Las toallitas atoran 75 veces al año las tuberías de Segovia

DS
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En los tres últimos años, el promedio/año de los residuos de cribado (toallitas, preservativos, plásticos, telas...) que han llegado a la EDAR es de 233.630 kg/año y de 2.000 kg/año de grasas.

Las toallitas atoran 75 veces al año las tuberías de Segovia

El Ayuntamiento vuelve a hacer un llamamiento a los ciudadanos en general, establecimientos hosteleros e industrias segovianas, para que sean conscientes de que todo aquello que se tira por los desagües e inodoros termina en la red municipal de alcantarillado. Los residuos que se acumulan en las tuberías provocan atascos y malos olores que perjudican a todos.

 

Para insistir en este mensaje, la concejalía de Obras y Servicios pone en marcha la campaña de sensibilización, “Si todos colaboramos, todos ganamos”, cuyo objetivo es evitar que textiles, toallitas, plásticos, productos de higiene personal, especialmente pañales y bolsas que no se deshacen en el agua, y aceites, lleguen a la red de alcantarillado municipal y a la Estación depuradora de aguas residuales (EDAR), donde se deben tratar para su posterior vertido al río Eresma.

 

En los tres últimos años, el promedio/año de los residuos de cribado (toallitas, preservativos, plásticos, telas...) que han llegado a la EDAR es de 233.630 kg/año y de 2.000 kg/año de grasas.

 

El Ayuntamiento prepara una ordenanza reguladora de vertidos de aguas residuales a la red de alcantarillado de Segovia. De forma concreta, se pretende regular y controlar el uso de los sistemas generales de saneamiento, proteger la salud del personal encargado de la explotación y el mantenimiento de colectores y de la planta de tratamiento, garantizar, mediante los tratamientos previos adecuados que las aguas residuales industriales que entran en los sistemas, tengan características aceptables, y garantizar que no se obstaculice el funcionamiento de las plantas de tratamiento.

Además, hay que tener muy presente que el Plan hidrológico de cuenca determina que la zona del río Eresma, receptor del vertido tras su paso por la EDAR, está catalogado como zona sensible, lo que obliga a que los parámetros de vertido (eliminación de nutrientes como nitrógeno y fósforo) sean más exigentes.

 

La Ordenanza afectará a todos los usuarios, domésticos y no domésticos (actividades industriales y hosteleras), de las infraestructuras de saneamiento dentro del término municipal de Segovia, pero también a los ayuntamientos de San Cristóbal y la Lastrilla ya que vierten sus aguas a la red de alcantarillado municipal.

En definitiva, con esta Ordenanza se busca solucionar los problemas derivados de los vertidos de aguas residuales urbanas e industriales, que provocan daños y sobrecostes importantes en la explotación de las infraestructuras.

 

Sólo en 2018, el Ayuntamiento tuvo que solicitar en 75 ocasiones los servicios de una empresa privada especializada para poder desatascar las tuberías de la red general debido a las averías provocadas por vertidos como plásticos, aceites o toallitas. A estas intervenciones hay que añadir las que realiza el equipo del Servicio de mantenimiento de la concejalía de Obras y Servicios.