Segovia, con su menor cifra de nacimientos en más de 75 años

D. A.
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El dato definitivo de 2018, publicado por el Instituto Nacional de Estadística el 11 de diciembre, marca el mínimo histórico de la provincia en toda la serie estadística, que se remonta a 1941, y coincide con la segunda cifra más alta de defunciones

Segovia, con su menor cifra de nacimientos en más de 75 años

El Instituto Nacional de Estadística (INE) no va nada desencaminado con las negativas proyecciones de población que contemplaba para Segovia en un informe que actualizó en noviembre del año pasado. Entonces advertía que la provincia podría bajar de los 145.000 habitantes en 2032 (144.437 exactamente), 9.675 por debajo de los 154.112 registrados como población residente con fecha 1 de enero de 2019, si persistían las tendencias demográficas actuales (nacimientos, muertes y migraciones). Y la realidad le está dando la razón, según constatan los datos que acaba de publicar esta semana. Proyectaba que Segovia registraría 1.051 nacimientos y 1.785 defunciones en 2018 y casi ha clavado los dos datos, al situarse en 1.058 y 1.776, respectivamente.

Ya en un avance de resultados provisionales que hizo en junio apuntaba en esa línea y ahora se confirma que Segovia contabilizó en 2018 su cifra más baja de nacimientos de toda la serie estadística, la segunda más baja en defunciones y el peor crecimiento vegetativo (balance de nacimientos frente a defunciones) que ha registrado nunca.

El INE maneja principalmente dos estadísticas de nacimientos, según se tenga en cuenta el lugar de residencia de la madre, en cuyo caso atribuye a Segovia 1.058 nacimientos, o el lugar de registro del niño (1.002). La primera serie estadística parte del año 1975, la segunda de 1941, y no hay peores resultados en ambos casos que los de 2018.

La serie estadística más larga da especial vértigo al comprobar como el máximo histórico de nacimientos se alcanzó en 1944 con 5.163, cinco veces más que ahora. Aquella espectacular cifra fue decayendo y 1979 fue el último año con más de 2.000 (en concreto 2.001). Después de marcar un mínimo de 1.143 en 1999, la inmigración propició una esperanzadora subida por la que se alcanzó el pico del nuevo milenio en 2008 con 1.514 nacimientos, pero desde entonces la caída ha sido casi constante hasta los citados 1.002 de 2018, un año en el que 110 pueblos no llegaron a escuchar el llano de un solo recién nacido.

En cuanto a las defunciones, la peor cifra de la serie estadística, que se remonta a 1975, sigue siendo la de 2015 con un total de 1.814, aunque las 1.776 contabilizadas en 2018 se sitúan inmediatamente después. Y en estas circunstancias, con el mínimo histórico de nacimientos y la segunda peor marca de muertes, 2018 sólo podía marcar el peor crecimiento vegetativo de Segovia, con un saldo negativo de 718 habitantes, arrojando así una pérdida de dos habitantes al día por este motivo, sin contar que además el balance de emigración e inmigración también es negativo. Y lo peor no es sólo el dato de 2018, sino la tendencia, ya que la provincia no ha vuelto a ver más nacimientos que defunciones desde 1987, cuando se anotó un modesto +33.

Leve repunte en 2019. Cierto es, por otro lado, que los datos provisionales del primer semestre de 2019, también publicados por el INE esta semana, apuntan una ligera mejoría en Segovia al contabilizar 542 nacimientos, frente a los 532 o los 513 de esos mismos periodos de 2018 y 2017. De hecho, ya se sabe que la madre de todas las crisis no es exclusiva de Segovia, ni mucho menos, y a pesar de ser ésta la tercera provincia más despoblada de España, o la quinta si se incluye a ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, resulta que en el primer semestre de 2019 no hubo cuatro, sino hasta siete con peor natalidad. Así, aparte de Teruel, Soria, Melilla y Ceuta, que son las provincias o ciudades autónomas con menos población que Segovia, también hubo menos nacimientos en Palencia (475), Ávila (459) y Zamora (409).

No en vano, los datos definitivos de 2018 afianzan a Castilla y León como la segunda Comunidad con peor saldo vegetativo (-14.253), sólo superada por Galicia (-15.859), después de que durante el año pasado registrara 15.044 nacimientos frente a 29.297 defunciones. La esperanza de vida en Castilla y León se situó en 83,9 años en 2018, la edad media de maternidad está ya en los 32,7 años y la del primer matrimonio en 34,7. Y tampoco los datos del primer semestre de 2019 cambian esa pésima tendencia de Castilla y León porque vuelve a estar tras Galicia, con 8.007 muertes más que nacimientos en los seis primeros meses de 2019, peor incluso que en 2018. Su número de nacimientos cayó en concreto un 5,7% con respecto al primer semestre de 2018 (7.077 frente a 7.501), mientras las defunciones bajaron un 2,2% (15.084 frente a 15.418).

Con estos datos Castilla y León se sitúa por tanto como la segunda autonomía con el peor saldo vegetativo más negativo (-8.007) tras Galicia, que registró -8.426 personas; y la Comunidad Valenciana tras ellas, con -5.287. Entretanto, sí consiguieron saldos positivos Ceuta y Melilla (119 y 219), así como Baleares (219), Murcia (359) y Madrid (2.840).

Comparando las nueve provincias de Castilla y León, la que registró más nacimientos en el primer semestre fue Valladolid con 1.617, seguida de Burgos (1.169), León (1.152), Salamanca (955), Segovia (los ya citados 542), Palencia (475), Ávila (459), Zamora (409) y Soria (299).

En cuanto a las defunciones, León fue la provincia de la región en la que más personas fallecieron con 3.282, seguida de Valladolid (2.550), Salamanca (2.092), Burgos (2.000), Zamora (1.448), Palencia (1.146), Ávila (1.083), Segovia (889) y Soria (594).

Situación nacional. Claro que la situación en el conjunto de España tampoco es precisamente buena. Entre enero y junio de este año solo nacieron 170.074 niños, la cifra más baja registrada desde 1941 (marcando así el mínimo histórico que ya se apuntó Segovia con el dato de 2018) y un 6,2% menos de los que nacieron un año antes.

El problema de la natalidad afecta a toda España y, salvo en La Rioja, dónde aumentó un 5,9% en los primeros seis meses del año, todas las comunidades han visto como se reducían los nacimientos, de los que el 21,5% son de madre extranjera. Sólo el 15,7% de la población del país tiene menos de 16 años y el 19,3%, más de 65.

El deterioro demográfico que sufre España se agravó poco después de 2008, cuando comenzó la crisis económica que hizo que gran parte de los inmigrantes, en su mayoría una población joven con una tasa de natalidad superior a la española, regresase a sus países de origen o emigrasen a otras zonas en búsqueda de mejores oportunidades.

Las consecuencias son evidentes: menos nacimientos (casi un 25 % menos) y una población que cada vez es más vieja porque la esperanza de vida aumenta año a año (ya supera los 83 años). Y Segovia, con dos muertes por cada nacimiento, camino de bajar de los 145.000 habitantes en 2032.