La Tercera más incierta

Nacho Sáez
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El nuevo formato de competición y la amenaza del coronavirus marcan una temporada clave para la Segoviana y La Granja, más obligados que nunca a conseguir sus objetivos.

Gabri y Álex Conde durante el último derbi CD La Granja-Segoviana. - Foto: Juan Martín Gimnástica Segoviana

La Gimnástica Segoviana y el Club Deportivo La Granja afrontan este fin de semana –coronavirus mediante– sus primeros partidos de liga en el grupo octavo de Tercera División más extraño y más incierto que se recuerda. El nuevo formato de la competición y la amenaza de que los contagios hagan saltar por los aires el calendario marcan el inicio de una temporada clave para los dos representantes segovianos, obligados más que nunca a lograr sus objetivos ante la reorganización de la Segunda División B que entrará en vigor la próxima campaña. El conjunto gimnástico, favorito siempre a subir a la división de bronce, necesita lograr el cuarto ascenso de su historia para no verse abocado a permanecer en lo que a partir de la próxima temporada será la quinta categoría del fútbol español. Por su parte, La Granja, que eludió el descenso por el parón de la competición debido a la pandemia, no se puede permitir una temporada como la pasada si quiere tener opciones de no ser uno de los siete equipos que darán con sus huesos en la Regional.

Cualquier parecido de la competición de Tercera con años anteriores es pura coincidencia. Algunos equipos llegarán a disputar hasta tres fases. En la primera estarán todos, repartidos en dos grupos de 11 y 12 equipos, respectivamente, en los que se peleará por dos objetivos. Los tres primeros clasificados de cada uno pasarán con los puntos que hayan logrado a una segunda liguilla también a doble partido en la que los dos mejores lograrán el ascenso directo, mientras que los otros cuatro disputarán un ‘play off’ –en busca de la otra plaza de ascenso en juego– junto al primero y el segundo de la liguilla que disputarán quienes queden entre el cuarto y el sexto en la primera fase. El resto de equipos de los subgrupos iniciales se jugarán la permanencia entre sí en un campeonato de 11.

El cuadro con colores que acompaña a esta información quizás sea más ilustrativo de este galimatías de indescifrable desenlace. Antes de que el balón eche a rodar ya hay equipos confinados, como la Arandina, que este sábado debería haber visitado el campo de El Hospital para medirse a La Granja. «Si cada vez que haya un positivo se va a confinar a un equipo, va a ser difícil terminar la competición», razona Ricardo de Andrés, nuevo entrenador de un conjunto granjeño que mantiene a su principal emblema, Pluma, y que se ha reforzado con jugadores jóvenes con los que pretende convertirse en «un equipo valiente, sobre todo en El Hospital».

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«Quiero que seamos intensos, que peleemos cada balón, que no tengamos miedo de presionar en campo rival y que vayamos a por los partidos», apunta Ricardo, que afronta su primera experiencia como técnico en Tercera tras dirigir a los juveniles de la Segoviana. Encontrar el camino de la portería contraria volverá a ser el desafío de un equipo que ya ha demostrado tener armas para ser sólido. «El gol es lo más complicado y depende de diversos factores, como que lleguen buenos balones arriba, pero creo que tenemos gente con una capacidad extraordinaria de cara al gol», reflexiona el técnico.

La Federación decidió este viernes aplazar su partido contra la Arandina, pero todos sus futbolistas se encontraban disponibles. «Estamos contentos con la plantilla. Hemos tenido suerte con las renovaciones y con la gente que ha llegado. Tenemos un equipo joven, pero no podemos poner pegas y estoy seguro de que con ganas y con actitud van a suplir las carencias que puedan tener por su edad», razona. Respecto al aumento de la dificultad parta lograr la permanencia derivado del nuevo formato, admite que «vamos a tener que hacer muchas cosas bien». «Pero tenemos confianza», remacha.

FAVORITO. Su pretemporada ha sido atípica, como también la de una Gimnástica Segoviana que mantiene al mismo entrenador –Manu González– y la columna vertebral de la plantilla que le permitió finalizar las dos últimas temporadas en la segunda posición. Un puesto que este curso le daría billete directo de ascenso y al que es favorito en ausencia del Zamora. Su propia junta gestora ha marcado como meta ineludible subir de categoría, pero en conversación con esta redacción esta semana su técnico prefería ser cauto. «Me gusta que nos pongan el cartel de favoritos, pero ahora hay que demostrarlo. Otros equipos del grupo se han gastado bastante más dinero que nosotros», argumenta González.

Los fichajes de Carmona, Borao, Del Castillo, Alejandro Nogueira, Jorge Sánchez y Fran Adeva parecen compensar las carencias que arrastró el equipo la pasada temporada, aunque su técnico no piensa modificar la filosofía de juego. «Nos ha ido bien los dos años que llevo yo aquí: hemos sido en ambas segundos. Ahora hemos conseguido traer jugadores polivalentes y versátiles que, en determinados momentos, nos van a permitir cambiar la forma de jugar, pero las señas de identidad van a ser las mismas», asegura.

Los azulgrana tratarán de nuevo de llevar la iniciativa de los partidos en el marco de una competición que no va a hacer concesiones. «Al ser una liga tan corta y al arrastrarse los puntos de la primera fase, va a penalizar mucho más todos los puntos que te dejes por el camino», opina el preparador madrileño, que ve «a todos los equipos» con opciones de pelear por los puestos de privilegio: «Cuando uno empieza bien, coge confianza y ya es difícil bajarle de ahí. Va a ser importante hacernos fuertes en nuestro campo».

Como a su homólogo de La Granja, la incertidumbre que rodea al desarrollo de la competición por los posibles contagios es casi lo que más le preocupa. «A ver cómo se da porque no dependemos de nosotros mismos. Yo tengo a cuatro que trabajan de profesores en colegios, a otros en fábricas y no somos como los profesionales que les hacen una PCR cada cuatro o cinco días. Va a ser una lotería», indica.

Para esta primera jornada, el técnico gimnástico no podrá contar en principio con Adrián, con molestias, ni con Borao y Alejandro Nogueira, que se recuperan de sendas  roturas musculares. Habrá que esperar para ver si están disponibles para el primer gran partido de la temporada, que llegará el 9 de noviembre con el Clásico contra el Real Ávila en La Albuera. Para disfrutar de los derbis ante La Granja será necesario aguardar hasta la última jornada de cada vuelta (el 10 de enero y el 21 de marzo), mientras que los duelos contra la Arandina, otro de los grandes favoritos, quedan reservados para el 29 de noviembre y el 21 de febrero. Afortundamente el balón vuelve a rodar un año más en los campos de fútbol segovianos, que eso sí tendrán restricciones de aforo para los aficionados por culpa del coronavirus. Son los tiempos que corren para esta Tercera División extraña e incierta en la que la Segoviana y La Granja confían al menos en poder mostrar su mejor versión sobre el terreno de juego.