Con el PP como favorito para ganar las elecciones de Segovia en todas las encuestas publicadas desde marzo (la de esta semana de Sigma Dos para CyLTV lo sitúa al borde de la mayoría absoluta), la estrategia de crítica y desgaste a su candidato, José Mazarías, no ha hecho más que intensificarse desde todos los frentes. Sobre todo desde el que ocupa su principal rival, la socialista Clara Martín, por supuesto, pero también por parte de sus homólogos de IU (Ángel Galindo), Segovia en Marcha (Guillermo San Juan, de Podemos) o Cs (Noemí Otero), tal y como se evidenció durante el debate que protagonizaron los cinco el pasado martes en el plató de La 8 Segovia. Faltaba Vox, con Esther Núñez a la cabeza, ya que la ley electoral sólo reserva espacio a quienes tienen representación en la composición actual del Ayuntamiento, aunque los líderes locales de los tres grupos que se posicionan más a la izquierda del tablero político ya se encargaron de que estuviera presente en cierto modo, al remarcar que los populares no renunciarían a pactar con el partido de Abascal si de ello dependiera su entrada en el Gobierno local.
Mazarías declinó pronunciarse al respecto, al tiempo que Otero se declaraba dispuesta a «hablar con todos», suponiendo que logre consumar su huida hacia delante y evite la salida de Cs del Consistorio que le auguran los sondeos. Y también de paso más que dispuesta a asumir el rol de Mazarías en un hipotético debate a dos con Clara Martín, dado que el candidato popular se ha negado a mantenerlo. Lanzó por ello el guante naranja, reivindicándose como «la verdadera oposición durante estos cuatro años», sin que la socialista le llegara a dar respuesta, mientras Mazarías siente que va ganando y parece ver más riesgos que ventajas en un cara a cara que sí aceptó en 2019 su predecesor, Pablo Pérez, con la entonces alcaldesa y candidata del PSOE, Clara Luquero, aunque no ha explicitado el motivo de su decisión (o la de su partido, o la de ambos).
Los candidatos de PSOE, IU y Segovia en Marcha, entretanto, coincidieron en dejar clara su disposición a hacer frente común, si las urnas les dan la fuerza necesaria con el reparto que sea, para poner freno a cualquier viraje a la derecha después de 20 años de gestión progresista. Así cargaron contra el popular, si bien Segovia en Marcha también soltó más de un reproche al Gobierno local actual (PSOE e IU), mientras Cs repartía a derecha e izquierda casi a partes iguales.
EN CIFRAS. Los números cantan, y Mazarías acumuló hasta 19 alusiones críticas por parte de los demás contendientes durante la hora y media que duró el debate. Una cifra que se dispara hasta 39 si se le suman también las puyas dirigidas a las políticas del PP o las de la Junta, habiendo sido él su delegado territorial enSegovia desde septiembre de 2019 hasta que renunció la semana pasada, al arrancar la campaña electoral.
De esas 39 alusiones, 15 vinieron de parte de la candidata socialista, ya fueran directas a Mazarías (8) o indirectas por no mencionarle pero sí vincularlo a la Junta o el PP (7). A continuación, Ángel Galindo con 10 (4 a Mazarías y 6 a la Junta o el PP), seguido de Guillermo San Juan con 8 (4 y 4) y Noemí Otero con 6 (3 a Mazarías y 3 al PP sin citar a la Junta).
La primera puya se la dedicó el candidato de Segovia en Marcha durante su primera intervención del debate, en el minuto que tenía para presentarse, cuando se posicionó «frente a la autocomplacencia de una parte del Gobierno progresista y frente al sectarismo de una parte de la derecha con sus ocurrencias», en velada alusión a algunas de las propuestas que ha anunciado Mazarías en las últimas semanas y que plasma en su programa electoral.
Cogió el relevo la candidata de Cs en su siguiente intervención, cuando criticó la propuesta del popular de transformar en un «bulevar» la calle Blanca de Silos, peatonalizándola con idea de intentar revitalizar su comercio de ese modo. En el programa naranja se habla de «arreglar y potenciar» esta zona comercial, pero no así: «Nunca hemos hablado de un bulevar porque a mí no me gusta mentir, señor Mazarías», le dijo. «Un bulevar es una avenida muy ancha con arboledas en el centro, y en Blanca de Silos, con diez metros de ancho aproximadamente, es imposible».
Segundos después llegaba el turno de Ángel Galindo, que al referirse al desarrollo del futuro polígono de Prado del Hoyo, tras recordar que el Gobierno local ya ha completado el trámite administrativo previo del plan urbanístico (se aprobó definitivamente el 31 de marzo), subrayó que «falta que la Junta también haga su parte». En concreto, que la Consejería de Industria ponga en marcha un Programa de Fomento Territorial como el que ya tienen las demás provincias de Castilla y León y que Segovia espera desde la pasada legislatura, dado que se supone que puede aportar financiación y promoción a esta área; por ejemplo, abaratando el precio del metro cuadrado para atraer empresas.
Antes de acabar ese mismo turno de tres minutos, Galindo tuvo tiempo de afear a Mazarías que hubiera afirmado en una intervención anterior que apuesta por potenciar Titirimundi extendiéndolo a más barrios y a Revenga: «Sorprendente que hable de Titirimundi el candidato popular cuando, siendo él el delegado (de la Junta), se produjo el mayor recorte de los últimos años», al pasar en 2021 de tener 100.000 euros anuales por convenio a una partida de 14.752 en concurrencia competitiva con otros eventos de la Comunidad, si bien en 2022 se elevó a 68.985.
Tras una nueva alusión de San Juan a las «ocurrencias del señor Mazarías», llegaron otras dos en tres minutos de Martín: una, al valorar que los bonos comercio del Ayuntamiento «han sido un éxito aunque el candidato del PP insista en que han sido un absoluto fracaso»; y otra, para criticar que la Junta dejara a la ciudad fuera del reparto de fondos UE en la convocatoria para planes turísticos de 2021, «y aquí el delegado de la Junta no reprimió ninguna de las directrices de Valladolid», recalcó.
«PIMPAMPUM» a Mazarías. «Sigan con ese pimpampum hacia mí y hacia la Junta, yo sigo proponiendo lo que vamos a hacer y lo que esperan los segovianos», terminó diciendo Mazarías, después de haber acumulado para entonces otros reproches por «propuestas locas» (a juicio de Cs) como demoler el Policlínico para levantar en su lugar una residencia de personas mayores, o retomar el viejo proyecto de aparcamiento en la ladera del paseo del Salón. También por el hecho de que la Junta no haya desarrollado el plan de las Lastras con al menos 300 viviendas protegidas, lo cual se le reprochó por partida triple (PSOE, IUy Segovia en Marcha).
«Pero cómo no vamos a hacer el pimpampum si usted ha sido el representante de la Junta en Segovia y no ha hecho inversiones en industria, vivienda, cultura, patrimonio o turismo, si usted a nivel de la ciudad no ha defendido ninguno de los intereses de Segovia. Desde luego, poca honradez le caracteriza», redundó Martín. «Escuchar al señor Mazarías hablando de Titirimundi es como escuchar a un lobo hablando de dieta vegetariana», apostilló San Juan apenas unos segundos después.
CITAS A MARTÍN O EL PSOE. Clara Martín, por su parte, acumuló 24 alusiones directas a ella (9) o indirectas (15) por las políticas del PSOE y su gestión del Ayuntamiento, frente a las citadas 39 para Mazarías, el PP o la Junta. El candidato popular le lanzó 9 (7 con citas expresas a Martín y 2 a la gestión), pero 10 le vinieron de Cs (2 y 8) y otras cinco de Segovia en Marcha (todas a la gestión, sin citar a la candidata).
Entre los reproches que tuvo que oír, su «poca productividad» como concejala de Urbanismo de 2019 a 2022, según Mazarías, por haber sacado adelante «3 medidas de 38» previstas de esa área en el programa socialista de 2019; o los «casi 14 millones» presupuestados pero no ejecutados el año pasado, según SanJuan. Otero la acusó además de haber «mentido» en el debate por decir que el PSOE no había subido impuestos en 10 años, cuando «hace siete llegó el tasazo del agua», con una subida «del 130%» en el caso de los vecinos de barrios incorporados.
Otero, en cambio, no fue citada por ningún adversario, ni Cs; igual que tampoco Galindo o IU; y San Juan sólo una vez, cuando Martín le negó deficiencias en materia de inspección técnica de servicios públicos. Claro que una parte de la carga contra el Gobierno local iba de forma velada para IU, ya que este grupo gestiona la Concejalía de la que depende el plan de igualdad, por ejemplo, y el candidato de Segovia en Marcha reprochó que no se haya actualizado, aparte de hablar de «autocomplacencia» en la gestión.
Por lo demás, todos tuvieron tiempo de exponer sus propuestas, que ocuparon la mayor parte de un debate limpio pese a todo; aunque, como cabía esperar, sin novedades respecto a lo que ya han desgranado en las últimas semanas y plasmado en sus programas.