Mazarías deja a Vox y Cs para el final de la ronda de contacto

David Aso
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El próximo alcalde, condicionado en parte por las agendas, cierra con Cs una semana que abrió con PSOE e IU el martes y continuó con Segovia en Marcha y Vox el jueves · Mantiene la idea de liderar sin pactos que supongan ceder áreas de gobierno

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: José Mazarías (PP), Clara Martín (PSOE), Esther Núñez (Vox), Ángel Galindo (IU), Guillermo San Juan (Segovia en Marcha) y Noemí Otero (Cs).

El próximo alcalde de Segovia, José Mazarías, afronta el final de la primera semana de conversaciones con los demás candidatos sin novedades con respecto a su intención de que el PP lidere la Corporación municipal en solitario, tal y como reafirmó la misma noche del 28 de mayo, tras conocer los resultados que le daban minoría simple o mayoría relativa (12 concejales de 25). Sin ceder áreas de gobierno a otro partido que le permita sumar mayoría absoluta (al menos 13 de 25) para el mandato que arrancará el 17 de junio con el pleno constitutivo. Y curiosamente, afronta el final de una semana en la que, de manera intencionada o no (los huecos en las agendas de unos y otros también han condicionado), el programa de reuniones lo cierran quienes más disposición tendrían a llegar a acuerdos con el PP, que tiene asegurada la Alcaldía porque no existe otro candidato capaz de sumar una mayoría absoluta alternativa.

El martes mantuvo sendos encuentros con PSOE e IU; el jueves, primero con Segovia en Marcha (Podemos-Alianza Verde) y después con Vox; y para el viernes se quedaba Cs. Conversaciones sin mucha sustancia hasta el momento, concebidas como meras tomas de contacto. Cordialidad sin más, ni tampoco menos, y aun así llevadas con una sorprendente discreción por la parte del PP, que declinó detallar su agenda con idea de no hacer declaraciones hasta el mismo viernes, una vez cerrada la ronda.

Hace cuatro años, cuando el PSOE ganó las elecciones, Clara Luquero dejó al PP para el final de su primera ronda de reuniones, y además ya no fue parte de una segunda que sí mantuvo con el resto de partidos que lograron representación (Cs, IU y Podemos-Equo). Claro que entonces no se avecinaba un cambio de color político en la Alcaldía.

Ya el lunes hubo contactos entre los equipos de PP y PSOE para ir preparando el pleno de constitución del 17 de junio y otras cuestiones de carácter técnico; y el martes, reunión en el Ayuntamiento, con José Mazarías flanqueado por sus números 3 y 4, Alejandro González-Salamanca y May Escobar; y la alcaldesa en funciones, Clara Martín, con Miguel Merino (2) y Jesús García (4). 

Ese día no hubo declaraciones, y al siguiente, el miércoles, por preguntas de la prensa en una rueda convocada por otro asunto, Merino tomó la palabra en lugar de Martín, quien ya el jueves se decidió a romper un silencio sobre asuntos políticos que ya duraba once días, desde la misma noche electoral. «Me dirigí directamente al cabeza de lista del PP precisamente con el objetivo de hacer ese traspaso de información de una manera natural y ordinaria, porque creo que la ciudad lo que se merece es que no se note un cambio drástico y una paralización como consecuencia de un cambio del equipo de Gobierno», exponía en rueda de prensa tras la última sesión de Junta de Gobierno Local de este mandato (el pleno de cierre será el miércoles 14). «Se han recabado expedientes que están en tramitación más próxima, más urgente, de compromisos ya adquiridos por la ciudad para que ellos sean conscientes de lo que tienen encima de la mesa el día que se incorporen al Ayuntamiento, y sobre los que van a tener que seguir trabajando, evidentemente, por el interés de todos», añadió. Por un lado, las obras que están en marcha; por otro, los proyectos que ya cuentan con fondos europeos concedidos con la condición de que se sigan cumpliendo determinados hitos administrativos.

La reunión del PP con el PSOE el martes por la mañana se prolongó menos de una hora, y alrededor de las 13.00 tenía lugar el encuentro con IU, que apenas duró media.

Más allá de la toma de contacto entre la cordialidad y la cortesía típicas de estos encuentros, tanto Ángel Galindo como Ana Peñalosa mostraron su disposición a reunirse con los concejales populares que vayan a asumir las carteras que han gestionado ellos durante este mandato (Medio Ambiente, Juventud, Servicios Sociales y Educación, entre otras) para facilitarles también el traspaso.

Por lo demás, los populares, obviamente, ya conocían de sobra que no iban a encontrar en los concejales de IU unos aliados habituales. «Les dijimos que ya saben cuál es nuestra forma de hacer política: firmes con nuestras ideas y principios, aunque no nos gusta el ruido», relataba Galindo en declaraciones a El Día. «Evidentemente nos separan muchas cosas, pero bueno, siempre abiertos al diálogo con todos los grupos, tanto de la oposición como en el Gobierno», matizó acto seguido. Un mensaje muy parecido al que transmitía el jueves el concejal electo de Segovia enMarcha, Guillermo San Juan, durante otra reunión «cordial» de poco más de 20 minutos con los populares. «Hemos ratificado que votaremos en contra de la investidura y que nos comprometemos a una oposición firme y frontal pero honesta, limpia y constructiva, mirando siempre por el interés general y defendiendo y apostando por un modelo de ciudad verde que ponga a los barrios y las personas en el centro», resumió el edil morado a esta redacción.

Poco después se reunían PP y Vox, cuya cabeza de lista, Esther Núñez, declinó hacer declaraciones, si bien la postura de su partido es la misma en Segovia que en cualquier otro territorio. «Un Gobierno fuerte hace una ciudad fuerte», reseñan, y a partir de esa premisa, «mano tendida» y disposición a escuchar posibles acuerdos por la derecha si se le plantean, «siempre y cuando se respete» a quienes les han votado.

Pero Mazarías ya dijo que está dispuesto a gobernar en solitario y tratar de ir recabando apoyos según vayan surgiendo asuntos que para salir adelante requieran mayorías absolutas en plenos. Un planteamiento muy parecido al del PSOE durante los dos últimos mandatos, en los que también gobernó en minoría o con mayoría relativa.

En mayo de 2015, los socialistas, que habían obtenido 12 concejales (como ahora los populares), frente a uno de IU, dos de Cs, dos de UPyD y ocho del PP, iniciaron entonces un gobierno en minoría después de que Galindo rechazara asumir Medio Ambiente, y la aventura no les fue mal en lo político. Su primer presupuesto lo pudieron aprobar gracias a la abstención de IU; y los tres siguientes, por acuerdos anuales con Cs, mientras el día a día lo sobrellevaron con apoyos de unos u otros.

En mayo de 2019, el PSOE volvió a ganar pero sólo con diez concejales, frente a dos de IU, nueve del PP, tres de Cs y uno de Podemos-Equo. Con ese reparto, Luquero volvía a tener garantizada la investidura por la imposibilidad de que el resto de grupos pudieran sumar una mayoría absoluta alternativa, aunque su posición inicial fuera más débil con 10 concejales de 25, en lugar de los 12 del mandato anterior. Al final pactó con IU su entrada en el Gobierno tras asignarles áreas como Medio Ambiente, Servicios Sociales, Juventud o Educación, y así sumó 12, quedando igualmente en minoría, pero con un acuerdo de programa con Podemos-Equo que le dio paz para iniciar el mandato. Sacó sin problema el primer presupuesto (2020); el segundo y el tercero (2021 y 2022) ya le costaron algo más, aunque también se aprobaron; pero ya el cuarto (2023) ni lo intentó, al no poder contar con el edil de Podemos, que afeó a los socialistas el incumplimiento de la mayoría de compromisos adquiridos en acuerdos anteriores.

¿AYUNTAMIENTO GOBERNABLE? «Mazarías no debe olvidar que tiene doce concejales de trece, y que cualquier medida unilateral que vaya en contra de los intereses de la ciudad se puede encontrar con una oposición, aunque sea en cuestiones puntuales», subraya San Juan. Galindo, mientras, por su experiencia de estos últimos años, considera que «con diálogo se puede gobernar en minoría, aunque evidentemente el PP lo tendrá más fácil para llegar a acuerdos con partidos de su espectro ideológico».

Menos clara ve Noemí Otero (Cs) la capacidad del PP para gobernar en minoría. «Para los primeros días está muy bien manifestar la disposición de dialogar con todos, pero cuando se presenta una oportunidad tan grande de cambiar tantas cosas como hay que cambiar en Segovia, para aprovecharla hace falta una mayoría absoluta, no una simple que te obligue a gobernar punto por punto», por una cuestión de desgaste, tiempo y eficiencia.

En el corto plazo se asoma la conveniencia de aprobar unos presupuestos específicos para 2023, por ejemplo, y los de 2024 habría que empezar a negociarlos en pocos meses, lo cual por otro lado también puede conducir a pactos que no supongan la entrada de un segundo partido en el Gobierno local, sino la firma de proyectos comunes sobre papel que, indirectamente, contribuyen a acercar posiciones para avanzar en otros, tal y como pasó con el PSOE y Cs en el mandato 2015-2019.

También urgen acuerdos en torno a la implementación de la Zona de Bajas Emisiones, donde los criterios de unos y otros se dispersan, y tantos otros que irán surgiendo. Pero hoy por hoy, a pocos días del inicio del nuevo mandato, el PP mantiene su declaración de intenciones de gobernar en solitario.

 

EN BREVE

José Mazarías, próximo alcalde de Segovia

DISPUESTO A GOBERNAR EN SOLITARIO
Lo dijo en la campaña, se reafirmó tras conocer los resultados electorales la misma noche del 28 de mayo y no ha dejado de repetirlo: «En principio le puedo asegurar, o estoy casi convencido, que no voy a tener ningún problema para llevar a cabo esta fórmula para sacar adelante nuestros proyectos», aseguraba en la entrevista que concedió a El Día la semana pasada, en alusión al hecho de que prácticamente ninguna propuesta del PP choca de inicio con un rechazo unánime.

 

Clara Martín, cabeza de lista del PSOE

"CONVENCIDA" DE LIDERAR LA OPOSICIÓN
Clara Martín ha pasado once días sin hacer declaraciones públicas sobre asuntos políticos de ningún tipo, hasta que este jueves se refirió de manera superficial a los contactos mantenidos para preparar el traspaso de poderes. Pero ya la noche del 28 de mayo subrayó su disposición a liderar la oposición: «Estaremos haciendo una labor responsable de oposición, y la encabezaré yo durante estos próximos cuatro años, eso que no os quepa ninguna duda», dijo a la prensa. 

 

Esther Núñez, cabeza de lista de Vox

"MANO TENDIDA" PARA PACTAR CON EL PP

Esther Núñez ha declinado hacer declaraciones desde el pasado 28 de mayo pero, tal y como reseñan fuentes de su partido en Segovia, la postura de «mano tendida» para pactar con el PP vale para esta ciudad igual que para cualquier otro territorio e institución del país. Dispuestos a facilitar gobiernos de derechas, con o sin concesiones de áreas de gobierno, según cada caso, pero«siempre y cuando se respete» a sus votantes, según matizan. 

 

Ángel Galindo, cabeza de lista de IU

"PRINCIPIOS FIRMES", PERO "CON DIÁLOGO"
Ángel Galindo, en su reunión con Mazarías, no le contó nada que no supiera desde el minuto cero. «Ya sabe cuál es nuestra forma de hacer política, firmes con nuestras ideas y principios, pero no nos gusta el ruido», subrayó. Aunque matizó su disposición a hablar de cualquier asunto: «Evidentemente nos separan muchas cosas pero bueno, siempre abiertos al diálogo con todos los grupos, tanto de la oposición como en el Gobierno».

 

Guillermo San Juan, cabeza de lista de Segovia en Marcha

UNA OPOSICIÓN "FRONTAL, PERO HONESTA"
La reunión PP-Segovia en Marcha duró poco más de 20 minutos, pero le sobró tiempo a San Juan para ratificar lo obvio, que votará en contra de la investidura de Mazarías, independientemente de que el líder popular ya la tenga asegurada. «Nos comprometemos a una oposición firme y frontal pero honesta, limpia y constructiva, mirando siempre por el interés general y defendiendo y apostando por un modelo de ciudad verde que ponga a los barrios y las personas en el centro».

 

Noemí Otero, cabeza de lista de Ciudadanos

DISPUESTA A NEGOCIAR SI TIENE OPCIÓN

Otero ha gobernado en la Diputación con el PP sin que saltara a la luz pública una sola chispa de fricción en cuatro años, y hubo meses de dudas ante la posibilidad de que se integrara en las filas populares. Fuera de micros, hay cargos dentro del partido de Mazarías que ven en ella la vía más sencilla para sumar una mayoría absoluta moderada, y ella está dispuesta a negociar. Pero un pacto PP-Cs restaría peso a Vox, con el que los populares ya gobiernan en la Junta, sin ir más lejos.