La cuarta ola alarga el parón de las agencias de viajes

David Aso
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Las reservas de verano que a estas alturas proliferaban otros años son aún inexistentes y casi no hay ofertas de paquetes, pero sí vuelos y hoteles con fuertes caídas de precios

Viajes - Foto: Rosa Blanco

Para las agencias de viajes, después de un invierno extraordinariamente duro, la primavera ha arrancado todavía muy fría. Con su negocio aún reducido a las mismas posibilidades de quien vende hielo en el Polo; poco más, dado que la demanda para viajar en fechas próximas se mantiene congelada por las restricciones de movilidad, mientras el lento ritmo de vacunación y la cuarta ola tampoco animan las reservas anticipadas de verano que otros años por estas fechas ya se prodigaban. La escasa actividad que tocan ahora por Segovia se limita a algún extranjero que busca un vuelo a su país de origen, alguna gestión para empresas por viajes de trabajo, escapadas contadas por Castilla y León… 

En teoría la situación estará mucho mejor de aquí a unos meses, sí, y el presidente del Gobierno aseguraba el martes que la inmunidad todavía es posible para el 70% de la población hacia finales de agosto, pero el coronavirus sigue siendo lo único que se mueve con libertad por todo el planeta. Aunque, por otro lado, quien pese a todo se aventure a buscar una escapada, puede encontrar precios anormalmente bajos: desde turismo de proximidad con dos noches de alojamiento en habitación doble en un hotel de cuatro estrellas de Salamanca por 50 euros (12,5 por persona y noche) hasta billetes para volar a Argentina, Colombia, México u otros destinos americanos a la mitad de lo que costarían fuera de pandemia.

En Segovia hay 22 agencias y casi todas mantienen sus oficinas cerradas al público desde que se desató la crisis sanitaria, con la excepción de la pequeña ventana de actividad que vivieron el verano pasado, apenas un espejismo. Las que tienen asalariados los mantienen en ERTE; y las que son de autónomos, capeando el temporal a duras penas con las ayudas de cese de actividad tras alegar pérdidas por encima del 75%. 

Luis García Patiño, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Segovia y responsable de Viajes Patiño. Luis García Patiño, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Segovia y responsable de Viajes Patiño. La mayoría se limita a atender clientes por teléfono o email, salvo casos contados como el de Kharolosviajes en Vía Roma, que abre todas las mañanas y un par de tardes por semana, pero puede pasarse horas sin ver asomarse a nadie. El pasado otoño empezó a comercializar desde líneas de teléfono hasta Thermomix y alguna de estas últimas ha conseguido vender, pero lo que es personas preguntando por paquetes de viajes o similar, «igual entran dos o tres cada semana», advierte su gerente, Manuel Cecilia. Su compañera, Olga de Santos, trabaja en el diseño de otra línea de negocio centrada en el turismo receptivo bajo la marca Travelchefsegovia, pensando en ofrecer rutas o actividades dentro de la capital o por el resto de la provincia para clientes locales o de fuera. Cualquier hilo de actividad vale para coser algo del roto de un año largo gestionando más cancelaciones y reembolsos que contrataciones.

«La gente sigue sin ver el final de esta crisis para volver a viajar como antes, o para hacer algo parecido, y nosotros tampoco somos capaces de transmitirles seguridad», reconoce. «No hay más que ver la cantidad de españoles que se han quedado atrapados en Marruecos», alrededor de 3.000, incluidos algunos segovianos afectados por la controvertida decisión del Gobierno de ese país de suspender sus vuelos con España y Francia en plena Semana Santa.

«Aun así abrimos la agencia porque psicológicamente nos va mejor, la verdad, aunque sólo sea para limpiar, romper papeles pasados, hacer cursos online… Hay días en que te levantas tocado porque habría que ser de otra pasta para que no te diera bajón en algún momento, pero hay que seguir». Pese a todo, intenta ser optimista. «Nosotros tenemos la confianza puesta en el fin del Estado de Alarma el 9 de mayo», continúa el gerente de Kharolosviajes. «Si de verdad se levanta (Pedro Sánchez afirmaba el martes que así será), las vacunas empiezan a llegar más rápido, la UE termina de aprobar el pasaporte sanitario y las cifras de coronavirus bajan en todos los países, igual de aquí a un mes empezamos a ver luz». De lo contrario, «va a ser imposible que aguantemos otro año sin vender y la mayoría tendremos que cerrar», lamenta.

Manuel Cecilia, gerente de Kharolosviajes.Manuel Cecilia, gerente de Kharolosviajes.CAÍDA DE PRECIOS. El presidente de la Asociación de Agencias de Viajes, Luis García Patiño, coincide en percibir «demasiada incertidumbre» como para que el sector empiece a remontar. «Hay autónomos que abren unas horas, pero los que tenemos asalariados seguimos con los ERTE de fuerza mayor y esperando ayudas», confirma.

Sin embargo, algo sí que empieza a cambiar en el discurso de las agencias. Al invierno llegaron asumiendo un mensaje tan antinatura para ellas como recomendar que no se hicieran reservas a más de 15 días vista, pero «ahora podemos abrirnos un poco más», considera García Patiño. «Hace tres meses hacer anticipadas era una locura y ahora pues bueno, si no llegamos al verano con el 70% de la población vacunada, pero sí con un alto porcentaje, con cierta cautela y siendo conscientes del riesgo, hay determinadas reservas que se pueden ir gestionando», matiza.

«Lo que sí tenemos claro es que si se reactiva algo, será sobre todo para turismo nacional y un poco de movimiento por Europa, por países que siguen criterios parecidos a los nuestros respecto a la pandemia y que estén en una situación parecida», vaticina. Los circuitos de largas distancias, igual que todo lo relativo al turismo de congresos, ya los da por perdidos para lo que queda de año. «Son nuestras principales fuentes de negocio, pero no vamos a poder contar con ellas».

¿Y qué recomienda a quienes puedan estar dispuestos a preguntar por viajes de cara al verano, o para cuando se levanten restricciones de movilidad, con idea de pescar buenos precios en río revuelto? «Ofertas como tal no hay porque ningún operador se ha lanzado todavía a hacer paquetes serios y fiables, pero sí que es verdad que ahora los vuelos están sensiblemente más baratos de lo habitual», señala. «Sacar un billete para Argentina por 600 euros era algo impensable antes de la pandemia y la semana pasada gestionamos uno por ese precio de Madrid a Buenos Aires con vuelo interior a Córdoba incluido», cita como ejemplo, y sucede parecido con otros destinos de América como Honduras, Colombia o México. 

«Pero no es que sean ofertas como tal, sino la dinámica que hay ahora porque los aviones van casi vacíos, aunque las frecuencias se hayan reducido mucho», incide el presidente de la patronal provincial del sector. «Ahora bien, que todo el mundo sea consciente de que sigue habiendo un riesgo», ya sea por hipotéticas cancelaciones de la aerolínea o por restricciones improvisadas por los gobiernos del país de destino «que si te cogen todavía aquí no pasa nada, entras en el proceso de reembolso y ya está, pero también te puede pasar como a los 3.000 españoles de Marruecos». Incluidos dos clientes suyos a los que ha tenido que ayudar a regresar.

Cierto es, por otro lado, que las condiciones de cancelación «se han ido adaptando a las circunstancias y ahora son más flexibles que antes de la pandemia», valora ahora el gerente de Kharolosviajes. «Han salido ofertas en las que se permite cancelar hasta dos días antes si no hay vuelos contratados, o entre siete y diez días antes si lo hay, pero es que la gente sigue muy bloqueada y aún no piensa en viajes», incide, por más que tenga opciones de paquetes para el Caribe o Dubai «por 900 euros o menos», frente a más de 1.100 o 1.200 en condiciones normales.

Entretanto, las agencias todavía lidian hoy con impagos de mayoristas acumulados por cancelaciones desde que se desató la pandemia. «No entiendo que el Gobierno dé ayudas a compañías aéreas, navieras y demás sin que les obligue por lo menos a pagar con ese dinero los reembolsos que nosotros ya hemos tenido que hacer a los clientes por las cancelaciones del último año», continúa Manuel Cecilia. Si uno adquirió un billete para un vuelo y éste se canceló, es la aerolínea la que debe asumir la devolución aunque la compra se gestionara con mediación de una agencia, pero si se trataba de un viaje combinado (circuitos o paquetes de vuelo y alojamiento, por ejemplo), la ley obliga a la agencia a responder por ese dinero aunque no esté en sus manos y después le toca reclamar a la compañía. Una garantía para el cliente y un problema añadido para las agencias, a la espera de un poco de certidumbre que anime a cambiar su destino, y el de muchos por unos días.