El balance de muertos a causa de la represión de las manifestaciones de este viernes en la capital de Irak, Bagdad, ha aumentado a cuatro, según fuentes policiales, en una nueva jornada de movilizaciones antigubernamentales en el país. Las fuerzas iraquíes han abierto fuego y han empleado gases lacrimógenos en uno de los principales fuentes de la ciudad, el de Ahrar, en unos incidentes que se han saldado con más de 60 heridos. Sin embargo, el portavoz militar de la oficina del primer ministro ha negado que haya habido víctimas mortales durante la jornada. Los manifestantes han lanzado piedras y fuegos artificiales contra las fuerzas iraquíes desde detrás de la barricada que han erigido en el puente, mientras que algunos han logrado devolver varios botes lacrimógenos lanzados contra ellos. En Basora, las fuerzas de seguridad han logrado reabrir la entrada del principal puerto del país, Umm Qasar, el cual había estado bloqueado por los manifestantes desde el lunes. Sin embargo, según fuentes portuarias, la actividad comercial sigue sin funcionar como de costumbre. Al menos 329 personas han muerto desde que empezaron las masivas revueltas en Bagdad y en el sureste del país a principios de octubre, en lo que supone una de las mayores muestras de rechazo al Gobierno desde la caída de Sadam Husein en 2003. Los manifestantes reclaman la salida del Gobierno de los políticos corruptos, a los cuales se critica por estar al servicio de intereses extranjeros. Insatisfecha por las promesas incumplidas, una parte de la población ha optado por la desobediencia civil. Entretanto, el principal clérigo chií del país, el gran ayatolá Alí al Sistani, ha llamado este viernes a los políticos a apresurarse en la aprobación de la nueva legislación electoral ya que el cambio es la única manera de resolver la situación actual. "Afirmamos la importancia de acelerar la aprobación de la ley electoral y la ley de la comisión electoral ya que esto representa que el país supere esta gran crisis", ha señalado su representante durante el sermón del viernes en la ciudad santa de Kerbala. Naciones Unidas reclamó el miércoles al Parlamento de Irak "mejoras" en el proyecto de ley electoral que está siendo sopesado antes de su aprobación, dejando entrever que en estos momentos no "satisface" las demandas de la población.