Bajo la lluvia se ha celebrado este paseo reivindicativo, que ha terminado con juegos y merienda, con el que la Asamblea por el Clima de Segovia quiere poner un ejemplo de espacio natural que puede perderse por cederse a fines privados. Están en contra del proyecto de cámping de caravanas que afectaría a un soto singular, con árboles centenarios, en el que habitan o se alimentan el águila real o el buitre negro. Además de la afección al medioambiente, creen que no es sostenible para un pueblo que tiene 105 habitantes censados, 400 en momentos de mayor población en verano y al que el cámping podría atraer otras 425 personas cada día. Tampoco se salvaría, dicen, la joya del pueblo, la iglesia románica de Sotosalbos, que se vería perjudicada por el turismo masificado.