En medio de las vacaciones más caras en al menos dos décadas y bajo la amenaza de que los precios no se normalizarán hasta mediados de 2024 y no llegarán a alcanzar los niveles precrisis, acudir a la gasolinera a llenar el depósito del coche ha dejado de ser un castigo. O no tanto como hace un año. El precio de los combustibles ha experimentado un drástico descenso en los últimos 12 meses desde el altísimo techo que tocó a principios del verano de 2022. Una tendencia de la que también se ha beneficiado la provincia de Segovia.
Según los datos que proporciona el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través del Geoportal, llenar un coche de gasolina 95 cuesta de media 33 euros menos que hace un año, y uno diésel, 38 euros menos, bonificaciones del Gobierno por la guerra de Ucrania al margen. Para un turismo con un tanque con capacidad para 60 litros de gasolina 95, el pago en caja se llegó a disparar a 130 euros en junio de 2022. El litro se situaba en 2,168 frente a los 1,624 que marcan ahora las pantallas de las estaciones de servicio. Con el diésel la caída ha sido todavía más acentuada. De 2,107 euros el litro ha pasado a 1,478.
El descenso de los precios comenzó ya en pleno verano de 2022 y continuó en octubre y noviembre con una ligera estabilización, pero la curva volvió a bajar en diciembre. El Ejecutivo de Pedro Sánchez anunció que a finales de ese mes pondría fin a las bonificaciones a los carburantes y el mercado reaccionó con una rebaja de precios que, en la provincia de Segovia, alcanzó su máximo en mayo con la gasolina 95 y el diésel (1,582 y 1,408 euros el litro, respectivamente).
El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Además, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de los carburantes, sino que lo hace con un decalaje temporal, según informa Europa Press. Ahora, cerca de alcanzar el ecuador del verano vuelven a repuntar aunque de momento no en niveles preocupantes.
El precio medio de los carburantes ha proseguido su tendencia al alza esta semana, con un encarecimiento de hasta el uno por ciento, y ha tocado máximos desde principios de mayo. En concreto, el precio medio de la gasolina se sitúa en los 1,602 euros el litro, tras repuntar un 0,97 por ciento, y supera esa cota de los 1,6 euros por primera vez desde mayo, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press. Por su parte, el precio medio del diésel también encadena su segunda semana consecutiva de subidas (0,56 por ciento) para alcanzar los 1,453 euros el litro, un nivel que no marcaba igualmente desde la primera semana de mayo.
Con estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 y el diésel se mantienen en España por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,738 y 1,589 euros el litro, respectivamente y de la eurozona, con un precio medio de 1,794 y 1,617 euros. Este jueves las gasolineras más baratas de Segovia capital eran las de Ballenoil y Plenoil, situadas las dos en el Polígono Industrial de El Cerro, donde el litro de gasolina 95 costaba 1,519 euros. En la provincia, donde menos había que rascarse el bolsillo este jueves era en la estación de servicio de Beroil en Cantalejo (1,509 euros).