«El caso de las prejubilaciones es una inmoralidad"

AURELIO MARTÍN
-

Natural de Jerez de la Frontera (Cádiz), de 72 años, tras 46 en ejercicio, de los que casi 19 ha sido jefe de la Fiscalíade la Audiencia Provincial de Segovia –de la que tiene un recuerdo muy agradable y grato–, le ha llegado la jubilación

Antonio Silva - Foto: Diego de Miguel

A Antonio Silva Jaraquemada le tocó la lotería en Segovia, no porque fuera un destino cómodo, como él mismo reconoce, sino literalmente, porque, junto con otros compañeros, fue agraciado con el ‘Gordo’ de Navidad del año 2000, con un décimo premiado con 30 millones de pesetas de entonces. Se jubila tras casi 19 años en la jefatura de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Segovia y 46 de ejercicio, justo poco después de que se conociera la sentencia absolutoria de los juzgados por el caso de las prejubilaciones de la Caja de Ahorros, contra quienes el Ministerio Público no presentó cargos, lo que originó cierta polémica social. En esta entrevista asegura que las decisiones tomadas por los acusados pudieron ser «una inmoralidad, lo que ocurre es que ésta no es siempre ilicitud penal y ahí es donde está el matiz». Asegura que siempre ha estado movido «por un criterio estrictamente y puramente procesal». ¿Qué impresión la queda de su paso por la jefatura de la Fiscalía de Segovia?

Es un paso de bastantes años, ha sido muy agradable y muy grato. Desde el punto de vista jurídico, es una provincia que no plantea excesivos problemas llamativos, solo de forma ocasional.

¿Quiere decir con esto que es un destino cómodo?

Un poco sí, me comentaban los compañeros que no dijera eso porque iba a dar la sensación de que es un destino para vagos, y no es así... Siempre hay muchas cosas que hacer, pero es un sitio agradable y la gente es seria y buena, no es falsa, me recibió bien, educadamente, simplemente, y creo que me voy con bastante afecto, esa es la sensación que me da.

¿Ha conocido muchos casos de corrupción política que hayan salido a la luz en estos últimos años?

No es que sean muchos, pero los hay, como en todos los sitios, parece que la corrupción se desarrolla puntualmente en determinados puntos, como el Levante español, Baleares, Cataluña, Madrid y alrededores, por que son sitios donde hay más inversión y empresas, pero lo hay siempre que se mueva un poco de dinero y que las autoridades se presten a ello. Aquí no es que se hayan prestado mucho, tampoco era mucho el dinero, pero algo sí ha habido, es indudable.

¿Se lleva mal sabor de boca por algunos comentarios contra su petición de archivo de las causas de Caja Segovia y le hayan atribuido cierta intencionalidad personal?

La sensación que queda socialmente no es precisamente como muy airosa, soy consciente de que la postura del Ministerio Público en este caso era criticada por parte de la sociedad segoviana, también digo que he defendido esa posición amparándome en criterios pura y estrictamente jurídicos, no me ha influido nadie, conociendo como conozco a todos los implicados, y amparado por toda la Fiscalía en pleno, incluso por la Fiscalía de Castilla y León y la General del Estado, eso sí la iniciativa es mía y de la fiscal que llevaba el tema [Pilar Orleta]. Lo he tratado de explicar a casi todo el mundo, en esta vida se puede actuar ilícitamente, inmoralmente o criticablemente. Lo que han hecho estos señores [absueltos tras una acusación por las prejubilaciones millonarias de directivos de la entidad de ahorro], a ellos se lo he dicho, se les puede preguntar a cualquiera de los implicados, con quienes tengo una cierta confianza, que lo que han hecho es una inmoralidad, lo que ocurre es que la inmoralidad no es siempre ilicitud penal y ahí es donde está el matiz. Entiendo que haya gente que no tiene porqué entender y aceptar esta diferencia, me lo ha dicho mucha gente a la cara, no me importa, pero lo que puedo asegurar es que he estado siempre movido por un criterio estrictamente y puramente procesal.

Incluso, teniendo en cuenta que había personas entre los acusados que militaron en el PP, han querido establecer cierta relación política dado que su cuñado, Antonio Hernández Mancha, fue presidente de Alianza Popular… 

Sí, pero no ha habido nada de eso, absolutamente, lo puedo decir con plena licitud, nadie se ha tomado la molestia de interesarse por el tema, jamás, incluso algunos me han pedido que explique desde el punto de vista jurídico, no solo desde la moralidad, el ¿’por qué hacéis esto en Segovia’?, porque no queda bien, sobre todo cuando adoptas una posición contraria a una condena cuando todo el mundo la pide y, al ser posible, caña al mono, queda como muy mal... ¿Esta situación hace que la despedida de su cargo sea algo amarga, tras 46 años en ejercicio? No lo es, tengo el apoyo del Consejo Fiscal, aunque fui yo quien lo planteó, soy el responsable, y he contado con el apoyo de la resolución del Tribunal, es evidente que la Sala ha hecho lo que hemos dicho nosotros [sentencia absolutoria]. El Derecho es así, soy hijo y nieto de magistrado, yerno de magistrado, sobrino político de fiscales generales del Supremo, sobrino del catedrático Antonio Hernández Gil… Quiere decir que, para nosotros, bien o mal, llevamos en la sangre el mundo del Derecho, con lo que implica que nunca aciertas con plenitud. Hay quien me dice que podía haberme despedido con otra cosa, pero lo que se busca es la aplicación de la ley.

En una radiografía general, ¿cuáles son los tipos delictivos más comunes?

La sociedad segoviana es consciente de que aquí hay una delincuencia menor, no existen delitos de sangre graves, alguno ocasional; tampoco delitos económicos fuertes, quizá porque tampoco hay empresas que puedan generar un delito de esa naturaleza, queda el menudeo delictivo habitual, el de la droga o los conductores infractores.

¿Cree que la resolución los casos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en los Juzgados, tienen un índice adecuado?

Sí, aunque quizá no sea lo rápido que debiera. Independientemente de los comisarios de Policía y jefes de la Comandancia de la Guardia Civil que han pasado, hemos contado con gente muy competente que ha colaborado siempre con nosotros, nunca ha habido un problema de personalismos para enfrentarse al problema. ¿Quizá todo podría haber ido más rápido?, pues sí, también la Justicia, pero cuando llegué a Segovia había solo un juzgado y ahora existen seis, la diferencia es bastante abismal.

¿Qué hay de aquella pretensión de que la Fiscalía dirigiera las investigaciones, como en otros países?

El problema del Ministerio Público es su ubicación procesal, si la ponemos solo para acusar o para investigar, la cuestión viene por la atribución de medios. Los fiscales que tengo, por cierto, todo mujeres, no tienen tiempo para hacer todo eso, hay seis juzgados y cada uno tiene unos 15 funcionarios, eso tendría que pasarse todo a la Fiscalía, donde hay ocho o nueve funcionarios, ahora es imposible. Lo que sí llevamos es la instrucción de los temas de Menores, se lleva muy bien, con bastante dignidad, pero en otras materias, mientras no se apruebe a nivel nacional, soy de la tesis de que no nos iba a favorecer gran cosa.

Jubilado, posiblemente le resulte más cómodo expresar sus opiniones personales, ¿cambiaría algo de la actual legislación Penal y Civil?

Algunas, pero llegas a la jubilación y compruebas que, en este tiempo, ha variado tanto la ley que lo que queda ahora es cambiar determinadas cosas concretas. El otro día comentaba con un compañero del Tribunal Supremo de Madrid el cambio que se ha llevado a cabo en materia de enfermos psíquicos llegando a producirse en la sociedad española algo muy lamentable, como que ha desaparecido lo que se conocía como psiquiátrico, los afectados están en la calle, en un 95%, con un tratamiento ambulatorio que, en muchos casos, no se cumple. Eso genera ese movimiento social tan terrible de la violencia de género, donde el que mata o maltrata a su pareja se suicida después, eso quiere decir que su cabeza no está nada bien, eso aplíquelo a otros órdenes de cosas. No es que yo sea un defensor de la privación de libertad por internamiento en un psiquiátrico pero es necesario, en muchos casos. Esto pudiera ser motivo de reforma... 

¿Y la prisión permanente revisable?

Esos son faroles que se tiran los políticos para soslayar un problema que está en la calle, ¿aceptamos la prisión con carácter perpetúo o no?, esto es un juego intermedio, vamos a ser serios. No soy defensor en absoluto de la pena de muerte pero sí de la cadena perpetua, en algunos casos, por el efecto intimidatorio y defensivo social que tiene, pero no nos atrevemos, estamos navegando y eso no es bueno, cuando falta un poco de autoridad moral para eso, algo falla.

¿Por qué puede estar triunfando un discurso ultra en lo político?, ¿quizá porque haya personas a las que les gusta que les hablen desde el populismo, de echar a inmigrantes o de implantar la cadena perpetua, que están más cómodos con el autoritarismo?

Indudablemente se está produciendo un cambio social evidente, no solo en España porque tenemos una Francia y una Italia rebeldes, a mi gusto, una Grecia terrorífica... Ese populismo nacionalista está surgiendo en toda Europa, mire las últimas elecciones de Finlandia, donde ha faltado un pelo para que ganara la ultraderecha. ¿Cuál es la causa por la que la gente vota eso?, ¿qué necesitan, una autoritas, que ha desaparecido?... Quiero pensar que no es eso, que no quieren una autoridad que todos pensamos cual es y que nos acordamos que existió, desgraciadamente [la dictadura franquista], para que todos estemos a gusto y se lie a pegar castañazos a derecha e izquierda. Lo de los inmigrantes influye y mucho, pero no creo que sea el elemento decisivo, porque aquí en Segovia hay muchísimos inmigrantes que funcionan magníficamente. La pregunta que haces es terrorífica porque creo que no se atreve a contestarla nadie, de hecho no contestan los políticos ni los psicólogos o los juristas, porque nosotros actuamos al final. No sé lo que les espera a nuestros hijos y nietos...

Hay muertes que generan juicios paralelos de la sociedad y exigencias en caliente para que se cambie la legislación de forma urgente, ¿es bueno esto o se debe esperar a que se sosiegue la situación?

El origen está en el poder que tiene la prensa, en la expansión de sus conocimientos, cuando hay algún caso muy grave, a los pocos minutos lo conocen en la otra punta de España y lo seguimos, eso lo aplicas a todo. ¿Qué pasa con ‘La manada’, antes no había y ahora sí?, pues antes había ‘manadas’, pero todo el mundo te habla de ello como si fuera conocedor del tema, lo mismo que el pobre niño [Julen] que cayó por el pozo en Totalán [Málaga], siempre ha habido accidentes desgraciados de esos... El problema es cómo se debe legislar, soy caliente de forma pero frío de fondo, en consecuencia creo que hay que esperar y, sobre todo, los políticos no pueden estar oscilando como un bamboleo de un lado para otro, porque eso sería terrorífico, se producirían reformas de leyes nefastas, hasta en la redacción, como así ha sucedido. Es fundamental esperar un poco no puede legislarse en caliente, no puede ser que el caso Anabel Segura, por ejemplo, genere una reacción social contra determinadas personas, odio social... El famoso ‘Chicle’ [asesino de Diana Quer], la gente está muy suceptible. El padre de esta pobre chica [Juan Carlos Quer], yo lo he tratado porque ha habido un caso parecido aquí [la investigación que lleva el Juzgado de Sepúlveda con motivo de la presunta violación que sufrió su hija Valeria] y está muy afectado y muy transmisor, transmite mucho y la gente lo recibe. Se mantiene y los medios de comunicación, como corresponde a vuestra misión, lo transmitís y lo informáis. ¿Esto es bueno para la investigación? No, altera la normalidad del desarrollo de un procedimiento, todo lo que sea introducir elementos ajenos o distintos a la norma penal y procesal, no es bueno.

¿Cree que la Justicia, en general, funciona bien o está mediatizada por el poder político?

Está excesivamente mediatizada por la política, sobre todo en los casos llamativos, no en el sentido de que los políticos toquen a los órganos judiciales. Como el ‘procés’ en el Tribunal Supremo hay otros juicios donde los jueces trabajan como leones, como puede ser el caso del anterior presidente de la Audiencia de Segovia, Andrés Palomo, donde nueve de cada diez asuntos que ve pasan desapercibidos. Sin embargo, el caso del ‘procés’ o el de ‘La manada’ son enormemente llamativos, tenemos a toda la prensa y hasta letrados extranjeros... Pero creo que la Justicia española, en ese sentido al menos, es absolutamente justa y equilibrada.

¿Y la Fiscalía?

Podía contar muchas cosas pero ni es el momento ni tengo el porqué. El origen defectuoso de la Fiscalía es su nacimiento, casi ilícito, ese nombramiento de los fiscales generales, de la guisa y de la manera que se hace no es bueno, porque ya genera rechazo en la sociedad, no está bien, como tampoco que cambian a los fiscales superiores o provinciales, como puede ser mi caso. A ver quién viene ahora... Te tienen que conocer y cuando ya te conocen dicen ‘ah pues yo pensé que iba a ser usted más parcial’, procuro no serlo… ¿Se confunde que podía ser parte del Gobierno? La mano interventora del Gobierno en el mundo de la Justicia, lo cual no es así, en una gran mayoría de casos. En mi vida profesional, 46 años, solo he tenido una llamada de un fiscal general, hace bastantes años, interesándose por un asunto, yo he actuado con total libertad.

¿Y le hizo caso?

Sí, pero no porque fuera contra mi criterio sino porque creo que era así, fue un poco chorrada…

El fenómeno de las redes sociales es creciente, incluso se utilizan como herramienta de acoso, ¿cree que se deben endurecer las penas para quien haga un uso de ellas lesivo a terceros?

Hay que trabajar y mucho, todo ese mundo me da mucho miedo, quizá porque me ha sorprendido un poco maduro, lo domino poco. Creo que tiene una influencia tremenda, como los wasap; lo veo en mis nietos, en niños pequeños que están utilizan el teléfono o la tablet para estar viendo cosas interrumpidamente, imagínese a otros niveles y para otros temas… No es que falte una legislación de tipo penal, sino una legislación mundial en relación con ello, se está yendo de las manos, no hay poder para controlarlo.

¿Y qué se puede hacer con las noticias falsas?

Eso está muy de moda ahora, si se pudiera determinar quién lo genera, se debía sancionar bastante seriamente por la importancia ingente que tienen las noticias en la sociedad.

¿Qué le ha quedado por hacer?

Darme un bello paseo último por la Alameda del Eresma, como hacia Antonio Machado… Nunca he buscado hacer una cosa que jurídicamente fuera valorable, he procurado llevarme bien con las autoridades que hubiere en cada momento, con los compañeros, con los abogados y hacer las cosas con dignidad, decencia y con un cierto interés, luego que la gente lo valore. Me voy con la conciencia tranquila, contento y satisfecho. Mi primer destino fue Bilbao, en la época previa de ETA, estaba recién llegado cuando se realizó el primer disparo, son tantas tablas las que lleva uno en esto... Recuerdo muy gratamente que, estando de fiscal abogado en Bilbao, iba a celebrar juicios a Guernica, Balmaseda y Durango, en coche oficial, un Seat 1.500 con matrícula del PMM, con corbata negra y la toga en la mano, y no me pasó nada, nunca tuve sensación de agobio, quizá tuve suerte, son cosas que te fijan; también tengo mis recuerdos de mi etapa en Cádiz, mi provincia natal, tan bonita, pero los asuntos son terroríficos, nunca había visto un mundo de la droga tan brutal como el que había en la capital, una cosa exagerada… Son de esos recuerdos puntuales, aquí en Segovia lo que tengo son muy buenos recuerdos.