Siete claves para entender las Fiestas de Segovia

Nacho Sáez
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Siete claves para entender las Fiestas de Segovia - Foto: Rosa Blanco

No serán las mejores fiestas, pero para muchos son importantes. «Qué ganas tengo de las Fiestas de Segovia», escribía una tuitera el pasado 15 de junio. «Como las Fiestas de Segovia ningunas», ponía otra. El Día de Segovia elabora una guía para entenderlas. Aunque no lo parezca también tienen unas señas de identidad bien marcadas.

La inauguración, en el Acueducto

El chupinazo de las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro es sobrio. No hay un estallido de júbilo con la gaseosa, la sangría, el vino y la cerveza empapando al personal. De hecho, la edad media de quienes asisten a este acto es elevada. Quien espere juerga y desenfreno en la presentación del alcalde de las Fiestas, Alejandro Corral, y sus damas y la lectura del pregón por parte de la poeta Elvira Sastre que se abstengan de acudir, aunque acto seguido en ese mismo lugar es el concierto de La M.O.D.A. Este año no habrá fuegos artificiales desde el Parque del Cementerio.

Sin peñas pero con ambiente nocturno

Las Fiestas de San Juan y San Pedro se viven principalmente de noche. La ausencia de peñas deja sin apenas pulso festivo a la ciudad, salvo el día de San Pedro con la celebración de la Tajada de San Andrés. A falta de ese ambiente diurno y de las peñas, los grupos de amigos abarrotan los conciertos, las verbenas y la Calle de los Bares cuando se pone el sol y hasta bien entrada la madrugada. Los bares y discotecas tienen permiso del Ayuntamiento para cerrar más tarde y eso lo aprovechan algunos para alargar la fiesta. En este punto se recuerda que no cuesta nada utilizar los contenedores para arrojar los envases cuando uno se acaba sus consumiciones y que cada bar tiene baños a su disposición, además de los portátiles que instala el Ayuntamiento. Ánimos para los sufridos vecinos del casco histórico. El olor de la Plaza Mayor después de las verbenas penetra hasta a los menos escrupulosos.

Somos muy de ir a las ferias

A los segovianos nos gusta ir a las ferias. Al menos una tarde. Aunque no nos montemos en nada. Dar un paseo entre los puestos y las atracciones y comer unos churros o unas patatas fritas es bien, a pesar de que las ferias son la fiesta del polvo en su actual ubicación. A lo largo de los últimos 70 años, el recinto ferial de Segovia ha tenido cinco emplazamientos: el Paseo del Salón, Fernández Ladreda, La Dehesa, Nueva Segovia y, hoy, , entre el colegio Eresma y la Ciudad Deportiva de La Albuera.

De acuerdo a la información facilitada por el exdirector del Archivo Municipal, Rafael Cantalejo, la Plaza Mayor fue el espacio en el que estuvieron los carruseles y los puestos de los feriantes desde el siglo XIX y hasta mediados del XX. En concreto fue 1952 el último año que tuvieron ese emplazamiento. Al siguiente fue el Paseo del Salón pese a la oposición expresada por escrito por los comerciantes de la Plaza Mayor y alrededores, «que se quejaban por los perjuicios que les ocasionaba el traslado», según resaltaba el exdirector del Archivo Municipal en un reportaje publicado por El Día de Segovia en 2017.

Hasta 1957 las ferias permanecieron en el Salón, pero fue entonces cuando conocieron su tercera ubicación en un intervalo de apenas cinco años: la avenida Fernández Ladreda -ahora avenida del Acueducto-, donde estuvieron hasta 1969 y donde dejaron para el recuerdo imágenes como las luces del ferial en la confluencia con Ezequiel González. Después, el carácter itinerante que siempre las ha perseguido en Segovia las llevó hasta La Dehesa, detrás del cuartel de la Guardia Civil y a lo largo del segundo tramo de la 'avenida de José Antonio'. Pero tampoco ese iba a ser su emplazamiento definitivo. En 1986 volvieron a hacer las maletas. A Nueva Segovia. Y en 2017, a La Albuera.

Limonada, la bebida de estas fiestas

No es que en los bares se pida durante las Fiestas ni que sea la protagonista en los conciertos y las verbenas, donde manda la cerveza, el calimotxo, la sangría y los cubatas. Sin embargo, la limonada es la bebida por antonomasia de las Fiestas de San Juan y San Pedro, que la ha convertido en una de sus grandes señas de identidad. Se reparte durante la Tajada de San Andrés. Y bueno, en realidad no es exactamente limonada y quienes la elaboran siempre han preferido mantener en secreto cuáles son sus ingredientes concretos.

«¿Qué lleva? Vino blanco y una serie de licores. Procuramos que no sea fuerte porque si hace calor y está fresquita, la gente tira de ella. Y no queremos que perjudique», ha señalado en alguna ocasión el expresidente de la Asociación de Vecinos de San Andrés, Gregorio Garrido. Suelen elaborar alrededor de cien litros, que acompañan con 120 kilos de chorizo, dos jamones enteros, cinco centros de jamón, quince quesos y cien barras de pan. Todo para dar rienda suelta a la fiesta en la celebración de San Pedro.

El lugar para ver los fuegos no es baladí

Otra de las partes del programa de las Fiestas que los segovianos sí que identifican como suya es el castillo de fuegos artificiales del día de San Pedro. Familias enteras se juntan para disfrutarlos, algunas en el mismo lugar de siempre. En el Paseo del Salón; en la estatua de Cándido; en el Museo de Segovia; junto a la Biblioteca Pública; en los caminos entre La Lastrilla y Zamarramala; en la Canaleja; junto al Hospital -el lugar más próximo al sitio donde se lanzan al que permite acercarse la Policía Local-; en el atrio trasero de la iglesia de San Millán (al menos ahí los veía yo de pequeño junto a mi padre, hermanos, tíos y primos)...

P. D. Soltar un «¡oh!» de admiración en el punto álgido del espectáculo de fuegos artificiales es requisito indispensable para aprobar el examen de segovianismo.

Un nexo con los Sanfermines

Las Fiestas de San Juan y San Pedro y los Sanfermines de Pamplona tienen un nexo en común. Uno de los elementos característicos de ambas celebraciones son los desfiles de los Gigantes y Cabezudos. ««Hay documentos que demuestran que la comparsa de Gigantes y Cabezudos de Segovia es la más antigua de España que sale en fiestas», subrayaba Juan Antonio Sanz, fallecido el año pasado. Antes fue uno de los grandes responsables de la restauración de los cabezudos y los gigantillos, que también escoltan a nuestros particulares reyes, los gigantes Frutos y Fuencisla. Este año desfilarán este sábado y, como siempre, el día de San Pedro.

El Nuevo Mester, por mandato municipal

No hay Fiestas en Segovia sin el Nuevo Mester de Juglaría. No con estas palabras pero sí con otras similares quedó reflejado en una moción que la Corporación municipal en el Ayuntamiento de Segovia aprobó en 2009. Esta recogía que el Gobierno municipal (y los que vinieran después) debían procurar incluir un concierto del Nuevo Mester de Juglaría en las fiestas patronales todos los años. No especificaba si en las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro o en las Fiestas de San Frutos, así que la norma establecida es que el año que el emblemático grupo segoviano toca en San Pedro no toca en San Frutos y viceversa. Este año toca en San Pedro.