«El olor era insoportable hasta con mascarilla y había cadáveres de animales incluso en botes», declaraba a los medios una de las responsables de la protectora Animalejos, Beatriz Touriñán. Era octubre de 2018 y acababan de rescatar 16 perros que permanecían «en condiciones deplorables» en una vivienda de Roda de Eresma. El vídeo que grabaron de su intervención muestra el estado de abandono y de suciedad en el que se encontraba el inmueble. Los perros corrían sobre un suelo lleno de heces y entre sofás deshilachados y llenos de manchas y mesas y sillas completamente rotas. «Lo peor que  he visto», llegó a decir en ese momento la portavoz de la asociación. 

Ahora el asunto se encuentra cerca de morir por la vía penal después de que la Fiscalía Provincial de Segovia haya solicitado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 el archivo de la investigación que pesaba por presunto maltrato animal sobre el ‘dueño’ de los perros. Un hombre que vivía en esa misma casa y que tenía una orden de desahucio por no pagar la renta de alquiler. 

Entre las enfermedades que sufrían la veintena de animales rescatados con vida había casos de atrofia muscular, parásitos, llagas o pústulas, según indicó Animalejos, que actuó tras la llamada de un concejal de Roda de Eresma y que contó con la ayuda de otras 11 protectoras «amigas» para llevar a cabo el rescate, transporte y cobijo. Siete horas después del aviso del edil, los canes estaban a salvo –aunque en el lugar también aparecieron los cadáveres de otros «en descomposición»– y el servicio del Seprona de la Guardia Civil inició una investigación de los hechos.

Sin embargo, la Fiscalía considera que no procede continuar la vía penal porque el inquilino de la casa vivía en una situación de indigencia y, aunque no se ha conseguido probar que tuviera alteradas sus condiciones mentales, el trato que dispensaba a los animales no era diferente de los cuidados que tenía para sí mismo. El propio ministerio público apunta la posibilidad de continuar el asunto en el ámbito civil y, según ha podido saber esta redacción de fuentes judiciales, se encontraba pendiente formalizar la incapacitación del investigado. En cualquier caso, la jueza instructora aún tiene que decidir si decreta o no el archivo de una causa en la que Animalejos sospechaba que los perros se alimentaban de los cachorros que nacían.