Pocos minutos antes de las nueve y media de la noche de este lunes la portavoz del jurado leía el veredicto del juicio contra un funcionario de la Comisaría de Policía Nacional de Segovia que está acusado de haberse apropiado de 2.000 euros de las tasas de renovación del DNI. Las seis mujeres y tres hombres que han formado el tribunal popular han considerado a C. A. F. culpable de ese delito, de haber cobrado tasas falsas de forma continuada y de haber manipulado la aplicación informática para que no quedase registrado los pagos que realizaban los ciudadanos y poder llevase el dinero.
Los hechos se produjeron entre enero y septiembre de 2019. Este funcionario, que no forma parte del cuerpo de policía, sustrajo presuntamente alrededor de 2.000 euros en decenas de actuaciones irregulares. Según fuentes judiciales, trabajaba en la oficina de renovación del DNI de la Comisaría de Segovia y se servía de dos métodos para lograr su objetivo. Cobraba tasas que no estaban estipuladas y se las quedaba o, en el caso de que el ciudadano sí que tuviera que realizar algún pago, manipulaba el sistema informático para que no quedara registrado que se había producido un ingreso.
Ahora la Audiencia Provincial de Segovia tendrá que decidir la pena que se le impone. La Fiscalía solicita para él un año y ocho meses por malversación de caudales públicos, cinco años por un delito continuado de falsedad documental y una multa de veinte meses por exacciones ilegales. Por su parte, la Abogacía del Estado no contempla la falsedad documental y se limita a acusar por exacciones ilegales (pide una multa de 15 meses) y malversación (un año y seis meses de prisión y multa).
Aunque se ha abierto la posibilidad de que se le aplique la atenuante de reparación al haber devuelto el dinero que sustrajo, C. A. F. también podría ser inhabilitado como funcionario. El jurado se ha mostrado partidario de una posible suspensión del cumplimiento de la pena de prisión y de la concesión de un indulto parcial.
En el juicio, que se ha prolongado durante una semana con la declaración de más de un centenar de testigos, este funcionario declaró que sus compañeros y él compartían una 'caja B' para tapar los descubiertos que se producían habitualmente, según aseguró, debido a despistes o la picaresca de algunos ciudadanos. Subrayó que aprovechaban los propios fallos del sistema informático para que renovaciones del DNI que habían conllevado el pago de una tasa quedaran registradas como gratuitas. "Había días que faltaba mucho dinero, pero nadie sacaba dinero de su bolsillo para ponerlo. Era una práctica habitual, lo hacíamos todos", señaló.
Según su testimonio, en la Comisaría de Segovia existía un "sobre" -del que tenía conocimiento la jefa al mando- al que recurrían cuando no cuadraba la caja o cuando necesitaban comprar material. En una ocasión, dijo, sus compañeros y él emplearon también ese dinero -que podía alcanzar en algunos momentos los 500 euros- para adquirir una cafetera y un equipo de música. Tras conocer el veredicto, su abogado ha pedido que la pena se le aplique por un solo hecho y no por haber actuado de forma irregular con decenas de ciudadanos.