
La arrendataria asegura que acusa una deuda de 390.000 euros, más los alquileres de enero febrero y marzo, unos 39.000 euros más IVA, estudiando una denuncia judicial por daños e incumplimiento unilateral de contrato vigente. Tras el anuncio de Wallex de que las cantidades de los alquileres se han depositado ante notario, la arrendadora subraya que no existe depósito de renta ni de otros importes adeudados sino un mero anuncio de pagarés que nunca han tenido “salida de caja” y que el pago estaba fijado bajo el compromiso de hacerlo en su integridad “a los 15 días del inicio de la obra”, el 4 de agosto de 2020.
Una vez que Wallex retirara la maquinaria que había instalado en la nave de Carabias, este sábado, a las seis de la mañana, a través de su asesoría jurídica, como había anunciado, Trucks Logistic Park ha informado que el conflicto surge porque la sociedad arrendataria no informó, no pone a disposición de la propiedad, que es quien debía de hacer obras de adaptación de la nave 1, la clase, envergadura y complejidad de los trabajos que tenía que ejecutar, ni aportó “presupuesto previo” ni definición de los costes de ejecución, facilitándose unos planos parciales "incompletos e insuficientes". Las obras a realizar, subraya la arrendadora, por su clase y naturaleza eran únicamente por “costes de inversión” a la esfera empresarial del proyecto a implantar por Wallex para optimizar su negocio, lo que, requería por parte de quien la encarga, la observancia y cumplimiento de unos requisitos legales esenciales, redacción de un proyecto técnico completo, con memoria planos, mediciones, materiales, y presupuesto de las obras junto a la definición de los costes de ejecución y los plazos de ejecución. Además, la normativa legal exige designación de un arquitecto superior o ingeniero industrial responsable de ejecución obra o dirección facultativa. Todo ello, fue sustituido por unos planos parciales, hurtando a la propiedad conocer el alcance y envergadura de las obras, evitando así el pago de los costes reales que ha representado la obra.
Imagen de parte de la maquinaria ya instalada en la nave - Foto: D.SLa propiedad, según su versión, inicia los trabajos a la firma del contrato, el 4 agosto, y se encuentra que ha de ejecutar una obra de gran envergadura y complejidad, pero sin disponer de requisitos necesarios, además de dirigirse sin un nombramiento oficial [un arquitecto técnico de la sociedad Avintia] , que es quien cursa y da órdenes e instrucciones a los operarios.
La obra civil se ejecuta y los trabajos finalizan en noviembre y permite que la empresa alemana durante noviembre y diciembre instala maquinaria pesada que había comprometido , en la obra surge una incidencia por cuanto que los técnicos de Avintia -una de las dos sociedades que integran Wallex, junto a Cemex Ventures-, la arquitecta técnica que interviene ordena la subida en un metro del puente grúa que estaba instalado, lo que provoca una incidencia importante en la obra que ocasiona adquirir todos los materiales necesarios para el reforzamiento.
A finales de diciembre, Wallex comunica a que se ha tomado la “decisión firme” de actuar con máxima transparencia, proporcionando un presupuesto global [que no ha remitido, según la arrendadora], para terminar por ellos mismos u otra empresa los trabajos pendientes y que su importe repercutirá a la propiedad con cargo a la renta por todo el periodo de tiempo hasta la liquidación de los trabajos. Sin embargo, abandona ese compromiso, coincidiendo con las conversaciones que inicia en Aranda de Duero, abandonando -desde un principio- los trabajos que había iniciado, a la intemperie y más que defectuosamente ejecutados
La arrendadora considera que, sin consentimiento de la propiedad, Wallex derriba los porches que se adosaban a una de las naves, y se procede defectuosamente a la apertura de una zanja y a la modificación del puente grúa sin intervención ni autorización de un técnico industrial especializado. Asimismo Wallex desmonta los silos de la planta de hormigón pero, en cuanto a la ejecución de la planta, no comunicó ni determina la fecha de inicio de la obra, no se conoce el lugar o emplazamiento, no se convoca a la propiedad a la firma de un acta de replanteo. No se presenta un proyecto técnico completo que, igual que con la nave 1, era preceptivo y necesario, según las fuentes jurídicas de Trucks Logistic Park.
Esta situación, añaden, ocasiona una tensión entre las partes por cuanto todos esos trabajos ya estaban comprometidos por la propiedad encontrándose depositado en la obra todos los materiales (ejecución de los viles, cruces de San Andrés, puertas automatizadas, generadores de corriente y Centro de Transformación Eléctrica homologado, entre otros), pero negándose de forma rotunda la arrendataria a permitir el acceso de la propiedad a ejecutar todo tipo o clase de obra. En este sentido Wallex presentó varias denuncias por amenazas ante la Guardia Civil, a lo la arrendataria explica que la posesión legal y pacífica de la finca la tenía la propiedad.
Cuando apenas transcurre un mes de la terminación de trabajos, unilateralmente, sin conocimiento de la propiedad, Wallex decide abandonar las instalaciones, en estado de total abandono y a la imteperie todos los materiales que había desmantelado, tuberías rotas de la zanja que se había abierto, incluso proceden a la rotura de un muro y una valla, por donde entran los camiones, añaden las fuentes de la arrendataria, y "con elementos de total nocturnidad “se accede por la noche unos vehículos especiales y, a través de la intervención de sopladores, se descompone la soldadura y la retirada de la máquina pesada que, por razón de los trabajos realizados por la propiedad había permitido su instalación en noviembre y diciembre último", todo ello, sin haber atendido a los pagos de la renta, ni a la fianza, ni a los demás que tenían comprometidos, sin justificación alguna.
Por su parte, Wallex ha venido insistiendo en el incumplimiento de contrato por la otra parte, así como deficiencias a la hora de desarrollar el trabajo que inicialmente le habían encargado. Rechazan cualquier interés en abandonar Carabias, cuando habían comprometido una inversión de seis millones de euros, pero finalmente presentan su proyecto, hoy, en Aranda de Duero, a donde se han trasladado cuando había una previsión de realizar mil viviendas prefabricadas al año, con 50 empleos, a pleno rendimiento.