La dependencia es un asunto crucial de la sociedad, sin embargo, las ayudas que reciben estas personas sufren importantes variaciones dependiendo de cada autonomía. Así, el Círculo empresarial de Atención a las Personas (CEAPs) denuncia, mediante un estudio sobre este desigual reparto, que las diferencias en la aplicación de la Ley de Dependencia «se van agravando».

El informe, titulado El caos de la dependencia, muestra la divergencia en el gasto del PIB en el sector, que va desde el uno por ciento en Cantabria hasta el 0,33 en Baleares, con una media española del 0,54, muy lejos al dos por ciento europeo.

Cantabria también hace el mayor gasto por dependiente, 8.645 euros, seguida del País Vasco, mientras que Andalucía y Murcia ocupan los últimos puestos, con 5.324 euros y 5.731 euros respectivamente.

Las personas dependientes que reciben ayudas también varían según su residencia, ya que en Cataluña un 32,6 por ciento están en un «limbo» sin prestación, mientras que en Castilla y León baja hasta el 1,55 por ciento.

Mediante una ruta del caos, CEAPs detalló que Andalucía y Murcia serían los lugares óptimos para ser identificado como dependiente, con más del doble de posibilidades que en la Comunidad Valenciana o Canarias. Por su parte, una vez reconocido, al estar en Castilla y León o Castilla-La Mancha es más fácil conseguir ayudas, al contrario que en Cataluña o Canarias.