Asamblea Segovia por el Clima exige medidas a la Diputación

D.S.
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La plataforma afea a la institución provincial que sus acciones pasen por "la publicación de un cuento" aunque "no ha ejecutado ni una sola medida para cumplir" con la Agenda 2030 y con los objetivos de Desarrollo Sostenible.

Asamblea Segovia por el Clima exige medidas a la Diputación

La ‘Asamblea Segoviana por el Clima’ ha lanzado hoy un duro comunicado en el que reprocha a la Diputación Provincial de Segovia “la ausencia de medidas e inversiones” para cumplir con la Agenda 2030 y los objetivos de Desarrollo Sostenible; al tiempo que censura que su única acción ha consistido en la publicación de un cuento que llegará a la ciudadanía “a través únicamente de 50 copias’.

Formada por casi una veintena de entidades de diferentes ámbitos (agrario, social, feminista y ambientalista, principalmente), así como personas a título individual, la plataforma subraya en un comunicado que la Diputación de Segovia “no ha firmado una Declaración de Emergencia Climática para ponerse objetivos de disminución de la huella ecológica que tiene la provincia, que es muy alta”.

Asimismo, aseguran que la institución provincial se ha desmarcado de propuestas necesarias para ese cambio de gestión de residuos de obligado cumplimiento y tampoco ha apoyado medidas como las lanzadas desde la Asamblea Segoviana por el Clima “sin proponer alternativas”. Ahora, aseguran desde la plataforma, la Diputación “manifiesta sin sonrojo su ‘firme compromiso’ con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 con la publicación de un cuento: Manual para hacer de la provincia un territorio más sostenible’.

El documento, impulsado por el Área de Empleo, Promoción Provincial y Sostenibilidad, con la colaboración del Consorcio Provincial de Medio Ambiente, se presentó el pasado 18 de enero. Miguel Ángel de Vicente, presidente de la Diputación, argumentó en su día que los motivos de dicha publicación son educar y concienciar a las generaciones futuras, a las que no les quedará nada si no actuamos de forma inmediata.

A juicio de la Asamblea, la Diputación “se plantea, irónicamente, llegar a toda la ciudadanía a través únicamente de 50 copias en papel para los tres bibliobuses que dan cobertura a los cerca de 155.000 habitantes de la provincia, aparte de 200 memorias USB para los centros educativos. Este cuento -subrayan- es su propuesta para combatir un modelo productivo intensivo y extensivo de monocultivos cargados de insumos químicos, totalmente contaminante de suelos y agua, un modelo de macrogranjas de cerdos cuyos purines se utilizan como fertilizantes indiscriminadamente en toda la provincia”.

Para la plataforma, “su modelo de transición energética se limita a una serie de macroproyectos fotovoltaicos por parte de oligopolios energéticos, que instalándose en las parcelas de secano aumentan sus rentas. Pero obvian cualquier otro tipo de modelo productivo que fije personas en el campo que garanticen un cuidado de la tierra y el suelo y la producción de alimentos sanos. Es evidente, por tanto, que no pueden afirmar que están comprometidos con la Agenda 2030 y con los objetivos de Desarrollo Sostenible, cuando no han ejecutado ni una sola medida en este sentido, ni están en vías de hacerlo”.

En cuanto a la transición ecosocial, la Asamblea Segoviana por el clima sostiene que la Diputación no impulsa ni apoya modelos productivos que primen los circuitos cortos, la economía circular y el desarrollo local rural, sino todo lo contrario. “Con ello -afirman- están provocando que la Segovia vacía siga perdiendo población, y con menos recursos, servicios públicos y oportunidades. Es decir, con menos vida. A nivel social, los sistemas productivos del mundo rural en Segovia no atienden a las necesidades de mercados de cercanía. Son estructuras que se enfocan a la demanda exterior. No tienen en cuenta los daños ambientales creados y son consecuencia de que siga sin fijarse población en esas áreas contaminadas que cada vez resultan menos atractivas. Generan ganancias especulativas y burbujas económicas que arrasan nuestros pueblos y a sus habitantes. Se trata, básicamente, de una producción desligada de lo social, de nuestra cultura y tradiciones, que provoca una pérdida irreversible en lo social y en lo cultural, y que hacen de Segovia un paradigma de la despoblación y el abandono”.

La plataforma recalca además que cuando la Diputación ha rechazado sus propuestas no ha planteado alternativas. “Nos referimos en particular a que se han desmarcado del proyecto de agrocompostaje impulsado por la Asamblea Segoviana por el Clima, la Asociación Segovia por el Clima y la Asociación Economías BioRegionales –la cual está desarrollando este proyecto a nivel nacional–. Sólo era necesario que hubieran aportado 15.000 euros para sacar adelante un proyecto piloto en la Mancomunidad de municipios La Atalaya. Este modelo de reciclaje ha sido muy valorado por los técnicos del ayuntamiento de Segovia y debía constituir un modelo para otros municipio”.

A este respecto, la Asamblea se pregunta por cuánto dinero maneja la Diputación para la gestión de residuos o si están dispuestos a que entren actores nuevos, como los agricultores, y que una parte de la gestión remunerada la realicen ellos, sin tener que desplazar los residuos orgánicos por toda la provincia. “Contestar a estas preguntas puede dar algunas claves de esta negativa. Como se puede leer en la memoria de gestión del Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos (Centro de Reciclaje AR Los Huertos), la tasa de reciclado en Segovia es muy baja. Las cuantiosas inversiones realizadas a lo largo del tiempo en las instalaciones de la planta de tratamiento contrastan con los escasísimos o nulos recursos dedicados a otras alternativas en línea con lo que planteamos”.

Por ello, según continúa el comunicado, Ecologistas en Acción de Segovia también solicitó el pasado diciembre al presidente de la Diputación, al presidente del Consorcio de Medio Ambiente, a la alcaldesa de Segovia y al concejal de Medio Ambiente abrir una mesa de diálogo y un debate técnico y ciudadano, que plantee producir menos residuos y aprovechar mejor los que se generen, recuperándolos como materias primas. “Hasta el momento tampoco se ha recibido respuesta por parte de las instituciones implicadas. Cristalina, Peti, Lamparita, Florina y Licongo, los brillantes personajes del cuento de la Diputación, serán sin duda víctimas del paro y la falta de servicios, y acabarán marchándose a otra provincia, muy probablemente con una salud disminuida y desolados por el maltrato a nuestra tierra, nuestros ríos y acuíferos subterráneos, paisajes y formas de vida. Pero mientras permanezcan aquí, lucharán contra la Administración que les dió vida para que empiecen a actuar y se dejen de cuentos”.