Así tomamos el cafelito en Segovia

Sergio Arribas
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En taza o en vaso, con leche o cortado, solo por la mañana o a cualquier hora, en el bar de la esquina o en la cafetería especializada. «En Segovia hay muchos cafeteros, amantes del café de calidad, y cada vez más», coinciden quienes los sirven

Así tomamos el cafelito en Segovia

Son casi las dos de la tarde y Pilar Minguez, de 79 años, entra en La Flor de América, cafetería propiedad de Agata Bialek desde hace una década. «Siempre pido café solo con azúcar y aquí es exquisito», comenta Pilar, que se confiesa «cafetera», pues no en vano suele tomar unos cinco ‘cafelitos’ al día. La Flor de Américaes uno de los destinos preferidos por los amantes de esta bebida estimulante, por su contenido de cafeína, donde se sirve un café natural «de la casa», de origen colombiano, y «bastante suave» para que guste a todos los públicos.

Pero también se ofrecen ‘cafés de degustación’ —de Colombia supremo, Tres Volcanes de Méjico, de Guatemala o Volcán de Oro, de Kenia y Etiopia— y ‘aromatizados’, con una lista no menos larga: canela, avellana, arándanos, toffe, chocolate naranja…. O se degustan en el local o se venden ‘para llevar’, en bolsitas, tanto en grano o ya molido, la opción preferida, con el grosor adecuado para el tipo de cafetera del domicilio, sea expréss, italiana, de pistón o eléctrica. «Esto del café es un mundo», comenta Agata, natural de Polonia, que lleva 13 años en La Flor de América, 9 de ellos como propietaria del negocio.

«Quienes toman café solo y sin azúcar son los que más entienden de café, al menos eso dicen», comenta Agata. En España se sirven más de 535 millones de tazas de café en cafeterías y bares a la semana. Más de 22 millones de personas —un 63% de españoles mayores de 15 años— toman como mínimo una taza de café al día. Entre semana la media sube a 3,6 cafés diarios.

«En Segovia somos cafeteros… al que le gusta el café, y cada vez son más, lo quiere bueno, natural, molido al momento», opina, por su parte, Paco Velasco, del ‘Bar la Tropical’. Los dos ofrecen algunas pistas sobre los gustos y costumbres de los segovianos, que suelen ser exigentes, aunque sencillos en sus peticiones.

Con independencia de que en La Flor de América, especializada en cafés, tes y tartas, no es raro que el cliente pida cafés de degustación o aromatizados, lo habitual es pedir cuatro tipos de café y por este orden: con leche, cortado, solo y americano. La costumbre responde a una nomenclatura limitada, que puede ampliarse con los ‘manchados’, aunque aquí hay discrepancia sobre si la palabra alude a «mucho café y poca leche o al revés». En Segovia las peticiones se ciñen, por tanto, a pocas variedades, nada que ver, por ejemplo, con Málaga, donde hay cafés para todos los gustos, hasta nueve tipos: solo, largo, semilargo, solo corto, mitad, entrecorto, corto, sombra y nube.

«Es curioso —dice Agata— por la mañana, entre las 7:30 y las 8:00 casi solo vienen hombres, que piden cafés solos y cortados; a partir de las 10:00 ya vienen más mujeres, que prefieren con leche, comparten tartas, dulces… y por la tarde también, cuando ya piden también tes, chocolates...».

Los preferidos. Pero, ¿cuáles son los bares o cafeterías segovianas preferidas por los segovianos para degustar un buen cafelito? Basta una simple pregunta en el perfil de facebook de El Día de Segovia para realizar la ‘prueba del algodón’, para conocer no solo los lugares sino los motivos para elegir el ‘mejor café’. Varios internautas citaron la La Flor de América  y La Tropical , mientras que otros destacaron los cafés servidos en Churrería Marmel, Bar Gallego, el Giorgio, Planeta Expresso, el Bar Norte o Dani’s Cafetería, en la plaza de la Universidad. «Bar La Barcaza, intenso si te gusta el café-café. Yo lo pido en vaso, cortito de leche….», dice Beatriz. En la lista de los preferidos, el Bariloche, cafés servidos por Bladis y Eva; La Zapatería, el Bar La Viña y el Bar Niza «el mejor que he probado», dice otro internauta.
Los cafeteros también incluyen Bar Gonmar —servido por Evelio— Casa Chafa, la cafetería del Hotel Puerta de Segovia — «el café que pone Juanito»—, la Cervecería de Santa Eulalia, Las Arquetas, Los Quintos, Pub Celia, Granier, Mesón Los Arcos o el New Niágara, donde una internauta, según señala, descubrió hace poco el café con leche «y me encantó por su sabor suave y su textura cremosa»; mientras que en Villa Rosa, apunta otra, «hace José unos cafecitos ricos ricos».

No solo en la capital se puede saborear un café delicioso. Los lectores de la web de El Día señalan, entre otros, el Bar Emilia, en Matabuena, La Trastienda de Muñopedro, Los Nenes cafe&copas, en Navalmanzano, El Bar Cafetería Paloma, en el Real Sitio -servido por Adolfo-, Casa Marino, en El Espinar y el Mesoncito de Chapete, en Valseca, donde quien lo cita recomienda «tomar en vaso».

Agata tiene cuatro molinillos, uno para el café natural de la casa —de Colombia, y que le sirve la casa asturiana Montecelio—otro para los descafeinados, otro para moler los granos de café ecológico 100%, y el cuarto para servir los cafés de degustación. «¿El secreto de un buen café? Son muchas cosas, entre ellas la experiencia del camarero al manejar la máquina, lo que llamamos el toque, que el café esté bien apretado, que la máquina este bien ajustada y que el grosor del café molido sea el adecuado. Así es como sale un café cremoso, con sabor y aroma», dice.

Para Paco Velasco, de ‘La Tropical’ la materia prima «es importante», apunta, no sin antes renegar de las ‘cápsulas’ que algunos establecimientos utilizan. «Los granos deben molerse en el acto y la cafetera debe tner temperatura y presión correctas», afirma, mientras Eduardo, de Cervecería Santa Eulalia, apunta que el ajuste de la máquina, al menos cada tres meses, con el correspondiente cambio de piezas, permite que el café no pierda nunca sus cualidades en sabor y aroma.