Los hosteleros han vuelto a insistir ante el Ayuntamiento de la posibilidad de colocar unos quitavientos laterales en las terrazas que puedan ayudar a conservar un ambiente más cálido en los espacios, reforzado con estufas piramidales u otros elementos.  

El vicepresidente de la AIHS, Jesús Castellanos, afirma que, en la última reunión. comentaron al concejal de Obras y Servicios, Miguel Merino (PSOE), «que no queremos un cierre de terraza, lo que provoca es que montes otro comedor y la gente quiere estar al aire libre, sino cortavientos laterales para dejar el frontal y la parte de arriba abiertas y con ayuda de estufas podamos hacer el espacio acogedor, pero siempre que el cliente tenga la seguridad de estar en la calle».

Aunque abogan porque sean permanentes, una vez realizada la inversión, Castellanos matiza que «nunca hemos querido cerrar las terrazas del todo, quizá nos hemos explicado mal».   Las medidas de la Junta de Castilla y León (Acuerdo 46/2020)  explican que el espacio podrá estar rodeado por un máximo de «dos paredes, muros o paramentos». 

Aunque Castellano vio receptivos a los representantes municipales, pero lamenta la lentitud de la Administración,  Merino advierte que la ordenaza habla de situación excepcional y justificación técnica, «pero no debemos generar la excepcionalidad total».

El concejal aclara que el Gobierno local no tiene en sus planes llevar la excepcionalidad a todos los establecimientos ni que sea intemporal, aconsejando que se pueden buscar otros sistemas de calor.  Merino dice que la ordenanza no permitiría los cortavientos en áreas de interés cultural, como el casco histórico o la avenida del Acueducto.  

En esta zona, el empresario Roberto Moreno va a ensayar con calefactores de bajo consumo, tanto por gas como electricidad, enchufados a la red eléctrica en toldos, sombrillas, incluso en la fachada, que pasan desapercibidos y transmiten una sensación de calor «más agradecido que el de las estufas piramidales», sostiene.

El PP presentará en el próximo pleno una moción que prevea la posibilidad de instalar diferentes modelos de cortavientos con especial atención en los establecimientos de las zonas históricas.

Su portavoz, Pablo Pérez, considera urgente dar solución a este problema, «ahora necesidad imperante».