Rachas de 90 kilómetros por hora estaban anunciadas en la provincia de Soria este domingo, un invitado que cambió el decorado del partido que tenían que disputar en La Arboleda el Almazán y la Segoviana. El balón se convirtió en un elemento indomable para los futbolistas, excepto para Javi Borrego, tremenda su segunda parte.

Antes, al poco de que se alzara el telón, Dani Arribas había allanado el camino con un zapatazo de falta a la escuadra que llevó las manos a la cabeza a sus compañeros. Ayudado por el viento, apuntó desde 35 metros y dejó con el molde al portero del Almazán. 0-1.

Con el marcador a favor, sin embargo, la Segoviana tardó un tiempo entero en encontrarse a gusto. En ese tramo, Edipo amenazó a Christian y reclamó un penalti que sí que pareció pero que el árbitro no señaló.

Ahí se acabaron las opciones del Almazán, borrados del campo en el segundo periodo por una Segoviana ahora sí en su mejor versión. Pese a las condiciones adversas meteorológicas -es verdad que menos evidentes que antes del descanso-, los de Manu Gonzalez cerraron a cal y canto su portería y acumularon méritos para aumentar su ventaja.

Elías, Dani Arribas y Diego Gómez acariciaron el 0-2 antes de que el Almazán se quedara con diez -por una roja directa quizás excesiva- y de que Elías culminara con clase un contragolpe en la última jugada del partido. Ese gol selló una victoria que permite afrontar a la Segoviana la próxima jornada -en la que descansará- con la paz que otorgan sus últimos triunfos tras el chasco contra la Arandina.