Atapuerca encuentra presencia humana de 1,4 millones de años

SPC
-

Los codirectores del proyecto Atapuerca califican de "extraordinaria" la campaña de 2021 y aventuran la entrada en un "ciclo virtuoso" para los próximos años

Atapuerca encuentra presencia humana de 1,4 millones de años - Foto: Ricardo Ordóñez ICAL

El hallazgo de una lasca de cuarzo en el nivel 7 de Sima del Elefante confirma la presencia de humanos en la sierra de Atapuerca hace 1,3 o 1,4 millones de años. Así lo aseguraron hoy los tres codirectores del proyecto Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, durante la presentación de los resultados de la campaña de excavaciones de este 2021 en los yacimientos de Atapuerca, situados en la provincia de Burgos.

Los tres codirectores afirmaron que la campaña de este año ha obtenido unos resultados “extraordinarios”, destacando especialmente los hallazgos en la Sima del Elefante, donde los trabajos se centraron en el nivel 7, el más antiguo de toda la sierra de Atapuerca, con una cronología de entre 1,3 y 1,4 millones de años. Según explicó Carbonell, en este nivel se ha recuperado una lasca de cuarzo, en un nivel que hasta el momento no había presentado ninguna evidencia de presencia humana. “Es industria muy pequeña pero muy espectacular, que implica que desde el primer momento este sistema se abre al exterior”, señaló el codirector de los yacimientos. Se trata de una herramienta de pequeño tamaño, pero “totalmente contrastada y hecha por humanos”. 

A partir de este momento se llevarán a cabo una serie de estudios, que permitirán confirmar las palabras de los tres arqueólogos, que aseguran que por el momento se trata de la “presencia más antigua en Atapuerca”, encontrada a cinco metros de los niveles datados en 1,3 millones de años, y que probablemente se encuentre entre 1,3 y 1,5 millones de años. 

En este punto recuerdan que la trascendencia de esta pieza lítica no se circunscribe únicamente en el estudio de la evolución humana en la sierra, sino que repercute también en su estudio en Europa, donde las evidencias de presencia humana en cronología tan antiguas son “muy escasas”. 

Gran Dolina y Cueva Fantasma

Asimismo, en el yacimiento de Gran Dolina, donde este año un grupo de entre siete y diez personas trabajó en la parte superior del yacimiento, se abordó la excavación en la unidad TD8, que cuenta con unos 700.000 años de antigüedad. Según explicó Carbonell, el hallazgo durante esta campaña de diez piezas líticas ha permitido a los investigadores confirmar la presencia humana entre los 500.000 y los 700.000 años. “Confirma que los homínidos llevan aquí mucho tiempo, y es importante porque entramos otra vez en el debate de los primeros pobladores de Europa”, señaló el investigador.

Junto a estas piezas se han encontrado “abundantes” restos de fauna que permitirán, gracias a los estudios paleontológicos y tafonómicos, comprender cómo era el entorno de la sierra de Atapuerca en esa época. Asimismo, en el nivel TD4 de Gran Dolina, destacaron la aparición de un coxal y la mandíbula completa de un rinoceronte en “extraordinario estado de conservación”, y que tal y como apuntó José María Bermúdez de Castro, encaja con el cráneo de rinoceronte que está expuesto actualmente en el Museo de la Evolución Humana, y que se halló en 1991. De hecho fue este el último año del paleontólogo Emiliano Aguirre como directo del proyecto Atapuerca. Este descubrimiento, tal y como aseguraron, confirma la llegada de nuevo a los niveles excavados en los años 90. 

Además, la recuperación durante esta campaña de una herramienta de sílex en TD4, ratifican la presencia de humanos hace 900.000 años, y que acostumbraban además a vivir con animales de gran tamaño, dado el hallazgo de numerosos fósiles de osos, grandes bóvidos, caballos, rinocerontes, etc. Bermúdez de Castro explicó también que este año “casi” se ha terminado de excavar el nivel TD8, donde quedan solo “algunos retazos”. Esto implica que el próximo año se podrá excavar TD7 y pronto estarán en el “anhelado” nivel TD6, tal y como lo definió el codirector. “Hemos estado esperando mucho tiempo para completar esa colección magnífica de la especie Homo Antecessor”, añadió.

El arqueólogo explicó también que este año se ha retomado la intervención en el sondeo de Cueva Fantasma de 2020, y se ha perfilado el nivel SF29 para posteriormente alcanzar el DF20. Bermúdez de Castro aseguró que se ha llevado a cabo un “trabajo fantástico” y aventuró que este yacimiento, desde el punto de vista científico y arqueológico, dentro de diez años “va a explotar” y dará grandes resultados.   

Durante la presente campaña destaca la cantidad de industria lítica recuperada en el yacimiento, en comparación con campañas anteriores, así como una gran cantidad de restos faunísticos en tres de los principales niveles de la secuencia. La especie mejor representada es la del caballo, con restos de todas las partes del esqueleto, especialmente del cráneo y las extremidades. Además, en el nivel SF30 se han recuperado dos mandíbulas de hiena y un maxilar de oso, cuya especie está aún por determinar. 

Cueva del Mirador, Cueva Mayor

En Cueva del Mirador se ha seguido profundizando en los sondeos abiertos en los laterales de la cueva con el objetivo de conocer el desarrollo de la cavidad y contrastar si existen galerías que puedan dar acceso a una parte del sistema kárstico desconocida hasta ahora. Los hallazgos realizados están aportando información “relevante” tal y como indicaron desde la organización, sobre las prácticas ganaderas y la cultura de las primeras comunidades de pastores y agricultores que colonizaron estas tierras durante el Neolítico.

Por otro lado, en El Portalón de Cueva Mayor, se ha excavado en dos áreas distintas. Una corresponde a momentos de la Edad del Bronce y otra al periodo del Neolítico. Según explicó Juan Luis Arsuaga, dentro de la cultura material recuperada en los niveles neolíticos, se ha encontrado un área de actividad centrada en la realización de decenas de fuegos/ hogares para el procesado de comida o tratamiento térmico de la sílex a la hora de tallarlo. Asimismo, destacó la presencia del caballo, o la aparición de restos de gato salvaje o zorro, que probablemente también fueron consumidos por los humanos. 

En en el sector de la Sala de los Cícloples, una amplia caverna colindante a la Sima de los Huesos, durante la presente campaña se encontró el cráneo, casi completo, de un oso de la especie ‘Ursus deningeri’, que según aseguró el codirector de Atapuerca, se trata de una especie que convivió con los humanos de la Sima de los Huesos (hace algo más de 400.000 años) y representa un hallazgo de “gran importancia”, puesto que se conocen pocos cráneos de dicha especie “tan completos. Además, destacó otro fósil encontrado este 2021, que corresponde a un astrágalo izquierdo completo (uno del os huesos del tobillo), y que permite estimar el peso corporal del individuo al que perteneció y aproximar el diagnóstico sexual. Un dato que permitirá completar el conocimiento sobre la población de la Sima de los Huesos.

También se trabajó en Galería de las Estatuas exterior, donde se han recuperado casi 800 piezas, que incluyen más de 400 útiles de piedra talladas en cuarcita y sílex. Entre ellas destaca un bifaz tallado, cuyo tamaño y factura le sitúan entre las piezas más destacadas de las encontradas hasta la fecha en los diferentes yacimientos.

Ciclo virtuoso

Los investigadores pusieron además en valor esta nueva campaña de excavaciones que en varios ocasiones calificaron de “extraordinaria”, y aseguraron que se está entrando en un “ciclo virtuoso” que dará sus frutos durante los próximos cuatro o cinco años. En este sentido, Carbonell afirmó que estos hallazgos volverán a poner a Atapuerca “en la actualidad”. Las excavaciones se iniciaron el pasado 1 de julio, y durante este periodo cerca de 180 personas han trabajado en los diferentes yacimientos abiertos en la sierra.

Dados los hallazgos de esta campaña, el codirector de Atapuerca, José Luis Arsuaga explicó además que uno de sus objetivos es “dar a conocer” este gran registro encontrado en los yacimientos, por lo que están estudiando realizar en el Museo de la Evolución Humana exposiciones a nivel mundial sobre la evolución humana, que permitan “contar una historia”.