El nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia, el teniente coronel Benito Donate Córcoles (Albacete, 6 de julio de 1975), obtuvo su primer empleo en la Guardia Civil en 2000, estuvo destinado en la compañía de Gandía y de ahí pasó al servicio de seguridad de la Casa del Rey, donde permaneció hasta 2005. La Academia de Oficiales de Aranjuez (Madrid), la Agrupación de Tráfico y el Estado Mayor del propio Instituto Armado fueron sus siguientes destinos antes de recalar ahora en Segovia.
¿Con qué ánimo ha recibido su nombramiento como jefe de la Comandancia de Segovia?
En principio es un ejercicio de responsabilidad por la confianza que tus mandos depositan en ti cuando te nombran. Estás en la dirección y en la coordinación de todos los guardias civiles de la provincia pero también eres el responsable de la seguridad de los segovianos. Lo asumo con ilusión porque yo creo que es un puesto para el que todo oficial de la Guardia Civil se ha estado preparando de una u otra forma. Aquellos que podemos ostentar estos cargos lo asumimos con mucha ilusión.
¿Qué conocía de la Comandancia?
En 25 años de servicio es fácil que hayas tenido alguna relación con todas las provincias. Por ejemplo, en mi época en el servicio de seguridad de la Casa de Su Majestad el Rey veníamos aquí a actos de distinto tipo y ya empezabas a conocer las unidades. Estuve también al mando del sector de tráfico de León, lo que nos hacía tener responsabilidades con respecto al subsector de Segovia. Y luego por la cercanía con Madrid siempre ha sido una Comandancia con la que tenía bastante trato, además del conocimiento de la provincia que he tenido como turista madrileño que he sido. Y de los recalcitrantes, que dicen (risas).
¿Cuáles son las principales cualidades y fortalezas de la Comandancia de Segovia?
Sin lugar a dudas el aspecto humano. Los guardias civiles de la Comandancia de Segovia son de los mejores que he tenido la oportunidad de conocer profesionalmente. Son unos grandes profesionales. Muy sacrificados y muy trabajadores. No todos son segovianos pero sí tienen ese carácter de Segovia. Gente anegada, muy trabajadora, muy predispuesta y magníficos profesionales en su día a día. Yo creo que tenemos mucha suerte en Segovia de contar con esta plantilla.
¿Cuáles son las principales asignaturas pendientes?
A lo mejor tendríamos que reflexionar un poquito sobre la capacidad que tenemos en la administración de mantener nuestras instalaciones, que no son pocas. Estamos hablando de 32 cuarteles en toda la provincia. Tenemos que ser capaces de mantener estas infraestructuras en unas condiciones dignas. Se van a hacer obras en este próximo año en cuarteles en Boceguillas, Lastras, San Ildefonso… Estamos continuamente intentando mejorar dependencias porque es verdad que es nuestro talón de Aquiles poder mantener todas las dependencias -no solamente nuestras viviendas sino las de atención al ciudadano- en unas condiciones aceptables.
¿Hay carencias de personal?
Siempre gusta tener más pero estamos trabajando para conseguir ser atractivos. Ya lo somos como provincia, como sitio tranquilo y bonito para vivir, pero tenemos que conseguir elevar el número de de efectivos disponibles en plantilla trabajando. Ahora estaremos en torno al 80 por ciento. Tenemos que ser más capaces de fidelizar a guardias civiles que quieran estar aquí. Que estén aquí muchos años es lo que aumenta la calidad de nuestro trabajo, sin duda.
Hace no mucho ha cerrado un cuartel emblemático como es el de San Rafael.
Con este cuartel hay ideas cruzadas porque no ha cerrado. Hemos reestructurado los puestos de San Rafael y El Espinar para unificar las dos puestos de seguridad ciudadana que teníamos en uno, desde el punto de vista de la operatividad de las oficinas y del servicio. Es más cómodo trabajar agrupados al haber tan poquita distancia entre ambos y pertenecer los dos al mismo municipio. El puesto de seguridad ciudadana lo hemos concentrado en El Espinar, pero en San Rafael mantenemos el destacamento de tráfico y estamos en trámites para trasladar este año a ese mismo acuartelamiento al equipo del Seprona. No se va a cerrar el cuartel. Va a tener a sus guardias allí viviendo y por supuesto las oficinas abiertas para los ciudadanos.
Pero el alcalde de El Espinar decía hace no mucho que si había una emergencia por la noche la patrulla venía desde Martín Muñoz de las Posadas. Que no había guardias en El Espinar.
La organización de la Guardia Civil está fundamentada en lo que llamamos núcleos operativos. Esos núcleos operativos son agrupaciones de puestos que lo que hacen es ponerse de acuerdo para mantener siempre un servicio constante y evitar que un pueblo se quede sin servicio o que uno tenga mucho y otro poco. Puede ocurrir que alguna vez la patrulla salga de un puesto un poco alejado, pero evidentemente nuestras patrullas se concentran en toda la demarcación y especialmente en los núcleos más grandes.
¿El golpe a la banda latina dado recientemente es un mensaje de tranquilidad para El Espinar?
Sí. El Espinar es un núcleo grande de población que, por su situación geográfica, a caballo de la A-6, no diría que nos preocupa pero sí que nos tiene pendientes porque es un eje de circulación que facilita mucho la movilidad de todo tipo de personas, también de las que no vienen a hacer el bien. El reflejo de que estamos pendientes es que hay unidades especialistas de fiscal, una unidad especialista del Seprona, unidades especialistas de tráfico, núcleos importantes de seguridad ciudadana… Es muy fácil subir y bajar a Madrid. Es muy rápido y eso provoca que podamos tener en cualquier momento a alguien que se nos vaya a vivir a la zona y que, como en el caso de esta banda, intente captar a jóvenes. Es ciertamente... No diría preocupante pero sí nos mantiene alerta porque no podemos permitir que al final nuestros jóvenes en Los Ángeles de San Rafael o en El Espinar tengan contacto con este tipo de elementos de bandas juveniles. Tenemos que estar muy cuidadosos.
¿Temen que esto no haya sido algo puntual y que las bandas latinas se extiendan a Segovia?
Uno puede pensar que es un caso puntual, pero nos debe hacer saltar las alarmas en el buen sentido. Sabemos que esto pasa, que nos puede pasar a nosotros y hemos tenido el acierto profesional de conseguir desmantelar ese bloque de la banda y esperemos que no pase más. Pero no porque sea un caso aislado sino porque todo el mundo entienda que a Segovia no se viene a hacer fechorías pensando, que aquí será más fácil que en Madrid o pensando que aquí estamos más tranquilos o que aquí está todo más disperso. Al contrario, aquí tenemos tenemos una ventaja importante, que es que aunque estamos dispersos los núcleos de población son pequeños y todos nos conocemos y somos capaces de mantener el contacto con la población de una manera bastante asidua y cercana. Segovia no es un coto libre ni va a ser sitio para que tengan facilidades ni estas bandas juveniles ni ninguna otra.
¿Qué delitos les están requiriendo mayor esfuerzo en la provincia en estos momentos?
Desde luego todo lo que tiene que ver con las personas. Violencia de género, trata de blancas… Todo aquello que puede acarrear una desgracia física nos obliga a hacer un esfuerzo mayor. Nos tenemos que asegurar de que las mujeres que sufren violencia de género estén protegidas, también todo aquel que sufre una agresión, quien está sujeto a una posible trata de seres humanos, la explotación laboral, el acoso a los chavales en los colegios… Nos preocupa. No es que sean ni muchos ni pocos. Siempre son muchos más de los que nos gustaría. Gracias a Dios la mayoría de la población sufre problemas de menor trascendencia, pero estamos teniendo algunos casos de robos de herramientas, las segundas viviendas cuando están cerradas se convierten en un elemento atractivo para amigos de lo ajeno...
La ciberdelincuencia aumentó en 2022 un 72 por ciento. ¿Cuáles son las principales dificultades para la Guardia Civil para combatirlo?
Tenemos un problema importante con ello sobre todo porque tenemos que ser capaces de concienciar a nuestros ciudadanos de determinadas mecanismos o determinadas medidas de seguridad. Cuando se producen hechos delictivos de este tipo, a veces están relacionados con descuidos propios: mandar dinero a promesas de un vehículo de una súper oferta que se ha encontrado en la red, la cesión de los datos a un supuesto banco que nos llama… Igual que cuando uno va a visitar el centro de Madrid no va con la cartera con el dinero en la mano y toma sus medidas de precaución para evitar ser víctima de un delito, pues en las transacciones que hacemos en nuestras relaciones con los demás por Internet también tenemos que tener una serie de precauciones. Yo creo que con el tiempo la gente se concienciará y eso hará que el volumen de ciberestafas disminuyan, pero ahora mismo tenemos por delante un trabajo importante de aprendizaje de cómo manejarnos en este nuevo entorno en la red. Hay auténticas organizaciones aprovechando ese anonimato que se tiene en la red y son bastante ingeniosas en sus formas de ir variando sus modos de delinquir.
El tráfico de drogas disminuyó en la provincia de Segovia en 2022, según el Balance de Criminalidad publicado por el Ministerio del Interior. Pero en la Comandancia de Segovia se alertaba del aumento de los cultivos de marihuana.
Con nuestra potenciación de los equipos de investigación somos capaces o intentamos ir al origen. Al cultivo de cannabis u otro tipo de sustancias. Ir a los orígenes es lo que realmente luego se demuestra efectivo. En ese sentido nuestras operaciones contra el tráfico de drogas están aumentando y somos capaces de desmantelar puntos de cultivo tanto indoor como outdoor y ahí estamos haciendo nuestros esfuerzos. Nuestros equipos de investigación lo tienen bien claro. Nuestras patrullas trabajan en la calle e intentamos atajar la lucha contra la droga en origen.
Un artículo de 'La Vanguardia' explicaba hace unos días que los albaneses han ascendido en la jerarquía en estas bandas. ¿También lo han detectado en Segovia?
Hemos tenido algún caso pero tampoco suficiente como para detectar que ese problema nos hubiera llegado aquí a Segovia. Estamos pendientes pero ahora mismo no detectamos una problemática más allá, como decía con las bandas juveniles, de que ya ha habido algún caso.
¿Pero se han vuelto más violentas estas bandas?
Tampoco detectamos aquí en Segovia un aumento de la violencia. A la hora de intervenir con ellos o de proceder a desmantelamientos y la intervención en los domicilios en estos cultivos, nuestras precauciones siempre son las mayores pero no porque hayamos notado que haya aumentado su grado de violencia.
Otra de las labores fundamentales de la Guardia Civil es el control del tráfico en las carreteras. Segovia registró el mayor aumento de Castilla y León de la siniestralidad en las carreteras. Incluso la SG-205 registró cinco muertos en tres meses en el último tramo de 2022.
Desde el punto de vista de la seguridad vial un solo muerto, un solo herido grave, nos preocupan. En el análisis de esa acumulación de accidentes y del estudio individualizado de los accidentes en esa vía, llegamos a la conclusión de que no nos debemos descuidar y que puede ser la diversidad de factores lo que ha provocado esos accidentes. Un cruce, una salida, un exceso de velocidad… No identificamos nada más allá que un punto sensible en el que tenemos que aumentar nuestra vigilancia para que no vuelva a repetirse lo del año pasado. En lo que llevamos de año, esa misma SG-205 apenas ha tenido ocho heridos y todos leves, a Dios gracias. No podemos hacer más que aumentar las vigilancias y lo hemos hecho. Y no cejar en el control del consumo de drogas y de alcohol -que tan directamente tiene que ver con la siniestralidad vial-, el uso del cinturón y de los sistemas de retención infantiles…
¿Pero no hay ninguna carretera o ningún punto en la provincia que les preocupe especialmente? Porque el otro día hubo una fallecida también en la N-VI, que también es una carretera en la que se han registrado varios fallecidos en los últimos años.
Todas las vías convencionales tienen su riesgo. Es un problema aquí en Segovia y en toda España. No permiten muchos descuidos ni distracciones de ningún tipo. Estamos intentando reforzar los servicios en estas vías secundarias. La vida nos demuestra que muchas veces bajamos la guardia al salir de trabajar, al ir a casa a descansar, al hacer un viaje de fin de semana aquí al pueblo de al lado a veinte kilómetros. No podemos bajar la guardia en ningún momento. Ni en los desplazamientos más cortos.
Y más ahora en verano con la multitud de fiestas patronales que hay.
Como decía son desplazamientos de cinco, diez, quince kilómetros… Parece que no pasa nada, que vamos aquí al lado y que solo me he tomado una cerveza. Pues no. El consumo de alcohol tiene que ser cero. Y el de drogas, por supuesto. Tenemos que ser autoxigentes con nosotros mismos y exigir a los demás que cuando hagan un consumo de alcohol y drogas no se pongan al volante. Están poniendo en peligro su propia seguridad y lo que es más importante, la seguridad de los que le acompañan y los que pueden venir de frente.