Castilla y León recortó un 2,17 por ciento la aportación a la Atención Primaria del gasto sanitario público entre 2010 y 2018, un descenso que entre 2016 y 2018 fue del 0,68 por ciento. En el conjunto del país fue de menos 0,98 entre 2010 y 2018 y positivo entre 2016 y 2018, con un aumento del 0,23 por ciento.

Así se desprende del informe ‘La Atención Primaria en las Comunidades Autónomas’, correspondiente a 2021, elaborado por la Federación de Asociaciones para la defensa de la sanidad pública. 

Este estudio indica que Castilla y León dedicó un 15,25 por ciento del gasto sanitario público a la Atención Primaria, el cuarto mayor porcentaje por detrás de Andalucía (17,45), Castilla-La Mancha (16,96) y Extremadura (15,75 por ciento), y muy por encima de la media española del 13,92 por ciento.

En cuanto al gasto sanitario por habitante y año en 2018 fue en Castilla y León de 248,42 euros, frente a los 206,73 euros de media en España, con una oscilación entre los 261,75 euros de Extremadura y los 147,97 en Madrid. Además, siete de las comunidad están situadas por debajo de la media y destacan los casos de Madrid y Baleares (178,38 euros). Estas diferencias “tan importantes” generan según la Federación “necesariamente desigualdad en las prestaciones”.

En 2019 se había producido una pequeña disminución en el número de tarjetas sanitarias individuales (TSI) por profesional en medicina de familia, hasta los 907, la más baja del país, y en pediatría, hasta los 858. Por el contrario, en enfermería se produjo una subida de 1.158 a 1.226 y en personal administrativo, de 3.610 a 3.637.  

El número de consultas realizadas en Primaria en España disminuyó globalmente entre 2010 y 2019 un 4,62 por ciento, si bien lo hizo a costa de las consultas médicas (- 8,11 por ciento), porque se registró un aumento del 2,23 por ciento en las de enfermería. No obstante el número de consultas de medicina continuó siendo muy superior al de enfermería (1,76 veces mayor). Castilla y León contabilizó 15,57 millones de consultas de medicina y 9,5 de enfermería.

La frecuentación es mayor en las consultas médicas que en las de enfermería ((5,06 versus 2,87), y es mayor entre la población de más de 65 años. Oscila en las comunidades entre el 6,8 de Extremadura y el 3,84 de Cataluña en el caso de las de medicina y el 4,1 en Castilla y León y el 2,08 en Cataluña en el caso de enfermería. Esta variable, según la Federación, esta influida positivamente por la edad, y negativamente por el nivel socioeconómico, las mayores demoras en las citaciones y el grado de privatización en Primaria.

Por otra parte, el gasto farmacéutico por recetas, que es el que depende sobre todo de Atención Primaria, experimentó un crecimiento en la Comunidad del 20,9 por ciento, frente al 12,6 por ciento del conjunto del país. Mientras creció un 24,1 por ciento en la Comunidad Valenciana, descendió un 0,7 por ciento en Navarra. Finalmente, el gasto por habitante y año paso de 226,9 euros en 2014 a 274,5 en 2019 en Castilla y León.

De esta forma, la Federación de Asociaciones para la defensa de la sanidad pública abogó por incrementar notablemente los presupuestos sanitarios para la Atención Primaria, una cifra que se estima razonable es en torno al 20 o 25 por ciento del presupuesto sanitario público. “Seria importante una financiación sanitaria finalista para poder garantizar los presupuestos destinados a la Atención Primaria y acabar con la excesiva variabilidad actual”, concluyó la organización.