El Ayuntamiento de Segovia tendrá que ceder a otra empresa el proyecto de construcción de una pista deportiva y un aparcamiento en El Tejerín tras haberse declarado insolvente la adjudicataria, Onsaze, que debía haber empezado las obras durante la semana del 11 de enero. Las primeras intervenciones que se contrataron para avanzar en la recuperación de este valle, una de las principales apuestas de este mandato, si no la principal (se prevén invertir más de 4 millones, aunque este contrato en concreto es de 300.000 euros), se han topado así con problemas desde su inicio, o más bien antes incluso de arrancar realmente.

La cesión del contrato se aprobará en la sesión ordinaria de la Junta de Gobierno Local de este jueves y lo asumirá Bic Restauración y Conservación, empresa con sede en la Comunidad de Madrid, igual que Onsaze. La cesionaria no se interesó por participar en el concurso por hacerse con este proyecto en su día, pero es la que ha propuesto la adjudicataria inicial, que desde que puso su firma en su contrato con el Ayuntamiento para iniciar las obras estaba amparada por ley para tomar la iniciativa en la elección, siempre y cuando los técnicos municipales acreditaran su solvencia.

Las obras, en cualquier caso, se compromete a llevarlas a cabo en las mismas condiciones acordadas con la adjudicataria inicial: 300.605,93 euros y cuatro meses de plazo de ejecución. Sin sobregasto para el Ayuntamiento en un principio, pero con un retraso que ya va camino de los dos meses, teniendo en cuenta además los trámites pendientes de formalización de la cesión.

La obra del Tejerín se retrasa por insolvencia de la empresa

Aunque el proyecto alude en su denominación a una pista deportiva, aparte del aparcamiento, su pliego de condiciones recoge que la intención es construir "una cancha de balonmano/fútbol sala y 2 canchas de  baloncesto", así como "un aparcamiento en superficie y los accesos a la vía pública", dentro de una zona actualmente sin urbanizar y con entrada desde la calle del Greco.

La adjudicación inicial se aprobó en noviembre de 2020 a Onsaze, que firmó el contrato el 9 de diciembre, así como el 11 de enero el acta de replanteo, último trámite para el inicio de las obras. Sin embargo, “estas semanas han sido intensas de negociaciones con la empresa, puesto que ha declarado un expediente de insolvencia, que es una de las dos condiciones que ley de contratos marca para la cesión de contrato”, tal y como explicaba este miércoles en rueda de prensa el concejal de Obras, Miguel Merino.

Fue el viernes pasado cuando se formalizó la petición de cesión por parte de Onsaze, que presentó entonces toda la documentación de la empresa cesionaria. “Tras los informes técnicos y jurídicos se ha comprobado que la empresa a la que se propone la cesión cumple con los requisitos técnicos y de solvencia solicitados en la licitación”, añadió. Y “del mismo modo, esta empresa asume la obra con el mismo importe económico por el cual fue adjudicada y los plazos restantes en cuanto a la ejecución”.

La obra del Tejerín se retrasa por insolvencia de la empresa

“Quiero agradecer a los servicios municipales la inmediatez con la que han tratado de responder desde el viernes a ayer para tratar de agilizar este proceso”, prosiguió Merino. “Las conversaciones han sido de varias semanas con la empresa y nos hemos planteado desde el Ayuntamiento varias opciones hasta que hemos encontrado esta posible salida, más inmediata y formalmente impecable. Por lo tanto, esperamos que en las próximas semanas, tras la aprobación de la cesión el jueves, se proceda al inicio de las obras de manera definitiva”.

Respecto a la cesión a Bic Restauración y Conservación, Merino confirmó que esta empresa no estaba entre las que decidieron participar en el concurso para hacerse con el contrato citado. “Esta era una de las cuestiones que desde el principio hemos barajado y nos ha generado quebraderos de cabeza”, reconoció. “Si Onsaze hubiera desistido (antes de formalizar la adjudicación) habríamos podido recurrir a la segunda empresa en la valoración, pero una vez que ha firmado el contrato y acta de replanteo, o rescinde la propia empresa o tiene que proponer una posible cesión para llevarla a cabo, y la cesión sólo se podía dar bajo dos circunstancias: que la empresa hubiera finalizado el 20% de su ejecución, cosa que no ha sido así, o que ya hubiera presentado el expediente”, extremo este último que no se hizo efectivo hasta el viernes pasado.

LLAMADA A LA "RESPONSABILIDAD" DE LAS EMPRESAS. Merino aprovechó su comparecencia, en el contexto de los problemas que provocado la empresa adjudicataria del proyecto de Tejadilla, para llamar a la responsabilidad de las demás empresas interesadas en los concursos de contratación pública del Ayuntamiento, siendo además 2021 el ejercicio con mayor volumen de contratación pública previsto en una década. “El Ayuntamiento ha hecho un gran esfuerzo para la movilización o inyección de fondos para la recuperación por la pandemia y ese esfuerzo al final es de toda la ciudadanía. Por ello, hago un llamamiento a las empresas que liciten para que realmente tengan compromiso. Que no se amparen simplemente en los artículos de la ley de contratos porque esto no es solo una cuestión legal o jurídica, sino que la sociedad necesita salir de la pandemia. Por tanto, hago un llamamiento a la responsabilidad de las empresas”, incidió.

Por otra parte, más allá del retraso acumulado, el concejal de Obras quiso “ratificar el compromiso del equipo de Gobierno con el valle de Tejadilla”, dado que protagoniza lo que él mismo denominó “un proyecto de ciudad”,  su recuperación con estas pistas y el aparcamiento, el parque y el sendero que se quiere acondicionar, además de la renovación del colector que discurre por su subsuelo.