Erimsa reduce la superficie del proyecto de la mina de cuarzo

Sandra Segovia
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Desde la Plataforma contra la mina siguen considerando que es «mucha extensión» y apuntan a que la reducción «está solo en el papel y no es oficial»

Proceso de separación temporal de la capa vegetal de la tierra para luego proceder a la extracción mineral y su restauración. - Foto: Página web de Erimsa

La compañía Erimsa ha anunciado a través de un comunicado que reduce de 1.692 a 419 hectáreas la superficie aprovechable en su nuevo proyecto para extraer cuarzo en el nordeste de la provincia de Segovia. El objetivo, apuntan, es «demostrar que el propósito es llevar a cabo la actividad sin perturbar el modo de vida de los vecinos y respetando al máximo el entorno». Es por ello que ante la expectación generada la compañía ha optado por esta rebaja del 75% de la extensión y, además, aseguran que trabajarán recogiendo la inquietud de los ciudadanos sobre el alcance del proyecto. 
El área total se ha limitado desde las 97 cuadrículas mineras (2.720 hectáreas) previstas originalmente a las 28 cuadrículas mineras (785 hectáreas) actuales, pero únicamente realizará «un aprovechamiento razonable de los recursos» en las 419 hectáreas mencionadas. «Será sobre estas 28 cuadrículas sobre las que se realizará el nuevo Proyecto de Explotación y Estudio de Impacto Ambiental a presentar», aclararon. 

Ante esto, la portavoz de la Plataforma contra la mina a cielo abierto en el Nordeste de Segovia, Marisa Moro, considera que «están retorciendo las palabras para llegar donde quieren llegar». «Cuando ellos hablan de esta reducción están hablando de lo que en el proyecto ponían como primera fase, que corresponde a la intervención en los términos municipales de Barbolla, Sotillo, Castillejo de Mesleón, Cerezo de Arriba, Cerezo de Abajo y Duruelo, pero no hablan del segundo proyecto que afecta a Barbolla, Castillejo de Mesleón y Sepúlveda. Ni hablan del tercer proyecto que afecta a Barbolla, el cual están a punto de presentar. Tampoco hablan de los otros dos proyectos de San Blas, el que va de Castillejo a Riaza y el que va de Riofrío de Riaza a Santo Tomé del Puerto que tienen en estudio. No sabemos en qué punto de derechos mineros los tienen, pero tienen cinco proyectos», señala Moro, y añade que la reducción de hectáreas «está en el papel, pero no es oficial».
A esto se suma que desde la Plataforma continúan considerando que esas 800 hectáreas «es mucha extensión y muchos años de explotación». «Eso no es una mina sostenible para la comarca», lamenta.

Por otro lado, la empresa insiste en que el cribado de terreno que aplica para el aprovechamiento del recurso natural «es similar al descantado que, tradicionalmente, se practica en las tierras agrícolas de Castilla y León para poder hacer productivas las fincas». Con este sistema de trabajo, la empresa aseguró que «la fertilidad está garantizada». «Únicamente extrae el cuarzo de la capa superficial de la tierra con un tamaño superior a 4 centímetros, lo que supone un ocho por ciento del total, depositando el resto en el mismo lugar. Esto permite mantener la topografía original de los terrenos, sin que se aprecie merma sustancial en el nivel», defendieron las mismas fuentes. 

A esto se suma la reiteración ante la seguridad de su trabajo. «Garantiza la seguridad y salud tanto de sus trabajadores como de la población en general, porque en el proyecto únicamente se contempla la obtención del cuarzo y no su manipulación», explican desde Erimsa. Pero Moro apunta que «si la Organización Mundial de la Salud, la Comunidad Europea y el Gobierno de España declaran que el polvo de sílice cristalina es altamente cancerígeno, entiendo que es porque hay un peligro, ya sea mayor o menor». 

«Estamos al lado de los vecinos y de las instituciones. Con este nuevo planteamiento, queremos demostrarles que nuestra única intención es generar riqueza sostenible en el Nordeste segoviano. Tenemos un proyecto de presente pero, sobre todo, de futuro. Llevamos más de 30 años aplicando el sistema de cribado de terreno en la cercana provincia de Salamanca en perfecta convivencia con los ciudadanos. Este es nuestro compromiso también en Segovia, desde el máximo respeto al medioambiente, al patrimonio histórico y arquitectónico, a su modo de vida, y a las actividades a las que se dedican tradicionalmente, como la agricultura y la ganadería»,ratifica el director general de Erimsa, José Antonio Valencia.

Por su parte, Moro sentencia que estudiarán el comunicado y las declaraciones de Erimsa. «Lo pasaremos a nuestros expertos para que lo valoren».