"En el nordeste ya hay que hablar de repoblación"

Aurelio Martín
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Nacida en Saldaña de Ayllón (Segovia), en 1969, de una familia dedicada a la agricultura y la ganadería, estudia Ingeniería Técnica Agrícola, participando en múltiples proyectos de cooperación. Es presidenta de la Fundación 'Abraza la Tierrra'.

María del Mar Martín - Foto: Rosa Blanco

Mas de setenta plataformas y organizaciones se han unido a la manifestación ‘La Revuelta de la España Vaciada’, que tiene lugar en Madrid, este domingo. De Segovia se han sumado cinco plataformas:  Coordinadora para el desarrollo integral del Nordeste de Segovia (Codinse) y su comarca; Iniciativa social de mujeres rurales (Ismur),  Unión de Campesinos de Segovia,  Grupo de Asociaciones de Tierra de Pinares, Escuelas Campesinas de Segovia y Segovia Sur. Además se han unido la Fundación ‘Abraza la Tierra’ y Colectivos de Acción Solidaria (CAS), ambas de ámbito nacional y con sede en Campo de San Pedro. Mientras que el 30% del territorio español concentra el 90% de la población –más de 42 millones de personas viven en Madrid y el litoral–,  en Segovia hay municipios con menos de cinco habitantes por kilómetro cuadrado, según revela en esta entrevista María del Mar Martín, gerente de Codinse, quien subraya que «en Segovia asistimos a una segunda oleada de despoblación» y que «necesariamente hay que hablar de repoblación, porque la recuperación ya no es posible». 

¿Qué es la Revuelta de la España Vaciada?, ¿por qué acudir a esta manifestación?

Las plataformas de ‘Teruel Existe’ y ‘Soria Ya’ acordaron convocar una manifestación en Madrid, para llevar a cabo reivindicaciones históricas al ser las dos provincias más pequeñas y con constante pérdida de población, ya lo hicieron en 2003. Se quiere reflejar una España que ha tenido población y que la he perdido, para marcharse a otros lugares, la revuelta está vinculada con el estado disconforme en que se encuentran esos territorios y también de lucha y de reivindicación para que las cosas cambien. En Segovia asistimos a una segunda oleada de despoblación, es verdad que el medio rural español, especialmente en Castilla, en Soria o en municipios de la provincia segoviana, se lleva perdiendo población desde los años cincuenta del siglo XX, principalmente entre finales de los sesenta y principios de los setenta. El 1950, nuestra comarca tenía cerca de 33.000 habitantes y ahora rondamos los 10.500, hemos perdido dos terceras partes de nuestra población, es una barbaridad.  Además, en este momento, tras unos años de estabilidad, asistimos a esa nueva oleada, por falta de oportunidades y de medios, este puede ser el final para las zonas que ya estábamos muy tocadas anteriormente. La capital y los municipios de alrededor han crecido, incluso,  pero el resto la pierde y con pocos visos de que eso cambie de manera natural. Es triste escuchar decir a instituciones cómo la Junta de Castilla y León que dicen que hay que incentivar la natalidad, pero hay poblaciones donde es imposible por un tema vital porque las mujeres de una cierta edad ya no vamos a tener hijos.

¿Es el nordeste de Segovia el área geográfica más afectada de la provincia?

Probablemente sí, tenemos una densidad de población de 5,7 habitantes por kilómetro cuadrado, cuando la Unión Europea dice que las zonas por debajo de 12,5 tienen graves problemas de demografía. En el conjunto de la provincia hablamos de 22,22 habitantes por kilómetro cuadrado con datos de 2018, pero se concentran en la capital y en el alfoz, salvo Cuéllar y algunas poblaciones importantes.  Nuestra comarca está integrada por 57 municipios, 118 pueblos, de los que 98 tienen menos de cien habitantes, podemos hablar de algunos con dos, cuatro o seis personas… La situación es grave.    

¿Qué recursos tienen estos municipios, cómo se pueden aprovechar y cómo se puede fijar población?

En esta comarca necesitamos hablar de repoblación, necesariamente tiene que venir gente porque la recuperación no es posible. No tienen grandes recursos porque también son ayuntamientos con pocos ingresos,  tiene que haber políticas de otro tipo por encima de éstos, es verdad que tienen patrimonio, como viviendas, locales o alguna finca. Ese tipo de cosas puede servir para atraer a nuevas familias. Hay un servicio imprescindible que es Internet y cobertura móvil, no queremos autopistas de siete carriles pero sí poder utilizar tecnologías actuales lo que permitiría a mucha gente poder trabajar a distancia, hoy hay muchos trabajos deslocalizados. Hay accesos, a veces más caros, pero no con la velocidad suficiente para trabajar a través de la Red. Los ayuntamientos pueden facilitar el asentamiento de la población que quiera llegar pero poco más, el resto corresponde a otras administraciones que tienen los recursos y legislan, porque hay veces que la normativa es otro de los grandes problemas que surgen a la hora de emprender en el medio rural. 

Nos encontramos con municipios que no tienen comercios ni servicios, incluso hay grandes distancias con centros de atención sanitaria, ¿qué se puede ofrecer a quien quiera permanecer o asentarse?

Todas estas cosas son salvables, deben ser servicios adaptados al lugar en el que están. En la Laponia del Norte, Finlandia y demás, vive muy poca gente y tienen esos servicios, sobre todo Internet. Está la venta ambulante y otras iniciativas que tratan de solventar estas situaciones. En los pueblos pequeños tenemos claro que no podemos tener ni un hospital ni una universidad a la puerta de nuestra casa, a lo mejor tampoco el centro de salud, pero sí debemos tener el acceso, puede haber vehículos que nos desplacen hasta ahí, costeados por la Administración. Hay miles de fórmulas para poder garantizar ese acceso a los servicios porque somos ciudadanos y ciudadanas, pagamos nuestros impuestos y tenemos nuestros derechos.  Lo que pasa es que hay que organizar las cosas de otra manera, hay que verlo desde la perspectiva rural, no urbana, que es diferente, de cómo es la situación y cómo se puede mejorar. 

¿En qué medida la despoblación afecta al resto de la sociedad?

La despoblación no es el problema de las personas que vivimos en los pueblos, nosotros la vivimos, la sufrimos y a veces la disfrutamos, nos afecta a todos. El medio rural es el lugar donde se producen los alimentos, el oxígeno y donde están los recursos básicos para la vida. Si el medio rural se destruye, pierde sus agricultores y ganaderos, en la ciudad se comerán alimentos industrializados, ni naturales, ni sanos, esto nos afecta.  El territorio se pierde si no hay gente que lo gestiona.  Los incendios se producen básicamente porque a veces no nos dejan hacer una gestión a las personas que lo ocupamos, la deforestación nos perjudica a todos, este desequilibrio es insostenible, no podemos estar como estamos en estas zonas y, al otro lado de la sierra, vivir cinco millones de personas, donde cada día tienen una boina negra encima de la cabeza. Si la demografía estuviera equilibrada y repartida en el territorio de otra manera, probablemente estaríamos de otra forma, los montes limpios y no habría riesgo de incendios.   

Los partidos políticos y las instituciones incluyen en su agenda el tema de la despoblación, pero ¿ofrecen soluciones que puedan ser positivas?

Llevamos 25 años hablando de despoblación, Codinse surge para paliar sus efectos y para intentar mantener a la población en el territorio, incluso para atraerla, pero las circunstancias han hecho que este tema esté ahora de moda, hay publicaciones que han tenido mucha repercusión, como ‘La España vacía’, de Sergio del Molino, hay miles de jornadas, foros y talleres, solo hay que leer los periódicos para ver que hemos conseguido que el tema esté en los medios y llegue a la agenda política, nosotros nos consideramos parte de este logro. Ahora estamos en periodo preelectoral y los partidos políticos están empezando a hacer propuestas pero la realidad es que, a fecha de hoy, no tienen claro cuales son las medidas que se tienen que adoptar. Es más, a veces hemos podido ver algunas medidas que se plantean en principio y que luego no son posibles de desarrollar en el medio rural. Ha habido medidas, como la Ley 45/2007, para el desarrollo sostenible del medio rural, muy interesante, pero nunca se ha desarrollado ni ha tenido presupuesto. Hasta ahora estamos siendo espectadores del discurso, lo que exigimos y esperamos quienes apoyamos la manifestación es que las medidas se pongan encima de la mesa ya porque, a partir de mañana, empieza a ser tarde, probablemente para algunos pequeños pueblos. 

¿Qué tipo de iniciativas ha puesto en marcha Codinse y qué resultado han tenido?

En el trasfondo de lo que hacemos siempre está la población, las personas, que es lo que más nos importa. No hay una fórmula mágica, al menos nosotros no la tenemos. En 2004, en colaboración con otros territorios de Castilla y León y de Aragón, pusimos en marcha un proyecto que llamamos ‘Abraza la tierra’, a través del cual ofrecemos información a quienes quieren vivir en el medio rural. Es verdad que también hay gente que aspira a cambiar su modelo de vida y no es fácil porque, a veces, no encuentran una vivienda adecuada o los recursos que necesitan, les hace falta un proceso de acompañamiento, personas que podamos informarles de cómo son las cosas, cada vez hay una desconexión mayor. Sergio del Molino dice en su libro que hay dos Españas que están muy cerca pero no se entienden, es cierto, hablamos lenguajes distintos porque las formas de vida son distintas, aunque tampoco están tan lejanas, y no todas las poblaciones son diferentes, en función de lo que ha sido su historia.  Por ejemplo, alguien llega a un pueblo y resulta que no hay colegio, pero no pasa nada, el niño no se va a quedar sin escolarizar, hay un transporte escolar, en Madrid también lo utilizan y resulta que, a lo mejor, hay un centro a la puerta de su casa y van a otro…  para que la población se quede a vivir en el medio rural debe haber una vinculación al territorio y a la gente. Crear empleos y viviendas para que la gente pueda llegar es una opción que vamos a tener que trabajar pero, además, hay que generar arraigo. Hace falta también cultura y vida social por eso trabajamos en iniciativas comarcales que nos unan a todos y favorezcan el asentamiento.   

¿Qué papel tienen la mujer y los jóvenes a quienes ustedes dirigen algunas de las propuestas en este cambio necesario?

Se dice que las mujeres y los jóvenes han abandonado el medio rural, es verdad, pero como echándoles la culpa y eso me empieza a molestar. Si se han ido, ha sido por muchas razones, habrá que preguntarse cuáles son e intentar solventarlas. Hay falta de oportunidades, para jóvenes formados no existe una opción de empleo, para las mujeres probablemente tampoco. Sin jóvenes y sin mujeres no va a ser posible el cambio y mantener el medio rural, tienen un papel clave y fundamental, tenemos que crear los medios y los espacios idóneos para que se queden. 

¿Hay futuro, la despoblación puede ser también una oportunidad para muchos municipios?

Nunca diría que la despoblación es una oportunidad, quien puede serlo es la repoblación y que los recursos que puedan tener los municipios, por pequeños que sean, se pongan a disposición de ésta y organizar las cosas de otra manera.  Hay que intentarlo, tenemos esa obligación, nos lo debemos a nosotros mismos y a nuestros antepasados que, durante siglos, han mantenido estos territorios, para que hoy estemos aquí, que nos gustaría dejar a nuestros hijos para mañana, como repetía Blas Berzal Cáceres, que fue presidente de Codinse, fallecido hace poco más de tres meses.