El contenedor marrón llegará a La Albuera a primeros de 2021

D. A.
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El sistema de recogida de contenedores 'quita-pon' se implantará en distintos puntos del casco histórico en torno a marzo, mientras el ADN Canino, con extracciones a los perros costeadas por la contrata, aún depende de cambios administrativos

Contenedor de restos orgánicos parecido al que se prevé en Segovia, pero tendrá cierre y se repartirán llaves entre los usuarios.

El Ayuntamiento de Segovia espera que el proyecto piloto de recogida de residuos orgánicos de La Albuera arranque entre enero y febrero de 2021. En total se repartirán unos 2.300 cubos de 10 litros de capacidad entre los hogares del barrio y otras tantas llaves para la apertura individual de los contenedores marrones que se instalarán en la calle, además de compostadores en dos colegios, El Peñascal y Eresma, y recogida específica en el mercado.

Los vecinos recibirán información con una campaña de buzoneo, publicidad y charlas. «Deben entender por qué lo hacemos, que esto no es un capricho», destaca el concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo. «Separar los residuos en origen ayuda al reciclaje y su valorización», objetivo que el propio Galindo persigue desde hace años. De hecho, en abril de 2017, siendo portavoz de IU en la oposición, propuso con una moción implantar el contenedor marrón para «reducir la contaminación y elaborar compost de calidad para los parques y jardines de la ciudad». Entonces el concejal de Medio Ambiente era Jesús García Zamora, que sugirió esperar a introducir esta novedad en la siguiente contrata, y en esos términos se aprobó la moción que empezará a cobrar forma en breve, anticipándose a la iniciativa de la UE (aún en fase de tramitación) de elevar tal sistema de recogida a obligatorio en 2024. «Al principio lo normal es que la confusión lleve a que haya muchos residuos impropios, de ahí que optemos primero por ganar experiencia con un proyecto piloto», avanza el concejal, pensando en la extensión del contenedor marrón al resto de la ciudad. 

Por lo demás, Galindo valora que tanto FCC como la Concejalía de Medio Ambiente están «trabajando intensamente» en los preparativos para completar la implantación de este proyecto y de otros ligados a una contrata que «va suponer grandes avances sociales y medioambientales y que mejorará claramente la calidad del servicio de recogida y limpieza». El acta de inicio de la nueva contrata se firmó con FCC el 19 de agosto, pero con un plan de adaptación que puede prolongarse un año. Incluye desde la renovación de la flota y la maquinaria hasta el cambio de todos los contenedores, más de 1.500, y casi un millar de papeleras.

Nuevo modelo de barredora-baldeadora insonorizada que se incorporará a la flota de Segovia de FCC.Nuevo modelo de barredora-baldeadora insonorizada que se incorporará a la flota de Segovia de FCC.

Aparte del proyecto de La Albuera, destaca un sistema de recogida ‘quita-pon’ para que, a partir de marzo o abril, los contenedores que más impacto estético causan en el casco histórico sólo estén a la vista desde última hora de la tarde hasta primera hora de la mañana. O el programa de ADN canino, que prevé el inventariado genético de todos los perros de la ciudad para identificar los excrementos que los dueños ‘olviden’ recoger y multarles, aunque ese servicio tiene todas las papeletas para ser el que más se demore.

De momento, FCC ya cuenta con un cronograma de trabajo, facilitado a El Día, con fechas aproximadas de implantación. Plazos de valor meramente orientativo, dado que el compromiso se limita a un tope general de doce meses de transición, si bien en principio se ha marcado el objetivo de culminarlo en once.

Las primeras novedades se aplican ya a nivel de rutinas de trabajo, por ejemplo, con repasos de limpieza en fin de semana por nuevas zonas de «ocio no regulado y/o botellón que han surgido con la nueva normalidad», advierte Galindo en alusión al lago Alonso, Campo Azálvaro o la calle Velloneros (polígono Acueducto). Obviamente, a la vez se mantiene la atención a zonas ya conocidas como la Hontanilla, la plaza de Colmenares o el paseo del Salón. También ha aumentado el vaciado de papeleras con una ronda al final del turno de tarde (21.00 horas) por los puntos donde más tienden a llenarse. El Ayuntamiento ha elevado el nivel de exigencia a la nueva contrata al establecer como condición que ninguna papelera pase del 80%, así que esta medida se prevé que continúe hasta instalar 32 papeleras de gran capacidad (80 litros, 2,5 veces más que las actuales) en zonas de gran afluencia, empezando por el Azoguejo.

En el cronograma figura que en próximas semanas ya haya nuevas papeleras, pero la idea es que todas estén en su emplazamiento al menos «antes de finalizar el año», tanto las 32 de gran volumen como 150 metálicas de tamaño convencional y 751 de plástico. Asimismo, los nuevos contenedores se esperan para diciembre o enero y también serán más grandes, con un tercio extra de capacidad (2.400 a 3.200 litros).

En plazos parecidos, entre noviembre y diciembre, recoge el cronograma un pilar fundamental del nuevo servicio, una plataforma electrónica de gestión integral, llamada Visión, con la que ya trabaja FCC en otros municipios. Facilitará el control de inventarios, información inmediata de suministros y consumos, aviso de incidencias asociado a un nuevo sistema de alertas ciudadanas, seguimiento de la flota o incluso la identificación y pesaje de contenedores con acceso inmediato a información sobre la cantidad, lugar y tipo de residuo recogido.

También antes de acabar 2020 se esperan seis carritos portacubos asistidos eléctricamente que facilitarán la labor de los peones de limpieza y mejorarán «el rendimiento del barrido manual en zonas con elevadas pendientes». Y siguiendo con la incorporación de maquinaria, llegará nuevo material de nevadas y generador de vapor entre octubre y noviembre, una pickup con cuchilla y esparcidor entre diciembre y enero, barredoras y una autobaldeadora entre enero y febrero o baldeadoras de calzadas entre febrero y marzo. 

La implementación del bloque de limpieza del nuevo servicio de FCC se prevé completar entonces, hacia el final del primer trimestre, incluyendo equipos que ya llegarán antes como uno nuevo de eliminación de pintadas (decapador y chorro de arena acoplable a un hidrolimpiador) y otro para los chicles (un kit de vapor también acoplable a hidrolimpiador). Pero quedarán meses por delante para culminar la renovación del bloque de la contrata relativo a la recogida de residuos. De hecho, los vehículos pesados son los que más tardan en servir los proveedores porque se fabrican a demanda, no en serie, de ahí que el estreno de camiones de caja abierta no se espere al menos hasta enero o febrero, ni los nuevos vehículos de lavado de contenedores hasta abril o mayo, meses en los que también deberían llegar los camiones de mayor tamaño.

De los 57 vehículos con los que contará la flota, 22 serán eléctricos y 18 funcionarán con gas natural comprimido; estos últimos, por cierto, requerirán la instalación de una gasinera en el Vial Interpolígonos, donde está la nave de FCC. 

Recogida quita-pon. Uno de los vehículos nuevos será específico para dejar y recoger los contenedores del sistema quita-pon y se espera que llegue en marzo o abril, de modo que sería en esas fechas cuando se elimine la presencia permanente de contenedores en zonas del casco histórico como la plaza del Potro, San Frutos-Plaza Mayor, calles Marqués Del Arco y Herrería con Juan Bravo, calle Platero Oquendo y la confluencia de Gobernador Fernández Jiménez con la avenida del Acueducto. Al mismo tiempo, Galindo recuerda que habrá recogida de vidrio puerta a puerta para los hosteleros. El cartón comercial, con un servicio similar al actual; y las fracciones de orgánica-resto y envases ligeros, con contenedores que se pondrán siete y cuatro veces por semana.

Tampoco deberían tardar demasiado otros contenedores, los de recogida de ropa, que se esperan desde que hace ya tres años largos la antigua concesionaria retirase los rosas al expirar su contrato. Entonces ya se contaba con integrar este servicio en la nueva contrata, pero con idea de que FCC subcontrate a un colectivo social para el reciclaje textil.

Por otro lado, el de ADN canino apunta a ser el programa que más se retrase porque sus plazos están más condicionados por el Ayuntamiento que por la nueva contrata. Primero se deben «modificar ordenanzas», destaca Galindo, para encajar las multas en la normativa autonómica de animales y poder elevar a obligatorio que los segovianos lleven a sus perros a extraerles ADN (análisis de sangre o pruebas al estilo de las PCR) de cara al inventario municipal. El coste de las pruebas, eso sí, va con cargo a la contrata, sin pagos a mayores por parte del ciudadano.

En cualquier caso, con o sin ADN canino, y aunque sea arrastrando ya los tres años de demora del concurso para adjudicar la contrata, el resto del nuevo servicio de recogida y limpieza no debería tener problemas para completar su implantación en un plazo de nueve o diez meses, entre julio y agosto de 2021.