Di Maio y Salvini entierran el hacha de guerra

SPC
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Los líderes del M5S y la Liga zanjan su última crisis, que puso contra las cuerdas al Ejecutivo de coalición hace unos días, y relanzan la acción de Gobierno para el resto de la legislatura

Di Maio y Salvini entierran el hacha de guerra - Foto: FABIO FRUSTACI

Casi desde que nació, a principios de junio del año pasado, el Gobierno de Italia ha estado en crisis. La coalición formada por dos partidos tan divergentes como la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) ha vivido momentos de tensión, pero, sin duda, el más duro se produjo durante la campaña electoral de las europeas, que se celebraron a finales de mayo. Fue entonces cuando la situación fue tan extrema, que el propio primer ministro, Giuseppe Conte, obligó a los líderes de ambas formaciones, Matteo Salvini y Luigi di Maio, respectivamente, a solucionar sus problemas o, en caso contrario, dimitiría.

Con algún contacto telefónico, los dirigentes, que a su vez son viceprimeros ministros del Ejecutivo, acercaron posturas, pero hasta ayer no se dio por zanjada la crisis. Lo hizo el propio Conte, quien informó de que la reunión que mantuvo el pasado lunes con ambos sirvió para «relanzar la acción de Gobierno para el resto de la legislatura», dando así por superado cualquier contratiempo.

En el encuentro, que se prolongó hasta bien entrada la noche, «se hizo una revisión de las cuestiones más urgentes y de las iniciativas necesarias para relanzar la acción de Gobierno para el resto de la legislatura», indicó el premier.

Salvini y Di Maio protagonizaron una discusión «abierta y concreta» en la que acordaron enviar al Consejo de Ministros el decreto sobre seguridad que quedó pendiente antes de las europeas y acelerar el trámite parlamentario de la ley sobre el salario mínimo, actualmente en el Senado. 

«El primer ministro y los viceprimeros ministros se reunirán de nuevo en los próximos días para completar el plan de acción a seguir hasta el final de la legislatura», avanzó Conte, que mencionó entre los temas más acuciantes la «estrategia» a adoptar en el diálogo con la UE sobre el presupuesto italiano.

Di Maio confirmó que la cita «fue bien». «Fijamos algunos objetivos: reducir impuestos, aprobar una ley sobre el salario mínimo y lograr buenos resultados para los italianos», apuntó, para agregar que «el Gobierno seguirá delante si podemos hacer las cosas que los italianos necesitan». 

Las elecciones del pasado 26 de mayo aumentaron la brecha entre la Liga y el M5S, socios de Gobierno pero con una posición dominante de la formación de Salvini.

De hecho, el bloque ultraderechista ha ganado fuerza desde que entró en el Ejecutivo y así se ha demostrado en las últimas municipales, cuyos resultados se conocieron ayer, que dieron a los extremistas feudos de la izquierda, mientras que los de Di Maio apenas logró una victoria y fue el tercer partido más votado.