Dos carreras marcadas por las lesiones, juntas en la 'Roja'

Europa Press
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Sergio Canales e Iker Muniain se reencuentran en la selección española, donde comparten talento y un pasado plagado de lesiones

Dos carreras marcadas por las lesiones, juntas en la ‘Roja’ - Foto: EP

El seleccionador nacional, Luis Enrique Martínez, incluyó ocho novedades en la lista para los dos primeros partidos de clasificación ante Noruega y Malta y dos de las más sorprendentes fueron las de Iker Muniain y Sergio Canales, dos futbolistas, talentosos ambos y de muy temprana eclosión y distintos con el balón en el campo, pero que han llevado caminos muy parecidos por culpa de las lesiones de rodilla.

El bético disfruta esta semana de su primera convocatoria con la Absoluta, a pesar de haber sido importante con todas las categorías inferiores de la selección. Debutó en partido oficial con la Sub-16 en 2007, con la que fue campeón de Europa en 2008, después fue subcampeón de Europa con la Sub-19 en 2010 y estrella de la selección que jugó el Mundial Sub-20 de Colombia en 2011. Su mayor reto hasta ahora con la selección fue la clasificación para la Eurocopa Sub-21 de 2013, en la que marcó tres goles, pero una lesión le impidió participar en el torneo que España terminaría ganando en Israel.

Talento fabricado en el popular campeonato alevín de Brunete (Madrid), el cántabro debutó con 17 años con el Racing y sus prestaciones le sirvieron para fichar por el Real Madrid en el verano de 2010. José Mourinho le dio confianza al principio, pero no cuajó y se marchó cedido al Valencia, donde comenzó la mala racha de lesiones que han marcado su vida deportiva.

Y es que Sergio Canales ha sufrido tres graves problemas físicos, dos en su rodilla derecha y otra en la izquierda, todas ellas eran roturas de ligamento cruzado anterior. La primera llegó en 2011, frenando en seco la carrera de una de las promesas con más futuro del fútbol español en ese momento. Esa temporada se perdió 37 partidos con el Valencia.

Cuando volvió, en marzo de 2012, se empeñó en volver al nivel de inicio de temporada, pero la mala suerte se volvió a cruzar en su camino en forma de lesión. De nuevo el ligamento cruzado anterior, solo un mes después regresar a la competición.

Lo más duro estaba por llegar, cuando en diciembre de 2015, ya con la camiseta de la Real Sociedad y en el Bernabéu, volvía a romperse el cruzado. Esta fue la lesión más dura y más larga, con 266 días en el dique seco.

En un vídeo lanzado en las redes sociales de la selección, el cántabro cuenta que un tatuaje imitando las espina de un pez sobre la cicatriz le ayudó a recuperarse y verlo con humor.

 

 

El talento precoz que debutó en 2012

Este desgraciado tema, más el talento y la temprana aparición en el mundo futbolístico, es coincidente con Iker Muniain. El de Pamplona también se curtió en las categorías inferiores y fue clave en la Sub-17 que fue tercera en el Mundial de 2009, la Sub-19 de 2010 (subcampeón) y las Sub-21 de 2011 y 2013, en la que se proclamó campeón. De hecho, es el segundo jugador con más partidos en la 'Rojita'.

Pero antes de consagrarse ahí, ya había tenido la oportunidad de debutar con la Absoluta. Vicente del Bosque le llamó para el amistoso a beneficio de la AFE de finales de 2012 ante Venezuela y el salmantino le dio algo más de un cuarto hora. Sin embargo, no volvió y continuó en las categorías inferiores, formando parte de la selección olímpica que fracasó en Londres 2012.

Muniain fue internacional absoluto con 19 años, pero camino de los 17 ya había probado la sensación de debutar con el Athletic, señalado como el gran talento de la cantera de Lezama.

Con 16 años, 7 meses y 11 días fue el futbolista más joven en debutar con el Athletic Club, y semanas después, el más joven en marcar un gol con los 'leones' en Liga, al marcar en Valladolid, aunque antes ya había anotado en la previa de la Liga Europa para firmar la remontada ante el Young Boys en un partido al que casi no llega porque acudió al aeropuerto sin el pasaporte.

A partir de ahí se convirtió en pieza clave de los mejores años del Athletic hasta que inició un pequeño calvario en 2015, también por culpa de la rodilla y el ligamento cruzado anterior.

Su primera lesión fue en abril de 2015, cuando presumía de un gran nivel en el equipo vasco. Seis meses sin poder jugar al fútbol, en los que no pudo participar en las finales de Copa del Rey de esa temporada y en la Supercopa de España que el Athletic le ganó al Barcelona en agosto de ese año. No volvió a celebrar un gol hasta febrero de 2016.

El inicio de la temporada 2017/18 era prometedor, con la participación, además, en la Liga Europa. Precisamente, el 28 de septiembre, en los minutos de añadido del partido ante el Zorya Luhansk, sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. El Athletic volvía a perder al jugador más creativo y diferente que tenía en la plantilla.

Pero el navarro se rehizo, recuperó galones y tras un inicio complicado de campaña, la llegada de Gaizka Garitano le ha reactivado y ha provocado que Luis Enrique se fije en su "desborde, llegada al área y fantasía suficiente para dar el último pase". "Sólo hay que ayudarle a que haga gol", advirtió el asturiano al dar la lista.

Las lesiones se entrometieron en las carreras de Canales y Muniain, frenando las trayectorias de los que fueron dos de los mayores talentos ofensivos españoles. Ahora, ven como el esfuerzo y el trabajo para lograr un nivel alto tras lesiones de larga duración les han llevado a disfrutar de la selección absoluta, en su madurez futbolística.