Bernuy y Prado del Hoyo, doble apuesta industrial por Segovia

David Aso
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El polígono de Bernuy ya está listo para acoger nuevos proyectos y Prado del Hoyo es un plan urbanístico en ciernes, pero ambos avanzan de manera independiente pese a las semejanzas

Reunión de la ministra de Industria, Reyes Maroto, junto a la alcaldesa y otras autoridades, el pasado miércoles, con representantes del tejido empresarial segoviano. - Foto: Nacho Valverde (Ical)

Sólo doce días después de la visita al polígono de Bernuy de Porreros que realizó el 27 de octubre el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, para mostrar su respaldo al proyecto que promueve allí Drylock, con un centro logístico y una nueva fábrica similar a la que ya tiene en Hontoria, la ministra de Industria, Reyes Maroto, regresaba este miércoles 9 de noviembre a Segovia. Presentó una convocatoria de fondos europeos para Patrimonio pero, antes, escenificó su apoyo al desarrollo industrial de Prado del Hoyo, futuro polígono en ciernes, en este caso al sur del polígono de Hontoria, que está llamado a acoger precisamente otra ampliación de Drylock y una base logística, junto con una plataforma de envases biosostenibles; y un puerto seco (plataforma logística con ramal para el transporte de mercancías por ferrocarril convencional), aparte de otras empresas y actividades. Maroto se limitó a reafirmar el «compromiso máximo» del Gobierno con estos planes de la capital (algo que ya había hecho en una visita anterior en abril de 2021), sin verbalizar nada más que la disposición a cofinanciar el puerto seco, tal y como ya había quedado claro meses atrás. Así que novedades públicas, entre pocas y ninguna. 

Sin embargo, aunque quede margen para quien quiera cuestionar el interés en vender imagen por encima de avances claros, lo cierto es que las fotos de la reunión de tres cuartos de hora que mantuvo la ministra en la Casa de Moneda con la alcaldesa, Clara Martín, y con una amplia representación de las organizaciones empresariales de la provincia, ha servido para lanzar un potente mensaje con doble dirección. De puertas adentro, para motivar a los empresarios al trasladarles en persona que tendrán apoyo estatal (o al menos una hemeroteca que les permita retratar hipotéticos incumplimientos); y de puertas afuera, para dar certidumbre sobre el hecho de que los de Bernuy y Prado del Hoyo son dos proyectos independientes que avanzan en paralelo a ritmos muy distintos (mucho más rápido el primero por tener el desarrollo urbanístico ya resuelto), sin que uno esté canibalizando al otro, aunque algo se condicionen por la presencia de Drylock y otros socios estratégicos en ambos. 

Cierto que, si la multinacional de higiene íntima hubiera podido disponer de terrenos a corto plazo en Prado del Hoyo, que lleva más de un año de retraso con respecto a las fechas estimativas que se anunciaron en 2021, probablemente no hubiera decidido implantarse también en el polígono Los Hitales de Bernuy. Pero el consejero delegado de Drylock, Miguel Ángel González, subrayaba el 27 de octubre, durante el acto con Mañueco, que ese proyecto «no excluye nada». «Todo lo contrario, suman», añadió. Casi la misma frase con la que respondía este miércoles la alcaldesa, Clara Martín, cuando la prensa le preguntó si Bernuy es un obstáculo para Prado del Hoyo: «Todo lo contrario, suma todo».

El presidente de la Junta, AlfonsoFernández Mañueco, autoridades locales y el consejero de Drylock, el 27 de octubre en Bernuy.El presidente de la Junta, AlfonsoFernández Mañueco, autoridades locales y el consejero de Drylock, el 27 de octubre en Bernuy.

Eso sí, cuando trascendió en junio el proyecto de Bernuy, desde el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Segovia se le restaba importancia al asegurar que tenían entendido que sólo generaría 25 empleos, mientras que a finales de octubre ya se hablaba de unos 150 y se anunciaba como novedad una nueva fábrica de Drylock «gemela» de la de Hontoria. La inversión global asciende a unos 70 millones, cifra nada despreciable que no alcanza, pero tampoco se arruga, frente a los 113 millones que se destacaba en abril de 2021 para el proyecto inicial de Prado del Hoyo, cuando, en presencia de la ministra Maroto (última visita a Segovia antes de la de esta semana), se presentó «un nuevo polo estratégico de fabricación de envases biosostenibles y una plataforma logística», con previsión de generar 300 puestos de trabajo directos y un millar de indirectos. Entonces se destacó también la idea de crear en esa zona «empleo joven, femenino y cualificado», y coincide que la futura fábrica de Drylock en Bernuy se dedicará a la higiene íntima femenina y la liderará «un grupo de mujeres».

No obstante, aunque las cifras no estén tan alejadas y haya otras coincidencias, las comparaciones no dan para mucho más. De hecho, los terrenos adquiridos para los proyectos de Bernuy ocupan algo menos de 100.000 metros cuadrados, alrededor de la mitad de aquel polígono, y Prado del Hoyo supone un desarrollo de un millón, donde cabe la opción incluso de un centro de ocio, y con más de 600.000 m² de suelo específicamente catalogado como industrial, donde destaca una reserva de 236.557 para el Centro Logístico-Puerto Seco de Segovia, 241.018 para industrias grandes, casi 28.700 para adosadas y 9.722 para industrias nido.

Drylock ocuparía de esta forma una parte de Prado del Hoyo, pero se esperan más empresas, como recalcaba el miércoles la alcaldesa, y los participantes en la reunión también dieron algunas pistas con su presencia. Allí estuvo por ejemplo el consejero delegado de Minería Urbana, Julián Adolfo Bermejo, que presentó el proyecto y los objetivos de esta empresa ya radicada en Hontoria desde el año pasado, dedicada al reciclaje de baterías de vehículos eléctricos y con ambición por seguir creciendo. 

También llamó la atención la presencia del segoviano Sinuhé Arroyo, fundador de Taiger, multinacional de Inteligencia Artificial con sede en Singapur, con una oficina en la ciudad desde 2019 y con interés también por emprender nuevos proyectos, aunque no en Prado del Hoyo.

En paralelo avanza también el proyecto de puerto seco (ramal ferroviario y plataforma logística), que apunta a rondar los 15 millones de inversión, ocupará casi 250.000 metros cuadrados y, en principio, contará con compromisos económicos del Gobierno y también de la Junta, a pesar de la ausencia de representación autonómica en la reunión del miércoles. No obstante, desarrollar un proyecto logístico de ese calibre puede prolongarse cuatro o cinco años, mientras que el tema urbanístico del polígono industrial se espera resolver entre finales de este año y principios del próximo para que en los meses posteriores se pueda empezar a ver algún movimiento de tierra. 

En Bernuy los plazos son más cortos, dado que el consejero de Drylock señalaba en octubre que espera que la nueva fábrica se empiece a levantar a mediados de 2023, y que el centro logístico empiece a levantarse en breve para que esté operativo para finales de ese mismo año. Pero los dos desarrollos industriales avanzan, aun a riesgo de que la hemeroteca, con el tiempo, pueda retratar a unos u otros por lo que se dijera y lo que termine siendo.