La Comunidad suma cinco rutas señalizadas de cicloturismo

SPC
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Los recorridos vertebrarán todas las provincias de la Comunidad potenciando la oferta turística

Finalizada la señalización de cinco rutas de cicloturismo.

La Junta de Castilla y León finalizará el Programa de cicloturismo de la Comunidad a partir de la señalización de las cinco rutas que conforman el proyecto. Una serie de trazados diseñados a partir de criterios históricos, culturales y naturales de máxima relevancia desde el punto turístico, con repercusión nacional e internacional.

El Programa de cicloturismo de Castilla y León une todas las capitales de provincia de la Comunidad y para su desarrollo se ha destinado una inversión cercana a los dos millones de euros, como informa Ical.

La primera ruta discurrirá por las cuencas mineras del carbón entre Palencia y León, para así dotar a los municipios mineros por los que atraviesa de una infraestructura turística que permitirá dar a conocer sus paisajes, así como su valioso patrimonio industrial minero. La ruta recorrerá un total de 531 kilómetros de este a oeste de Castilla y León, con 1.495 señales instaladas a lo largo de las dos provincias. El trazado cruzará 45 municipios y contará con un total de 60 Bienes de Interés Cultural en el trazado.

Respecto a la ruta de la Vía de la Plata, el segundo trazado atraviesa las provincias de León, Zamora y Salamanca, recorriendo 384 kilómetros de norte a sur de Castilla y León, con un total de 1.062 señales instaladas a lo largo de las tres provincias. Dicho trazado cruzará 63 municipios y contará en el camino con un total de 146 Bienes de Interés Cultural.

En tercer lugar, el proyecto cicloturístico contará con una travesía europea a partir de la ruta Eurovelo 1, con una longitud de 8.186 kilómetros, desde Noruega hasta Portugal, de los cuales 488 kilómetros trascurren por la comunidad. En el lado castellano y leones pasará por 90 municipios y contará con un total de 1.217 señales y 372 Bienes de Interés Cultural.

Por otro lado, la ruta del Duero se ha tomado como referencia principal el recorrido natural del propio río Duero dentro de Castilla y León. El trazado atravesará las provincias de Soria, Burgos, Valladolid, Zamora y Salamanca. Se describe la ruta en dirección Salamanca, siguiendo el curso de las aguas del propio río. Comenzando en la localidad de Duruelo de la Sierra, población cercana a su nacimiento, hasta llegar al muelle fluvial de Vega de Terrón, en la provincia de Salamanca, donde el río cruza la frontera y se adentra en Portugal. En este largo recorrido, la Ruta pasará por enclaves monumentales que recuerdan la importancia del río a lo largo de su historia.

Además, todo el recorrido cruzará diferentes comarcas vitivinícolas a partir de las denominaciones de origen de Ribera del Duero, Toro y Arribes del Duero. La ruta en su totalidad recorrerá 727 kilómetros, con 2.065 señales instaladas a los largo de las cinco provincias y cruzará 84 localidades con 294 Bienes de Interés Cultural.

Por último, el trazado del sureste conectará las capitales de provincia de Salamanca Ávila, Segovia, Soria y Burgos, en un recorrido total de 678 kilómetros del suroeste al noreste. Una ruta que pondrá en valor las vías pecuarias como la Cañada Real Soriana Occidental. En todo el recorrido se vertebrarán 96 municipios, además los 406 Bienes de Interés Cultural existentes en el trazado.

Señalización

En cuanto al sistema de señalización direccional, con un total de 7.502 balizas, es el establecido por la asociación I.M.B.A. España, basado en una señal consistente en una placa con forma de rectángulo de color blanco, sobre la que se inserta un pictograma compuesto por un triángulo equilátero que en su base lleva dos circunferencias.

El sistema de IMBA para clasificar la dificultad de una ruta o sendero es el método más utilizado para clasificar la dificultad técnica relativa en función de varios aspectos. Este sistema de calificación ayuda a que los usuarios de la ruta dispongan de la suficiente información para tomar las decisiones acertadas en función de su nivel físico y técnico; gestionar el riesgo y minimizar la posibilidad de accidentes y mejorar la experiencia al aire libre para todos los usuarios de la ruta.

La señalización indicará el número de la ruta con el color en función de los diferentes colores que se establecen para reconocer la dificultad del sendero. Con este sistema de señalización se garantiza la mayor seguridad de los usuarios y la adecuación del itinerario seleccionado a las condiciones y habilidades de los mismos.