En Remondo, la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanisto ha dado vía libre al uso provisional de suelo urbanizable para un centro de producción de fertilizante ecológico utilizando biomasa larvaria a partir de residuos orgánicos. La empresa promotora se dedicará a la gestión de residuos, principalmente hortícolas, procedentes de una industria situada en su entorno. El centro se proyecta en tres naves ya existentes, de una antigua explotación ganadera, que serán adaptadas para su nuevo uso.

En el término municipal de Vallelado, mientras, el uso excepcional de suelo rústico que ha aprobado la Administración autónomica será dedicado a una industria de procesado de ajos. La empresa ya dispone de almacenes para su acopio durante la campaña de recogida en la misma parcela en la que se ubica el proyecto actual, que pretende la transformación del producto, de tal forma que no haya necesidad de trasladar la materia prima para su procesado. La Comisión ha considerado justificada la necesidad de emplazamiento del proyecto en suelo rústico y considera relevante la promoción de la actividad agroalimentaria que contribuye a un desarrollo rural sostenible.

El órgano autonómico también ha dedicado parte de su reunión de hoy a los expedientes sometidos a evaluación de impacto ambiental simplificada. Ha estudiado un proyecto de centro de transferencia de residuos de construcción y demolición en Barbolla y un proyecto de almacenamiento de gasóleo en un gasocentro situado en el polígono de Villacastín. En ambos casos, se ha dado el visto bueno a las instalaciones a efectos ambientales.

El proyecto de Barbolla se plantea en dos parcelas en las que ya existen instalaciones que dan servicio a la actividad de fabricación de hormigón y almacén de materiales de construcción. El centro de transferencia realizará operaciones de almacenamiento de residuos de construcción y demolición con destino a la planta de tratamiento de Fresno de Cantespino, donde se someterán a operaciones de valorización. El proceso productivo consistirá en la recepción de los residuos que llegarán en vehículos pesados para luego pasar, en primer lugar, por el control visual y la báscula de pesaje y, a continuación, serán descargados en la plataforma hormigonada para su almacenamiento temporal.

Por último, en el polígono industrial de Villacastín, se proyecta la ejecución de un gasocentro para la distribución de combustible. Se trata de cubrir la necesidad de dar servicio a las cisternas que distribuyen gasóleo por la zona y evitar así que tengan que desplazarse a otros gasocentros.

Tanto en Barbolla como en Villacastín, los documentos ambientales de los proyectos analizan sus potenciales impactos y proponen una serie de medidas preventivas y correctoras para la adecuada protección del medio ambiente e incluyen un breve programa de seguimiento para garantizar el control y cumplimiento de las medidas propuestas.