"Me cortaría un meñique del pie izquierdo por ser andaluz"

Sergio Arribas
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"Un puntito de locura es algo maravilloso", dice Rodrigo López Alarma, 'el rey de los domingos', que edita y reparte, desde hace 28 años, 'la hoja deportiva' de Segovia.

Rodrigo López Alarma - Foto: Rosa Blanco

Nada menos que 28 años repartiendo todos los domingos ‘la hoja deportiva’ por calles y bares. ¡Tiene más kilómetros que el Transiberiano! ¿Todo a golpe de calcetín?

Empezó mi hermano en 1991, que adoptó una idea que surgió en el norte de España. La ambición nos pudo y nos quedamos con el negocio a través de la agencia de publicidad de mi hermano. Eramos tres y, con los años, me he quedado yo, ¡más solo que la una!. En una parte de la ciudad reparto ‘la hoja’ andando y en la otra, en coche. 

Es como los antiguos ‘voceros de prensa’.

Sí, sí. ¡A la vieja usanza! La tecnología, de momento, no me puede. La gente me dice que busque a algún chaval que lo haga, que yo ya soy mayorcito. Pero si lo hace un chaval y no lo hace un gilipuertas como yo... ¡se me hunde el negocio!

Con usted he tenido que investigar a lo Hercules Poirot. Y sus amigos —y enemigos— me dicen que es de personalidad ‘inclasificable’. Defiéndase.

Cierto. Soy realmente complicado. Soy lo más previsible del mundo, pero nunca se sabe por dónde voy a salir. Me gustan tres o cuatro cosas en esta vida, aunque en un momento determinado me puedo tirar de un balcón o meterme en una alcantarilla.

Por cierto, eso del WhatsApp ¿le suena? ¡Huye de la aplicación!

¿WhatsApp? La guasa la tengo yo, y mucha, pero el teléfono no (se ríe). Es que me gusta hablar con la gente. El WhatsApp es un buen invento, pero mal empleado.

Le apodan ‘muchi’ o ‘alarmuchí’. ¿Por qué? Hágase la luz.

Sencillo. Porque soy ‘muchi’ de todo.

Por cierto, ¿es verdad que no ha dicho un taco en su vida?

¡Jolines! ¡caracoles! ¡cáspita! ¿Quién se lo ha dicho? Pues sí, decir tacos es una ordinariez muy seria.

Estudio el colegio Villalpando y después en el instituto Andrés Laguna, donde su padre era jefe de Estudios. ¿Cómo hacía para escapar de su vigilancia?

Fácil. Él daba clases en el nocturno y yo iba al instituto por el día. No obstante, le llegaban todo tipo de informes y documentos inclasificables sobre mí.

Licenciado en Ciencias Empresariales. Con su espíritu arrollador, si me permite, ¿por qué no le dio por eso del emprendimiento a gran escala, tan de moda hoy día?

Bueno, ahora mismo soy autónomo. ¿Empresas? ¿Una agencia de publicidad por ejemplo? Le diré. Para arrancar hay que tener mucho, digamos coraje. Y yo soy un ‘echao palante’, pero sin dinero.

Forofo de la Real Sociedad. No es muy común aquí ser del equipo de Arconada.

¡Sí señor! Ganó dos ligas en el 79-80 y 80-81, cuando yo tenía siete u ocho años. Cuando tuve uso de razón, que ahora ya no lo tengo, me hice del equipo que ganaba las Ligas. Fue la Real, para mi desgracia, porque no ha vuelto a ganar. Pero no me he borrado, ni me he hecho del Real Madrid o del Barça, como el resto de la especie humana. Sigo siendo ‘txuri-urdín’, que en euskera significa azul y blanco, aunque pocas alegrías me han dado.

Cuando el equipo donostiarra estuvo a punto de ganar la Liga, en la temporada 2002-2003 le recuerdo lucir la bandera del equipo a modo de faldón. 

Iba repartiendo ‘la hoja’ con la bufanda, la camiseta y la bandera a modo de faldón. La Real tenía muchas posibilidades de ganar La Liga y me reía mucho en mis repartos. Cuando al final ganó el Real Madrid, me comí mis bromas con patatas, aunque, eso sí, con mucha dignidad. Así es la vida.

Le tengo que confesar, soy del Real Madrid. ¿qué le provoca el blanco? ¿urticaria?

Soy anti-madridista, aunque cada vez menos, pero por esa prepotencia y soberbia que tienen los equipos grandes. Era, sobre todo, porque ganaba siempre por la mínima, con un gol en Las Gaunas de Butragueño tras rebotar el balón en su culo. Y otro partido, y otro, y otro, ganando siempre. Cuando ganó la séptima Copa de Europa, me dije: ¡qué más da siete que trece! ¡Pues tenéis trece! 

Es un deportista nato. Un hombre ‘medio-maratón’, de los que salen a las seis de la mañana a entrenar.

Salgo de vez en cuando. Con calor y con frío. Cuando corro es el único momento del día en que me gusta estar solo. En el resto del día me gusta el bullicio y la gente. Corro con mis cascos, escuchando música, cantando, haciendo el bobo. El atletismo es el deporte que más te mantiene en forma.

Y eso no le impide esos ratos de ocio, de pinchos y cañitas. Famosa entre sus amigos es su frase: «podría vivir solo tomando pinchos».

¿Pero quién le ha pasado el informe? ¿A qué agencia de detectives ha contratado? Frase cierta. Creo que el mejor momento es el vermú, de mañana, tarde y noche. Soy ‘todista’, como los de Línea Directa, me gusta todo.

Va y habla con su amigo José Luis Martín Mayoral ‘Mayo’, piloto de parapente, y con su ayuda le pide matrimonio desde las  a la que entonces era su novia. La ‘osadía’ regó rios de tinta. ¿No tenía miedo al no?

Era imposible. Me puse a llorar yo de lo bien que quedó. Le dije a ella: «cari, no se como decirte, pero tengo una frase. Pero necesito una ayuda divina, algo que venga del cielo». Y de repente apareció el parapente con la pancarta: «Lauri ¿quieres casarte conmigo?». Lo recuerdo y me emociono.

Y hablando de gestas para la historia. Me dicen que cuando nació su hija (María), desplegó un cartel en el balcón de su casa.

Así es. Ponía: «De la mujer más maravillosa del mundo ha nacido la niña más espectacular de este universo». 

¿Cómo se le ocurren ese tipo de cosas?

Es lo que sentía y siento al día de hoy. Mi mujer es una bendita paciente por aguantarme y tengo una hija que la amo con locura. Es igualita que yo, pero, eso sí, con cerebro y belleza.

Así, en general, ¿es aburrido el mundo?

El mundo es fantástico, lo mires por donde lo mires. Luego hay gente que se lo complica y nos lo complica a los demás. Este mundo, de serie, es genial.

¿Cuál es el secreto de la felicidad?

Es vivir cada día como si fuera el último. Cada detalle cuenta. Alguno dice «en el futuro me compraré un coche». No. Mal. ¡Vive ahora!

Dijo Dalí: «La única diferencia entre un loco y yo, es que el loco cree que no lo está, mientras yo sé que lo estoy»

Esta locura es una bendición de la vida. Ahora bien, hay que saber lo que uno hace, tener, como se dice, la cabeza bien amueblada. Pero un puntito de locura es algo maravilloso.

¿Es verdad que se corta el pelo usted solo, con unas tijeras, delante del espejo?

Desde hace 27 años. Mi experiencia con los peluqueros siempre fueron malas. Soy bastante feo. Tengo mucha nariz y muchas orejas. Le dije al peluquero: «déjame flequillo para tapar la cara». Me cortó casi al cero. Llegué a casa llorando y le comenté a mi madre que no volvía a la peluquería. «Pues yo no te lo cortó», me contestó. «¿A que me lo corto yo?», le repliqué. Y así fue y así está, ya lo ve.

Cantemos algo, ¿qué le apetece?

‘We are the world’canción escrita por Michael Jackson y Lionel Richie en 1985. 

Y hablando de música. ¿Qué hay de esos recopilatorios primero en cassete y después en cedé? Mezclaba, me dicen, a Julio Iglesias y a Hérores del Silencio.

Los ‘Greates Hits’, el ‘Boom 3’, no sé… son unos aficionados a mi lado. Soy capaz de mezclar AC/DC con ‘La Pantoja’. Siempre tienen éxito mis recopilatorios.

‘Soy un truhán, soy un señor’ ¿Se identifica?

Sí señor, sin duda.

O quizá con Raphael, con su ‘Escándalo’

También. Soy igual de hortera que Julio Iglesias y Raphael. Me gustan los dos.

Si no me equivoco, durante mucho tiempo fue ajeno a las redes sociales, hasta que descubrió Facebook.

No he tenido redes sociales jamás. Pero hace dos veranos un par de clientes, que estaban convencidos para poner anuncios, me dijeron  que si no tenía el respaldo de las redes sociales, nada. Al final me tocó comerme el ego. Ahora no hay nadie que me detenga.

He visto un vídeo en su perfil imitando a Freddie Mercury. Es... no sé, impresionante.

Con una faldita de cuero, una peluca y unos grandes senos. Tengo una agenda, en papel,  que me dice lo que tengo que hacer cada día y ese día me tocaba imitar a Freddie.

Sinvergüenza. ¿No cree que es una palabra mal empleada muchas veces, que ha distorsionado a insulto?

Pienso lo mismo. Está mal empleada. No tener vergüenza, y yo no la tengo, no significa hacer una fechoría.

¿Y cuando imitó al Rey en su mensaje navideño? Se hizo viral. ¿No le llovieron críticas de los monárquicos?

Ya lo he hecho dos años, con mis ‘hojas’ y la bandera de España como telón de fondo. El primer año, fantástico, pero el segundo me dijeron que faltaba el respeto al monarca. Pero yo aclaré: «soy el rey de los domingos». Y era un homenaje a los dos, a mí y al Rey. Y sin faltar al respeto.

Creo que si hubiera nacido en Cádiz, hubiese sido el líder una chirigota.  

Me cortaría el dedo meñique del pie izquierdo por ser andaluz. Y por vivir los carnavales gaditanos eternamente.

De forma extraordinaria, esta entrevista se ha hecho en la calle, sentados en un banco ‘a la fresca’. Y todo el que pasaba y le veía, le ha saludado.

Cierto, cierto. No tengo enemigos. Pero sí se que por mi forma de ser, por mi personalidad, hay gente a la que no le caigo bien. Les percibo.

¿Qué le gustaría que dijeran de usted?

Que soy un tipo que lo da todo sin esperar nada a cambio. 

¡Hasta el domingo!

¡Arrivederci! ¡Fino a domenica!