es una cuestión de tiempo. Todo el mundo está supersensibilizado y enfocado en colaborar. Aquellos que tienen experiencia están desarrollando un trabajo más puntero y el resto colaboramos. Desde Novartis no solo colaboramos en las medidas de contención sino poniendo a disposición de todos aquellos que lo necesiten moléculas que podamos tener, que puedan ser combinadas. Hay laboratorios especialistas en vacunas y compañías que lo tienen y que están liderando este camino. 

 

¿Han dejado a un lado la competencia entre compañías para trabajar por la causa común?
Yo noto en el mercado un entorno de solidaridad muy grande entre todos los agentes del sistema. 

 

¿La sanidad pública española está respondiendo a las exigencias del momento?
Se está respondiendo con mucha responsabilidad. En el fondo, hay que combinar la responsabilidad de tomar decisiones que no son fáciles con la responsabilidad de no alarmar a la población. La información disponible tiene estas dos vertientes: todo el mundo puede ver los casos declarados y cuántos son leves.  Todo el mundo conoce las medidas que está dictaminando el Ministerio de Sanidad, que tienen como objetivo reforzar la estructura para poder dar respuesta a lo que venga. Son medidas preventivas y considero que hay un gran nivel de responsabilidad por parte de todos los intervinientes. Tenemos que entender que hay un miedo de base en la población y creo que con una información lo más fluida, lo más veraz y lo más aséptica posible ayudará muchísimo en este camino. 

 

¿Tenemos crisis sanitaria para mucho tiempo?
No soy experto, pero los expertos auguran que el cambio climatológico ayudará a una evolución más positiva de aquí a unas semanas o meses. Los esfuerzos harán que todo esto llegue a un punto de más calma en breve.

 

¿Una sociedad tan conectada y globalizada será foco de nuevas pandemias para las que no estamos preparados?
Una parte clave del ADN de Novartis es reimaginar la medicina, lo que implica soñar que ciertas enfermedades que hoy no tienen solución pueden tenerla. O que enfermedades que hoy tienen mucha carga social dejen de tenerla. Estamos trabajando mucho por buscar esas respuestas que no se tienen todavía para ciertas situaciones. Por ejemplo, un campo en el que trabajamos son las enfermedades retinianas y oculares y creemos firmemente que se puede soñar con un mundo donde se puede prevenir la ceguera evitable. También hay otro tipo de enfermedades raras que hasta ahora no tenían solución para las que se abren respuestas en el ámbito de terapias celulares y genéticas, en las cuales estamos dispuestos a investigar y buscar soluciones. Hay que invertir en estos campos y pongo como ejemplos las leucemias o los linfomas donde hemos conseguido desarrollar medicamentos, o en las distrofias retinianas, o en las atrofias musculares espinales... En definitiva, no solo estamos muy enfocados en reimaginar cómo mejorar la calidad de vida con las enfermedades actuales sino también yendo a necesidades médicas no cubiertas buscando soluciones para desarrollar.

 

¿Cómo será el medicamento del futuro?
El impacto de la medicina, del desarrollo farmacológico y de la labor de la industria ha sido muy positivo para ganar años de esperanza de vida. Hemos pasado de los 30-35 años de principios del pasado siglo a los 83 en España actuales, el segundo país con la mayor esperanza de vida del planeta y con visos de pasar al primero, Japón, en 2040 si seguimos con esta tendencia. Hay estudios de la OCDE que demuestran que el impacto de invertir en salud y en medicamentos ayuda mucho en esa ganancia de años de calidad de vida. Hemos hecho muy buen trabajo pero ahora no solo hay que ganar esperanza de vida sino calidad de vida y en eso estamos enfocados. A este respecto, el medicamento del futuro irá enfocado a personalizar lo que se necesite, evolucionando a tratamientos muy personalizados y muy concretos para situaciones muy concretas.

 

¿Le preocupa el abuso del consumo de fármacos?
Tengo dudas de si hay abuso en el consumo, yo diría que hay abuso en la compra. Las estadísticas nos dicen que el nivel de cumplimiento terapéutico es muy bajo en enfermedades que pueden llevar a desenlaces fatales. Hablo de la hipertensión o el colesterol... La gente no se toma la pastilla todos los días, ni mucho menos. Esto nos preocupa y estamos desarrollando tecnologías que alienten a la población a tomar la pastilla, a monitorizar cómo se encuentra para que sea un incentivo a tomarla...

 

Ustedes operan en un sistema público, muy caro de sostener y en muchos casos deficitario.
La sostenibilidad del sistema es para nosotros un área crítica, de apoyo y de colaboración constante con el sistema sanitario. No solo con las autoridades sino también con todos los procesos clínicos y con todos los intervinientes en los mismos. Queremos desarrollar medidas sostenibles en el tiempo y de ahí viene nuestra posición privilegiada como grupo, con medicamentos innovadores y de valor que tratan de cubrir necesidades no cubiertas hasta ahora, compaginados con otros cuya protección de patente ya ha expirado y con una división especializada en genéricos y biosimilares, que pueden ofrecer soluciones de calidad de una manera más económica. Creemos fervientemente en la innovación sostenible. 

 

Llaman la atención los avances farmacéuticos en contraste con los problemas de gestión de la sanidad pública, especialmente y en nuestro caso, en el ámbito rural. ¿Cree que hay soluciones a la falta de médicos? 
Como respuesta a esta problemática, yo creo que todos los agentes del sector tenemos una responsabilidad en apoyarnos en las nuevas tecnologías. Hoy en día hay muchos sistemas sanitarios que tienen facilidad para poder hacer consultas virtuales remotas, para conectar al paciente con el médico o servicios diferentes de medicina (la atención primaria con el hospital). Hay que hacer una apuesta para desarrollar esas competencias y esos recursos. Eso facilitaría enormemente tener un médico disponible en un entorno rural al que no puede acudir en persona pero en el que puede estar presente a través de una llamada, incluso hablando directamente ante la presencia virtual del médico. Tenemos que concienciarnos de que hay una solución y un camino y que no siempre la solución es poner más médicos sino comunicarnos de una manera diferente.

 

Primero habrá que tener una buena conexión de internet rural...
Correcto. Todos los agentes del sistema tenemos que colaborar y poner internet, algo que está al alcance de muchos ayuntamientos e instituciones.

 

¿Le preocupa la mala imagen de la industria farmacéutica? 
Nosotros hemos desarrollado la Huella by Novartis, un proyecto que busca hacer llegar a la sociedad una visión diferente de cuál es nuestro impacto en ella. Tenemos una percepción en la sociedad que, de partida, no hace honor a todos nuestros esfuerzos, trabajo real e impacto social. Tenemos que hacer autocrítica, cambiar nuestras prácticas anteriores y aprovechar la oportunidad de comunicar de una manera diferente. Buscamos una comunicación emocional, el impacto en las personas, las familias y en la calidad de vida. Además de nuestro impacto en el empleo y en su calidad y en su repercusión indirecta o inducida en todos los agentes y proveedores con los que interactuamos.

 

¿Qué opinión tiene del fenómeno creciente de los antivacunas?
Como industria farmacéutica creemos que el desarrollo de vacunas tiene un valor incalculable porque su fundamento es proteger a la sociedad de futuras situaciones que pueden ser prevenidas. Creemos que hay enormes ejemplos en este sentido y como compañía siempre estaremos alineados en el enorme valor que tiene una vacuna.

 

¿Van a crear empleo? ¿Qué talentos están buscando?
No se conoce la calidad de empleo que la industria farmacéutica ofrece. Casi un 70 por ciento de nuestros empleados son licenciados universitarios o tienen estudios secundarios. Novartis es extremadamente cariñoso para desarrollar no solo a las personas que tenemos dentro sino para crear oportunidades para que el talento de las universidades en los planes de másteres se una a la compañía. Las mujeres representan el 57 por ciento de nuestra masa laboral, aunque en los cargos intermedios son aún el 40 por ciento. En nuestro equipo directivo casi el 60% son mujeres. Con el fin de atraer, retener y desarrollar talento, tenemos activos algunos programas específicos rotacionales con algunas escuelas de negocio y otros programas de experiencias cortas (6 meses, 9 meses o un año) para trabajar con proyectos con universitarios de postgrado en industria farmacéutica o marketing. Nuestra guía es buscar la calidad y la diversidad, perfiles farmacéuticos y empresariales, pero también estamos abiertos a contratar abogados y expertos en datos y matemáticas.
Como Novartis tenemos vocación de servicio y de dispensación de medicamentos a todo el país, independientemente de donde estén ubicadas nuestras sedes. Crecemos comprando compañías y divisiones con presencia industrial en otras geografías. Seguimos abiertos a nuevos proyectos con nuestra intención de reimaginar la medicina.