Si todo va como se espera, Segovia entrará en la fase de nueva normalidad el próximo 2 de julio, con todo lo que conlleva en cuanto a eliminación de límitaciones de aforos, horarios... y ya sin mascarilla en exteriores desde el 26 de junio, según anunciaba este viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Entretanto, la Junta de Castilla y León daba luz verde el jueves a un nuevo avance en la desescalada con la entrada en alerta 1 o riesgo bajo de toda la Comunidad a partir de este viernes, con aforos elevados con carácter general al 75% y, en hostelería, vuelta del consumo en barra o de pie.

Sanidad ha permitido incluso la desescalada de todas las provincias de la región en bloque a pesar de cierta disparidad de datos entre unas y otras.Está siendo más flexible que en etapas anteriores de la pandemia y Segovia, además, presenta unos niveles de incidencia por debajo de la media regional tras haberse acelerado el ritmo de descenso de contagios en los últimos días. De ahí que el paso a alerta 0 o ‘nueva normalidad’ se vea alcanzable en dos semanas, el plazo mínimo de permanencia establecido para cada nivel. A menos, claro está, que se produzcan repuntes como consecuencia del paulatino alivio de restricciones iniciado tras el fin del estado de alarma el 9 de mayo. Las autoridades sanitarias, eso sí, confían en que no los haya gracias a los resultados que está dando la campaña de vacunación, con casi un tercio de la población de Segovia inmunizada y casi la mitad con al menos una dosis.

No en vano, tanto la consejera de Sanidad, Verónica Casado, como el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, parecen haber perdido esta semana el miedo a asumir discursos especialmente optimistas, aun a riesgo de transmitir demasiada relajación a la población. Casado llegó a decir el miércoles que la inmunidad de rebaño o de grupo estaba prácticamente lograda, a pesar de que siempre se había apuntado que, para ello, la vacunación debería cubrir al menos al 70% de la población: «Pues la hemos conseguido antes», dijo. «¿Qué quiere decir? Pues que las vacunas que eran muy eficaces en el laboratorio se convierten en todavía más efectivas cuando la sacamos a la población general porque, al romper las cadenas de transmisión, hay menos contagios de los esperados». «Pero aun así creo que la prudencia con las enfermedades infecciosas la tenemos que seguir manteniendo», matizó, aunque a estas alturas llamó más la atención la primera parte de su mensaje.

Tampoco se quedó corto Igea el jueves en su respuesta al ser preguntado por el riesgo de reescalada si se produjeran rebrotes: «He de decir que, a riesgo de sorprenderles, somos muy optimistas. No esperamos que se dé un retroceso en esta situación porque la evolución de la campaña de vacunación es muy buena y también la de nuestra saturación hospitalaria», aunque «naturalmente seguiremos atentos y si surgiera algún cambio tomaríamos medidas», dijo.

Pero la ‘relajación’ de la Junta respecto a los indicadores de incidencia de contagios, que eran clave en el ‘semáforo covid’ antes de que avanzara la vacunación, ha llegado a tal punto que no se concede importancia ni se aplican restricciones adicionales en pueblos de la Comunidad que el jueves aún soportaban tasas por encima de los 300 casos por cada 100.000 habitantes, caso de Villanubla (Valladolid) o de Toro (Zamora), que además tienen casi 3.000 y más de 9.000 vecinos. «Son niveles altos, pero están evolucionando de forma razonable. Esperemos que con las precauciones habituales de distancia y mascarilla sea suficiente», dijo Igea.

La clave está en el escaso impacto qué están teniendo ahora los contagios en los hospitales, una vez vacunados casi todos los mayores de 65 años, los más vulnerables. Siguen entrando pacientes, pero ahora más jóvenes y pocos, mientras en UCI las altas superan cada día los ingresos. 

En Segovia, concretamente, este jueves se contabilizaban diez pacientes: ocho en planta con edades entre los 42 y los 58 años; y dos en UCI con 52 y 54. Nada que ver con las más de 50 personas con covid que llegaron a coincidir a mediados de abril, en el pico de la cuarta ola; ni mucho menos con los más de 150 de enero.

Así se mantenían este jueves los indicadores de ocupación hospitalaria de Segovia en niveles propios de alerta 1 o riesgo bajo e incluso de ‘nueva normalidad’ en UCI y planta, respectivamente. En Alerta 1 estaban también otras cuatro variables del llamado ‘semáforo covid’: las dos tasas de incidencia acumulada en mayores de 65 años, el porcentaje de positividad global de las pruebas (cuántos de los que se someten a test dan positivo) y el porcentaje de casos con trazabilidad (los que se pueden seguir hasta identificar la ruta de contagio).

A Segovia le quedan por tanto dos indicadores en niveles por encima de la nueva Alerta 1 vigente, las dos tasas de incidencia acumulada en 7 y 14 días, pero con la ventaja citada de que ahora ya se valore más la situación hospitalaria que el ritmo de notificación de nuevos contagios, aparte de que la tendencia es claramente descendente.

desescalada. En cualquier caso, aunque la ‘nueva normalidad’ se vea alcanzable a dos semanas vista, el paso a Alerta 1 que ya está vigente desde este viernes es un avance importante y muy representativo de la mejoría general de la situación por detalles de gran trascendencia a nivel económico y también social, como es la reapertura del consumo en las barras y de pie en los establecimientos hosteleros.? Obviamente deben mantenerse las medidas preventivas elementales de mascarilla y distancia, así como el respeto a aforos limitados al 75%, pero no deja de ser la vuelta del ‘tapeo’ ocho meses después de que se prohibiera, a mediados de octubre de 2020.

Respecto a los establecimientos de hostelería y restauración o las sociedades gastronómicas, la declaración del nivel 1 autoriza por tanto el consumo en barra y de pie en el interior con una limitación de aforo al 75% y un máximo de 25 personas por mesa o agrupaciones de mesas. En terrazas ya no hay límite de aforo, salvo lo que esté marcado por normativa municipal, pero eso sí, sin que la ocupación máxima por mesa o agrupación de mesas pueda superar las 25 personas.

En todo caso, dentro y fuera de los establecimientos sigue vigente la obligación de cumplir con la separación entre mesas o agrupaciones de mesas (2 metros en interior y 1,5 en terraza) para asegurar la distancia de seguridad; y se mantiene el uso obligatorio de la mascarilla, salvo en el momento del consumo de alimentos o bebidas.Fumar, por tanto, sigue estando prohibido.

En cuanto a los horarios fijados en nivel 1 para hostelería, serán los que les correspondan por las licencias de autorización de actividad que tengan. Y respecto al ocio nocturno, las discotecas tendrán un aforo del 50%; y los pubs, karaokes y similares, del 75%. El horario de cierre será el establecido según las ordenanzas municipales. Además, igual que se permite ya el consumo de pie, vuelven así también los cócteles y similares, manteniendo las distancias de seguridad y medidas de higiene.

Por otro lado, los comercios y oficinas de actividades profesionales abiertas al público pueden contar ya con aforos del 75% independientemente de que sean locales independientes o estén integrados en centros comerciales. En estos últimos, por cierto, se aplica el mismo aforo del 75% para sus zonas comunes y recreativas.

En el nivel 1 se permite también el consumo de alimentos y bebidas en salas de cine, eventos deportivos con público y plazas de toros, una reivindicación que semanas atrás impulsaban los propios cines. Y estas mismas circunstancias se aplicarán al consumo de alimentos y bebidas tanto en eventos deportivos con público, tanto en instalaciones deportivas como en plazas, recintos o instalaciones taurinas.

Por último, en lo relativo a aforos en instalaciones deportivas y centros deportivos dedicados a la actividad física y deportiva no oficial, la actividad físico-deportiva podrá realizarse, garantizando la distancia de seguridad y la adecuada ventilación, sin límite de aforo en espacios al aire libre y del 85% como máximo en los cerrados. Yen resumen, un salto importante en la desescalada a la espera de que el 2 de julio se alcance una ‘nueva normalidad’ que, al menos, permita ir acercándose a la ‘vieja’.