Aplazado sin fecha el repliegue de terrazas en Segovia

D. Aso
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Contaba con suprimir ampliaciones a partir de enero, medida ahora pospuesta por si la reescalada de contagios lleva a las autoridades sanitarias a aplicar nuevas restricciones y pensando que el ciudadano, en esta situación, «prefiere exteriores»

Las ampliaciones de terrazas más llamativas, en Segovia y casi toda España, son las que ocupan plazas de aparcamiento. - Foto: Rosa Blanco

El Ayuntamiento de Segovia permitirá que las terrazas de los establecimientos hosteleros se mantengan ampliadas por encima de sus límites prepandemia, incluidas las 25 que ocupan más de medio centenar de plazas de aparcamiento. «Al menos de momento», según precisa a El Día el concejal de Servicios, Miguel Merino, sin hablar de fechas concretas para el inicio del repliegue. A la espera de ver si las autoridades sanitarias aplican alguna restricción que pueda condicionar lo que se decidiera desde la competencia municipal, sobre todo por si se limitaran de nuevo aforos; o hasta que la propia evolución de la pandemia resulte menos imprevisible, para no dar pasos atrás y adelante. Y considerando además que, en pleno mes de enero, pero en plena sexta ola, «la gente aún prefiere tomar algo en exteriores», al tiempo que se favorece la actividad de los negocios hosteleros. 

Los horarios de funcionamiento de las terrazas también se mantienen sin cambios respecto a meses anteriores, aunque en este caso no porque se haya aplazado la toma de ninguna decisión, sino después de haber aprobado una prórroga de la ampliación de su actividad en una hora por la mañana (inicio a las 9.00, en lugar de las 10.00). Según se recoge textualmente en el acuerdo aprobado en Junta de Gobierno Local el pasado 30 de diciembre, «este horario de apertura establecido con carácter excepcional mantendrá su vigencia durante el año 2022, durante la situación de crisis sanitaria provocada con la covid-19, volviendo a aplicarse, una vez finalizadas estas circunstancias, el horario establecido con carácter general en la ordenanza reguladora de la ocupación de la vía pública y otros espacios abiertos al público con terrazas». «Todo ello sin perjuicio» de que esta medida horaria tuviera que dejar de aplicarse por resultar incompatible con hipotéticas restricciones que adoptaran las autoridades a nivel autonómico o estatal, «de acuerdo con la evolución de la pandemia en los próximos meses».

Sobre la ocupación extraordinaria de espacio, tal y como avanzaba El Día en octubre, la idea del Ayuntamiento era que las terrazas continuaran ampliadas hasta el 31 de diciembre, incluidas las que ocupan plazas de aparcamiento, y que a partir de esa fecha se abordara la posibilidad de que empezaran a replegarse, sin descartar hipotéticas excepciones que flexibilizaran su particular retorno a la nueva normalidad, en busca del siempre difícil equilibrio y reparto del uso del espacio público entre el peatón y el hostelero. Claro que la situación sanitaria parecía mucho más despejada en octubre que ahora, cuando se están marcando los picos más altos de contagios de toda la pandemia.

Lo que sí se aprobó el Ayuntamiento en octubre fue la vuelta a los horarios ordinarios de recogida de terrazas (a la 1.00 de domingo a jueves y festivos; y a las 2.00 los viernes, sábados y vísperas de festivos), pero manteniendo una hora extra para la apertura, con montaje a partir de las 8.30 de la mañana. Asimismo, decidió rebajar en  50 centímetros (de dos metros a metro y medio) la distancia mínima que debe respetarse entre los límites de las terrazas y las fachadas para el paso de peatones, lo cual facilitó que se pusieran media docena más, terminando así el año con alrededor de 220. Una cifra similar a la de 2020, a pesar de que el año pasado se temía por un drástico descenso por los cierres de negocios que provocó la pandemia. La clave está en que muchos bajaron la persiana, pero sus negocios acabaron traspasados y han reabierto, o se han incorporado nuevos locales al sector.

DEBATE ABIERTO. El debate sobre la continuidad de las terrazas ampliadas ya estaba abierto en octubre en Segovia y también en más de media España, después de que esta medida se empezara a aplicar en 2020, salvando a no pocos negocios del cierre, como una alternativa clave para hacer viable su actividad a pesar de las limitaciones de aforo y consumo en interiores que ha pesado sobre ellos durante buena parte de la pandemia. Así lo vio prácticamente toda la sociedad a pesar de las molestias, pero mientras se ha planteado como algo provisional porque, pasado el verano, ya empezaron a hacerse oír las voces que consideraban que la vuelta a la normalidad debía ser con todas las consecuencias, o casi.

El Ayuntamiento de Valencia, por ejemplo, aprobó que las terrazas de esta ciudad recuperasen su tamaño habitual desde el 12 de octubre. El de Barcelona, por el contrario, incluso ha diseñado plataformas homologables para la ocupación permanente de plazas de aparcamiento. Y el de Segovia, entretanto, a la expectativa de ver más claro el momento de iniciar un repliegue. «No voy a negar que los hosteleros ya han empezado a solicitar la renovación de terrazas (para la nueva temporada de 2022) y que llevamos varias semanas postergando la decisión sobre esta cuestión», apunta a El Día el concejal de Servicios, Miguel Merino. «Tanto es así que hemos ido avanzando en la toma de decisiones en lo que nos parecía más coherente, como era el caso de los horarios, que los ampliamos en una hora respecto a la ordenanza», lo cual en la práctica significa que se quedan como han venido estando hasta el 31 de diciembre, por la hora extra que supone la apertura adelantada.

«En cuanto al resto de criterios (ocupación de plazas de aparcamiento y de aceras o calles peatonales en general), es una cuestión por la que estamos expectantes por si las autoridades deciden algún tipo de restricción, porque la idea que había inicialmente era tratar de volver a la situación de normalidad previa con respecto a la ocupación de dominio público», confirma. «Pero la previsión de restricciones nos haría trabajar como en 2020, otorgando las mismas licencias varias veces, y a no ser lo suficientemente ágiles como para resolver con rapidez», reconoce. Pasos atrás y adelante que no beneficiaron a nadie, con más carga administrativa para el Ayuntamiento y dificultades añadidas para los negocios hosteleros, dado el tiempo que necesitaba la Administración municipal para adaptarse a los nuevos escenarios que iban marcando, casi improvisando, las administraciones autonómica y estatal. En ese contexto, la Concejalía de Servicios llegó a consultar meses atrás a sus servicios jurídicos sobre la posibilidad de aprobar dos escenarios normativos diferentes que permitieran cambios ágiles, pero finalmente se ha descartado.  «Por eso ahora estamos esperando antes de tomar de manera definitiva una decisión, a la espera de que las autoridades sanitarias nos indiquen alguna modificación respecto a los aforos, principalmente», incide.

Mientras tanto, todo seguirá como hasta ahora, sin fechas concretas para un repliegue ni concreción sobre el nivel de ese repliegue: si será total o qué tipo de excepciones se permitirán, por ejemplo, respecto a la ocupación de plazas de aparcamiento. «De momento vamos a intentar ser flexibles porque la situación de contagios es ahora suficientemente alta como para comprender que la gente quiera tomar algo en exteriores, pero ante una situación en la que tampoco nos encontramos con unas pautas de restricción que quizá en otra ocasión, dentro de estos años que estamos viviendo, ya se habrían producido». 

El año pasado por estas fechas, sin ir más lejos, en concreto el 10 de enero de 2021, la Junta decidió cerrar de nuevo la hostelería para intentar contener el avance desbocado de unas tasas de incidencia de contagios que realmente eran muy altas, pero inferiores a las actuales, si bien las expectativas de presión hospitalaria sí eran mucho peores. Por todo ello, en palabras de Merino, «vamos a ver primero cómo pasan estas semanas y cómo evolucionan los casos», concluye.