El presidente de Huercasa, ante la nueva crisis económica

D. A.
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«El dinero público va a ser escaso, hay que gestionarlo con rigor y sin buscar réditos políticos", advierte el presidente de Huercasa, Félix Moracho, en su análisis sobre la situación actual y las claves de futuro

Félix Moracho, presidente de Huercasa.

¿Qué lectura hace de la situación económica actual y las medidas que se van adoptando?

Está claro que hay un gran parón en la actividad económica, igual que también está claro que hay una gran emergencia sanitaria y que esto tiene que ser así, aunque en nuestro caso (Huercasa) tenemos la suerte de formar parte de un sector de primera necesidad. Y respecto a las medidas, yo creo que hay mucho ruido, mucho caos y poca efectividad. Entiendo que hay que tranquilizar a la gente porque todo el mundo está muy angustiado, muy nervioso y con mucho miedo, pero me parece que las medidas son bastante insuficientes y claramente ineficaces. Hay que hablar con claridad a la sociedad, decirle que todos nos vamos a empobrecer algo, aunque no sabemos cuánto todavía, y que el Estado está ahí para tratar de ayudar en todo lo que pueda, pero que no va a poder con todo. Parece que se quiera transmitir que lo va a resolver todo y eso es mentira. Hay tentación de caer en la propaganda política, cuando las ayudas a los más vulnerables dependen del conjunto de la sociedad, que somos los que soportamos toda la economía nacional. No se pueden comprar votos con ayudas públicas que se hacen con el dinero de todos. Y luego está muy bien que se vigile a las empresas, pero no criminalizarlas de antemano. ¿Que hay que ser riguroso con las empresas y que la gente pide ayudas porque efectivamente las necesita? Correcto, pero igual también hay que ser riguroso con los particulares y evitar que haya cachondeos a cualquier nivel. 

Parece que estuviera visualizando ejemplos concretos…

No, pero ya hemos vivido mucho y es verdad que ahora se dice que no haya ERTE abusivos, cuando el que está cerrado es porque se le ha obligado, que no se piden porque sí. Y desde el punto de vista de los particulares, nadie querría tener que andar pidiendo ayudas. Pues bueno, vamos a vigilar las que se dan. Luego es que hay un caos normativo alucinante que a ver quién gestiona todo esto administrativamente, cómo se arbitra, cuándo llegan las ayudas… Esto es muy problemático y está claro que hay muchos problemas sobrevenidos que a las propias administraciones públicas les vienen grandes.

¿Y qué medidas propone?

Todo lo que sea salvar empresas me parece bien, hay que salvar a todas las que sea posible porque de ellas depende el empleo. Ytodo lo que sea ayudar a gente vulnerable a que supere esto pues también, claro, pero siempre con esa idea de que el dinero público va a ser muy escaso, que no se puede abusar y habrá que administrarlo con más rigor que nunca.

¿Piensa por ejemplo en inyectar liquidez a las empresas?

Me parece bien la inyección de liquidez, pero que sea ágil y clara. A ver si resulta que ahora vamos a tener tres millones de peticiones y se van a poder atender 300.000, y eso trasladado a los particulares, tres cuartas partes de lo mismo. A ver quién es capaz de gestionar y administrar toda la avalancha de peticiones, que es muy complicado, y hacerlo además con claridad y rigor. Por eso digo que hay que decir con claridad a la sociedad que esto pinta muy mal, que todos tenemos que arrimar el hombro y ser muy responsables, igual que yo creo que también se está viendo lo mejor de la sociedad en general durante esta crisis. La gente está siendo solidaria y habrá que seguir por esa vía, desde el punto de vista de los particulares y de las empresas. Y desde el punto de vista de los políticos, que se olviden de sacar réditos políticos ahora y tengan vocación de servicio a la comunidad.

¿Teme entonces mayor crisis que en 2008?

Mucho peor que la de 2008. En 20 días nos ha cambiado la vida de una manera terrible, y nos va a cambiar mucho más de lo que nos imaginamos todavía. Y luego un problema que veo a nivel nacional, pero también internacional, es que falta liderazgo social y político responsable. Esto no es solo cuestión de medidas, hace falta liderazgo social y político, un Gobierno que mire por los intereses de todos, por eso este Gobierno tiene muchas debilidades. No sé si es posible que lidere una situación como esta cuando se está viendo que hacen comentarios o iniciativas que criminalizan de antemano a las empresas, que son una parte muy importante de la solución. Dependemos también mucho de que se consiga implicar emocionalmente a todas las empresas en este proceso de reconstrucción, por eso digo que hay que salvarlas y no criminalizar a sus directivos. Hay que tratarles con cariño y respeto, y valorarlas socialmente. En esta crisis hemos aprendido a valorar a nuestros sanitarios, el Ejército, las Fuerzas de Seguridad, los barrenderos, camioneros, agricultores, las industrias que nos dan de comer… Hemos aprendido muchas cosas, pero va a ser muy importante no olvidarlas.