Todos los concejales del PP, los once (son doce si se cuenta al alcalde, José Mazarías), cuentan con áreas de gobierno asignadas, y todos asumen al menos una materia sensible en lo que está siendo una reorganización de la estructura de concejalías casi completa con respecto a la última etapa del PSOE. De hecho, sólo Deportes aparenta mantenerse igual, según el reparto que daba a conocer el alcalde el pasado lunes.
La número 2 del PP, Rosalía Serrano, licenciada en Derecho y en Ciencias Políticas y Sociología, será la primera teniente de alcalde, portavoz del equipo de Gobierno y concejala de Hacienda. Presupuestos, tributos, recaudación... También será la responsable de captar fondos UE (aparte de los que puedan llegar de otras administraciones), algo que era previsible cuando viene de ejercer como vocal asesora de la Secretaría General de Fondos Europeos, órgano directivo del Ministerio de Hacienda. En estos días de toma de contacto, una de sus primeras tareas ha sido empezar a estudiar con los técnicos las alternativas posibles de cara al desarrollo de la auditoría externa que pretende realizar el PP al Ayuntamiento.
El número 3, Alejandro González-Salamanca, por su parte, será el viceportavoz del grupo, segundo teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, el área más discutida del último mandato, y que ahora además no 'sólo' incluirá planeamiento, disciplina urbanística, vivienda pública y conservación y rehabilitación de edificación, sino que hereda las competencias de la Concejalía de Patrimonio Histórico, que desaparece como tal. «Lo primero que he hecho ha sido pedir los expedientes de tramitación para conocer la situación existente, y tengo que decir que la colaboración de los funcionarios está siendo encomiable», valora.
No son pequeños precisamente los cometidos que asume May Escobar, como tercera teniente de alcalde y al frente de un área de nueva creación que también ha sorprendido, ya que llevará Turismo y, al mismo tiempo, Innovación, Digitalización y Promoción Económica, donde se incluye el CIDE (Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial), más conocido como el edificio del CAT. «Mi primera acción urgente ha sido visitar el Centro de Recepción de Visitantes para conocer de primera mano el estado de las humedades», apunta; y también en estos días se acercó al CIDE para conocer el estado de la obra, que encara su recta final.
Tampoco se va a quedar corto de trabajo José Luis Horcajo, quien de ver las obras desde las vallas, durante un último mandato en el que no ahorró críticas al socialista Miguel Merino (concejal de Obras, Infraestructuras y Servicios durante el último mandato, además de Turismo), pasa ahora a asumir buena parte de sus responsabilidades y más: Infraestructuras, Servicios, Comercio, Industria y Mercados. Incluye obras, reparaciones viarias, averías de infraestructuras y suministros, todo lo relativo a la accesibilidad, equipamientos municipales... Pero también empleo, consumo e incluso transporte colectivo y aparcamientos públicos, pese a no llevar Tráfico ni Movilidad. De hecho, su primera urgencia ha sido «dar el visto bueno al servicio extraordinario de transporte para las fiestas».
Raquel Alonso será concretamente quien asuma Tráfico y Movilidad como concejala de Seguridad Pública, y también el estacionamiento (en clave de movilidad), además de Policía Local, Bomberos y Protección Civil. Ella será por tanto quien asuma el más que delicado proceso de implantación de la llamada Zona de Bajas Emisiones (la ampliación del área de tráfico restringido), que apunta a ser uno de los asuntos más trascendentales de este mandato y en teoría, por ley, debe empezar a aplicarse, de forma progresiva, antes de 2024. Aunque su prioridad de esta semana ha sido «conocer todo el dispositivo de seguridad» para fiestas.
Otra área de gobierno especialmente diversa será la de Gabriel Cobos, nuevo concejal de Barrios, Sostenibilidad Ambiental y Salud Pública, que asume así las competencias de lo que eran las áreas de Medio Ambiente y Participación Ciudadana; y más. Se ocupará por ejemplo del abastecimiento y depuración de agua, aunque cuando haya una avería le tocará intervenir a Horcajo; del cementerio, que se separa así de Servicios Sociales; parques, jardines públicos y espacios naturales en general; eficiencia energética, gestión de residuos y limpieza viaria... Y aparte asume las funciones adscritas a Participación Ciudadana, de tal modo que se supone que los contenidos de esta última área no desaparecen, aunque su denominación sí, sembrando dudas en la oposición.
Las otras cinco áreas de gobierno sí son más comunes: Azucena Suárez al frente de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Carlos Monroy con Cultura, Sergio Calleja con Juventud y Educación, Jesús Garrido con Deportes y César Martín con Personal, que incluye la organización administrativa del Ayuntamiento.
CRITICAS DE LA OPOSICIÓN. La portavoz del PSOE, Clara Martín, considera «muy grave» la supresión de la Concejalía de Patrimonio Histórico, creada de forma «pionera» el mandato pasado como un área independiente de cualquier otra. «Porque nuestro patrimonio necesita de una atención y gestión experta por parte de los funcionarios municipales», decía ya el lunes. También cuestiona que Horcajo asuma parte de la gestión de aparcamientos públicos, desligada de Tráfico y Movilidad; o Empleo y Comercio, separados en este caso de Desarrollo Económico e Innovación, ahora en manos de May Escobar, a pesar de que las cuatro «son áreas unidas en una misma Concejalía actualmente».
Esther Núnez (Vox), mientras, recuerda que en su partido son «más partidarios de adelgazar la administración para así reducir el gasto político». «En todo caso, esperaremos al pleno de organización para saber cuál va a ser la nueva estructura y valorar si va a suponer un aumento del gasto o no», advierte.
A la expectativa sigue Ángel Galindo (IU): «Más allá de la organización en sí, lo importante es que eche a andar el nuevo Gobierno y ahí veremos». Pero ya anticipa que el PP les tendrá «enfrente» si retoma el proyecto del parking de Los Tilos, tal y como prevé; y si renuncia a ejecutar el ascensor urbano de SanMillán al Salón, o alguno de los proyectos que ya tienen fondos UE captados durante el último mandato.
A Guillermo San Juan, de Segovia en Marcha (Podemos-Alianza Verde), sí le «preocupa», como al PSOE, que Movilidad «se diluya» en diferentes áreas de trabajo, cuando es un ámbito que «exige importantísimas decisiones a corto, medio y largo plazo». Echa en falta «un enfoque más integral tanto a políticas de igualdad como de impacto del cambio climático»; y sobre todo, dado que defiende que Participación Ciudadana debería ser una Concejalía en sí misma, «de referencia o al menos en exclusiva», la ve venida a menos como área de Barrios, cuando «la democracia local y la participación son algo más amplio».
A Noemí Otero (Cs), en cambio, de momento le preocupa poco la estructura del nuevo Gobierno local: «Que cada cual se organice como quiera, vamos a respetarlo y esperar que pronto dé resultados, porque Segovia los necesita», afirma. Pero sí recela de «otras cuestiones que dijo el alcalde durante la misma rueda de prensa». Sobre todo, «que ya renuncie a preparar presupuestos para 2023, que busque titulares facilones sobre ordenadores reseteados cuando sabe que eso es lo normal y que hable de auditorías sin saber realmente qué quiere auditar. Parece que ponga la venda antes de la herida y no se atreva a desarrollar el papel que supone gobernar en minoría, que no es otro que negociar, negociar y negociar», concluye.