El tesoro del Thyssen se queda en España

Galena Koleva (SPC)-Agencias
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Tras más de dos décadas de tira y afloja, Carmen Cervera y el Ministerio de Cultura han conseguido llegar a un acuerdo que permitirá que la colección de la baronesa permanezca en el país 15 años más

El tesoro del Thyssen se queda en España

Parecía el cuento de nunca acabar, pero la cultura española ya puede respirar tranquila y escribir un final feliz, al menos, para una de las batallas artísticas más largas de los últimos años. Tras más de dos décadas de incertidumbre y muchas negociaciones entre varios Ejecutivos de distinto signo político y Carmen Cervera, el tesoro artístico de la baronesa permanecerá en Madrid.

Lo que parecía un acuerdo imposible, ha conseguido llegar a buen puerto justo cuando se cumplen 100 años del nacimiento del barón y con el visto bueno de todas las partes: España se quedará con la valiosa colección Thyssen por 15 años, hasta 2035, y Tita Cervera recibirá a cambio 6,5 millones de euros anuales por el alquiler de las más de 300 obras de su propiedad. Una vez finalice ese plazo, el Gobierno tendrá la oportunidad de comprar las piezas.

A cambio de esa millonaria renta, la baronesa deberá devolver una de las joyas de la corona: el Mata Mua (Paul Gauguin, 1892), el cuadro que retiró en junio del año pasado y que ha sido el órdago definitivo para el pacto.

Este histórico acuerdo, al que el Consejo de Ministros dio luz verde esta misma semana, llega después de unas arduas negociaciones de más de 20 años en las que se han visto envueltos 10 ministros de Cultura, aunque solo uno ha conseguido lo impensable: el ya exministro José Manuel Rodríguez Uribes, quien, sin embargo no ha durado en el cargo para verlo hecho realidad.

Todo comenzó en el año 2000, cuando la baronesa decidió ceder de forma gratuita a España y por 11 años su colección privada, compuesta por 429 obras. Unas auténticas joyas artísticas que procedían en su mayoría de la herencia que recibió a la muerte de su marido, Heinrich von Thyssen-Bornemisza, y que eran independientes a las que el Estado compró al barón en los noventa, dando paso a la creación del  Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Carmen Cervera, que había heredado también de él su pasión por el arte, siguió coleccionando en los años siguientes a su fallecimiento, acumulando un valioso conjunto pictórico. De esta forma, en 2004 se procedió a la ampliación de la pinacoteca madrileña para poder reencontrar así el tesoro de Tita con el legado de su esposo.

Ese mismo año, Cultura inició los contactos con los representantes de la baronesa para una posible compra o alquiler de su colección, pero la filántropa no aceptó la oferta.

Al expirar el plazo del préstamo, en 2011, comenzó el tira y afloja entre el Gobierno y la coleccionista. Carmen Cervera anunció que tenía ofertas de varios países y amenazó con «empaquetar» sus cuadros al no estar de acuerdo con algunas de las cláusulas del Gobierno. La tensión con la entonces ministra Ángeles González-Sinde era solo el principio, aunque, tras un fuerte pulso entre las partes, se acordó prorrogar la cesión por un año más.

De esta forma, la filántropa y el Estado fueron acordando, primero año tras año y después en períodos mensuales, nuevas prórrogas, sin que ninguno de los titulares de Cultura lograse superar las exigencias de Tita para atar la colección a España. Y eso que en 2019 José Guirao estuvo a punto de conseguirlo. «Lo teníamos cerrado al 90 por ciento», llegó a decir uno de los abogados de Tita Cervera. Pero, la destitución del ministro y la entrada de José Manuel Rodríguez Uribes en la cartera de Cultura, dieron al traste con sus planes.

Cosas del destino, ha sido precisamente Uribes el encargado de lograr lo imposible, llegando a un histórico acuerdo el pasado enero en el que ha tenido que ceder en varios aspectos, como la posibilidad de que la colección sea prestada o el tratamiento fiscal a la baronesa, otro de los puntos calientes de la negociación.

La firma del acuerdo será el último paso de este largo episodio y será el recién estrenado ministro de Cultura, Miquel Iceta, quien firmará el acuerdo, previsiblemente esta semana.

Todo listo  

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza está «preparado» para exponer la colección y ya ha habilitado una planta para albergar las primeras 180 obras, entre las que se espera el Mata Mua de Gauguin.

Las aguas parecen haber vuelto a su cauce, aunque habrá que esperar 15 años para ver si la Cultura y la baronesa Thyssen vuelven a situar su colección en el ojo del huracán.