El turismo rural se desinfla

D.S.
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Tras unos meses de julio y agosto de buena ocupación se ha pasado a una caída de reservas e incertidumbre

Domingo Asenjo, presidente de la Asociación Turismo Rural de Segovia - Foto: Rosa Blanco

Reconociendo que los meses de julio y agosto fueron favorables para el turismo en alojamientos rurales o de uso turístico, hacia el 70% de ocupación, el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Segovia, Domingo Asenjo,  asegura que se ha pasado a una situación de «bastante inquietud, hay muy pocas reservas y se hacen con pocas fechas de antelación, aparte de que se han registrado bastantes  anulaciones».

Con 150 socios que gestionan 200 alojamientos, Asenjo habla de una incertidumbre porque no se sabe lo que va a pasar a un mes vista y lamenta que esta actividad «está muy degradada por las administraciones, no la tratan como deberían, hay una normativa laxa que provoca que la oferta sea mayor a la demanda, facilitando la actividad a cualquiera que tenga un inmueble en un pueblo, así es difícil crear puestos de trabajo y sentar población».

Para Asenjo, es verdad que julio y agosto el turismo que ha dado mucha confianza ha sido el rural, pero solo dos meses, «no por ningún trabajo de las administraciones, sino por las ganas de salir de la gente de ciudades como Madrid, que llevaban confinados tres meses, y el turismo de alquiler completo casas rurales y en territorios con poca población y grandes espacios ha sido un valor que se ha tenido en cuenta»

No obstante, Asenjo advierte que no se trata de un ‘boom’, teniendo en cuenta de que la ocupación media  en Castilla yLeón es del 19%, que se eleva el 40% incluyendo fines de semana. 

Con una previsión baja, cuando el otoño es buena época,  el sector está pendiente de ver cómo llega a diciembre, que es el mes más fuerte,  con navidades y año nuevo, además de los puentes de la Constituciòn y de los Santos. 

Entretanto considera fundamental resolver temas como el de la cobertura de Internet,  los malos olores por los purines y las granjas ganaderas, así como la competencia desleal.

Domingo Asenjo aboga porque se establezca una política de subvenciones y lamenta que, a su juicio, haya una «falta de diálogo entre la Administración y las asociaciones representativas del sector». Insiste en que crece la oferta «porque hay muchos inmuebles debido a que las normativas actuales son muy permisivas lo que va a provocar, en su opinión,  «que se quede como un sector de complemento que no hará crecer al medio rural ni asentar población».