El Nava regresa 'inmune' a la Liga

Nacho Sáez
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El equipo de Diego Dorado se reencuentra este sábado con la competición tras el brote que contagió de coronavirus a la práctica totalidad de su plantilla.

El Nava regresa 'inmune' a la Liga

Tras la doble negativa del Comité de Competición a aplazar su partido contra el Ángel Ximénez-Puente Genil, el Viveros Herol Nava se reencuentra este sábado con la competición (19:00 horas, Pabellón Municipal Alcalde Miguel Salas, Puente Genil, Córdoba) tres semanas después de que se declarara un brote de coronavirus en el seno de su plantilla que contagió a la práctica totalidad de sus integrantes y que incluso obligó a ingresar en la UCI del Hospital General al tercer portero. «Ahora mismo lo que más nos preocupa es que él salga del Hospital, pero tenemos que adaptarnos a la situación que tenemos», afirma resignado el técnico del equipo navero, Diego Dorado, que afronta el partido en unas condiciones muy extrañas.

Aparte de lo que se refiere al hospitalizado, la semana comenzó sin que los otros dos porteros de la plantilla hubieran recibido el alta tras haber pasado la Covid-19. Uno de ellos, Yeray Lamariano, se reincorporó a los entrenamientos el martes, mientras que el otro, Dzmitry Patotski, estaba previsto que lo hiciera el jueves, apenas 48 horas antes de tener que saltar a la cancha y sin que el club pueda recurrir a sus categorías inferiores por estar detenida su actividad por la pandemia. «Hablo en nombre de mí mismo cuando digo que me parece una vergüenza», se desahoga Lamariano. «No se puede jugar con la salud de los deportistas y el hecho de que nos hagan competir ya va a suponer  que se produzcan lesiones». Su entrenador marca las diferencias con otros equipos de la Asobal que también se han visto atacados por el coronavirus. «Han tenido uno o dos casos. Nosotros hemos tenido a 16 jugadores», remarca.

El trabajo de recuperación de todos ellos comenzó hace unos días y ha incluido carrera continua y bicicleta. «Con la alta intensidad les cuesta mucho y estamos entrenando sin porteros, con la única ayuda de Carlos Colomer, el preparador de porteros», desvela Dorado. El calendario pondrá a prueba su preparación física, puesto que hasta Navidades jugarán prácticamente todas las semanas tanto el miércoles como el sábado. «Dentro de unos días tenemos un parón por selecciones que nos va a venir bien, pero después nos tendremos que adaptar, aunque es un volumen altísimo, demasiado», remarca.

Lo afrontarán con la tranquilidad de verse fuera de las posiciones de descenso a pesar del largo periodo de inactividad. Las victorias conseguidas en el arranque de la competición contra Guadalajara y Valladolid dan un colchón al equipo navero, que tiene por debajo en la clasificación –entre otros– al mencionado Guadalajara y al Liberbank Cantabria, con tres partidos más cada uno.

Su rival de este fin de semana, en cambio, se ha conseguido enganchar al tren de la clase media e incluso solo tiene un punto menos que uno de los ‘cocos’ de la categoría como es el Balonmano Logroño. «Está compitiendo bastante bien. Realiza un juego rápido y tiene potencia en el lanzamiento exterior con su central y sus laterales. Espero un partido duro como están siendo todos los de la liga», analiza Dorado al Puente Genil, al tiempo que asegura que «vamos a competir al cien por cien».

Habrá que comprobar también el estado anímico de sus jugadores, algunos encerrados en casa durante más de dos semanas. «En la sociedad en general estamos viviendo momentos complicados y el deporte no es ajeno. Tenemos que adaptarnos», vuelve a insistir el entrenador, que a la espera de la evolución de Patotski podrá contar con toda la plantilla a excepción del portero ingresado y de Adrián Rosales, que sigue recuperándose de su operación en la rodilla.