“El mundo rural se está muriendo" y, "para entender y atajar los problemas que realmente tiene, es necesario contar con él, hay que hablar con sus gentes”, subraya Mercedes Marinero, candidata al Senado de Unidas Podemos por Segovia. Ejerce como trabajadora autónoma estacional en el sector forestal y jardinería, es a su vez concejala de Podemos en Marugán, no olvida la despoblación y hace especial hincapié en las familias y la importancia que a éstas se le debe dedicar: “Para fijar población es imprescindible que se disponga de los servicios básicos que las familias necesitan, consultorios médicos, colegios, guarderías, transporte público”, añade.
En cuanto a las mujeres y las desigualdades que sufren también en el mundo rural, "como quedó demostrado" en el encuentro mantenido en Navas de Oro con mujeres el pasado 17 de octubre, no duda: “Las oportunidades laborales para la mujer son muy escasas, en un mundo donde la mayor parte de los trabajos los desempeñan hombres, las mujeres lo tienen muy complicado para salir adelante por sí mismas. El empoderamiento de las mujeres en el medio rural es fundamental”.
En esta línea se mantiene Julieta Alba Monfort, licenciada en Psicología con una especialización en Ps. jurídica y candidata número 2 al Congreso por Unidas Podemos en Segovia. “Es capital que la voz de las mujeres que vivimos en el medio rural sea tenida en cuenta en las instituciones: despoblación, trabajo precario, servicios sociales, sanidad, educación, cultura”. Vecina de Sebúlcor e integrante del Grupo de Mayores de Castilla y León, Alba “no solo defiende unas pensiones dignas sino también un modo de vida que, a su vez es generador de una economía social que fija población”, según destaca a través de un comunicado de Podemos. “En los pueblos, en donde encontramos un porcentaje alto de personas mayores es importantísimo facilitar su permanencia en sus viviendas habituales; no solo por ellas sino también porque resulta mucho más económico y operativo socialmente”.
Trabajadora autónoma, Monfort aporta su experiencia y deja patente la importancia de “garantizar que la Ley de Dependencia se cumpla acortando los plazos y requisitos para poder optar a ella”. Y es que, según sus propias palabras, “todavía son mayoritariamente las mujeres las que desempañan los trabajos de cuidados, tanto en los domicilios particulares como en las residencias de ancianos, por lo que una buena implantación de esta ley facilitaría el aumento del trabajo femenino en nuestros pueblos”, afirma.
Una serie de retos ingentes ante los que estas dos mujeres, Marinero y Alba, se enfrentan "con ilusión, capaces y convencidas de lograr que al fin se ponga en el foco al medio rural y, sobre todo, a las encargadas de sostenerlo: las mujeres".