"No consta que el coronavirus esté instalado entre nosotros"

A. M.
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Las autoridades sanitarias de Segovia dicen que no ha habido transmisión comunitaria y que la situación actual en Segovia no es alarmante

Una joven con mascarilla, este miércoles, en la plaza de San Lorenzo. - Foto: Rosa Blanco

Siempre con reservas, porque se trata de una infección nueva, de un virus conocido pero que ha mutado, con un grado de penetración que está por ver,  el miembro del comité de expertos para el asesoramiento frente al coronavirus en Castilla y León y gerente de Asistencia Sanitaria de Segovia, Jorge Elízaga, mantiene que «no tenemos constancia de que el virus esté instalado entre nosotros». Sus palabras las ratifica el jefe del servicio de Sanidad, César Montarelo, quien asegura que «no nos podemos obsesionar, en Segovia no nos consta que haya una circulación del virus, no hay que salir a la calle con mascarillas».

Durante su participación en el programa ‘Enfoque de actualidad’ de La8 Segovia,  Elízaga, miembro de la Asociación Castellano-Leonesa de Enfermedades Infecciosas, aclaró que «hay que tener cuidado con las palabras, pero ahora no hay una situación alarmante, efectivamente la situación va a ir cambiando, hace una semana dije que habría casos, los ha habido y pueden seguir creciendo, lo normal en una infección de estas características es muy difícil de controlar (...) todavía los casos [de Segovia] han sido importados, no ha habido transmisión comunitaria, no estamos como en el norte de Italia; no hay datos que hagan definir a España como zona de riesgo». 

Tras enviar un «mensaje de tranquilidad», este experto explicó que «hay que partir de que es una infección leve, en la mayoría de los casos, aunque ha habido alguno grave, que es lo que nos tiene en alerta, el trabajo que hacemos todas autoridades sanitarias es contener la infección y tomar las medidas cuando van apareciendo los enfermos, si tenemos un caso concreto y sabemos cual ha sido su entorno es más fácil controlarlo».

En cuanto a la información que se facilita por las autoridades sanitarias, Elízaga subrayó que «no hay ningún tipo de ocultación de nada, otra cosa es que la gente vea que trasladan a alguien en ambulancia con personas con mascarilla y lo asimilan a un coronavirus, llevamos toda la vida trasladando pacientes y quienes van en ambulancia se ponen mascarillas porque el enfermo tiene infección respiratoria , se meten en un cubiculo de tres metros cúbicos y corren riesgo de infectarse». Reconoció que en el centro de salud de El Espinar se cerró una sala «en un sitio donde había estado una paciente con una infección respiratoria que no cumplía los criterios de caso de investigación» y pidió que se dejara que «el curso de la información lo marquemos desde las autoridades sanitarias  no desde la población, pediría cautela porque se genera alarma sin necesidad; con la sanidad no se puede hacer ni dramatismo ni política, no debemos de usar esto para sacar ningún tipo de ventaja».

Manifestación. La recomendación de los epidemiólogos a las personas que se encuentran en estos momentos en vigilancia es que no participen en la manifestación del 8M, que contó con unos 11.000 participantes, el año pasado, en la capital. En cuanto a las procesiones de Semana Santa, César Montarelo opinó que sí se podrían  celebrar, aunque «sería aventurado decirlo».  Aprovechó para reconocer que hay que cambiar los hábitos  desde lavarse las manos a no llevárselas a los ojos.

Confió en que «el plan de contingencia funcione y que la infección sea limitada en el tiempo, por similitud con otros procesos, hubo una epidemia de coronavirus, en 2002, más grave, con una mortalidad del 10% y no hubo más casos, afectó a 8.000 personas,  desapareció y no volvió».  Montarelo insistió en que «sabemos muchas cosas [del coronavirus], pero nos faltan muchas más, algunas las estamos aprendiendo ahora, aparte de que no es lo mismo la situación ni el sistema sanitario de España que el problema de Irán, por ejemplo».

Por su parte, la directora de enfermería hospitalaria, María José Uñón, insistió en hábitos como el lavado de manos, porque «si la gente se conciencia es más fácil prevenir no solo este contagio»  y desaconsejó el uso exagerado de mascarillas, «que nos estamos quedando sin ellas».  

Tras recordar que el centro hospitalario está en manos de profesionales y con aislamientos para evitar contactos,  María José Uñón habló de cierto miedo de los sanitarios, no de contagiarse, porque están todos los días enfrentándose a distintos virus o bacterias, «sino por poder transmitir a la gente de su entorno, como profesionales tenemos que cuidar al que cuida».