Maru Megina (HOAC): "Hace falta un cambio en el sistema"

M.Galindo
-

La responsable de la organización obrera vinculada a la Iglesia defiende la necesidad de un cambio de sistema económico que no deje atrás a los colectivos más vulnerables

Maru Megina. - Foto: M.G.

Desde septiembre de 2021, María Dolores 'Maru'  Megina Navarro es la máxima responsable de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), un movimiento surgido en el seno de la Iglesia cuyo compromiso se centra en la evangelización del mundo obrero. Esta organización celebró en Segovia el pasado fin de semana su decimocuarta Asamblea General bajo el lema 'Tendiendo puentes, derribando muros', en la que han  planteado los retos de futuro de su acción pastoral para los próximos años, y han expresado su preocupación por la delicada situación en el ámbito social y económico que atraviesa España. Megina considera necesario un cambio en el modelo económico y social  que debe comenzar por un cambio de mentalidad orientado a buscar una sociedad centrada en la persona y alejada de los puros parámetros económicos.

 Tras un intenso fin de semana de trabajo realizado en Segovia, ¿qué conclusión personal obtiene de lo que se ha realizado en esta asamblea?.

Yo creo que hemos cumplido con el objetivo que nos proponíamos; aparte de que era evidente que iba a ser una asamblea que iba a salir bien porque era una asamblea muy esperada. Llevábamos mucho tiempo sin poder tener este espacio de diálogo tan amplio, pero sabíamos que iba a ir muy bien en el sentido de que las reflexiones que llevábamos para la Asamblea estaban ya muy preparadas.

Durante este último año hemos estado debatiendo una serie de cuestiones en las que hemos hecho un análisis de la realidad social y también completando la realidad del mundo obrero actual. Así, hemos puesto sobre la mesa las grandes problemáticas que tienen que ver con la deshumanización, el empobrecimiento y la desigualdad,  que entendemos  son  los problemas, que está sufriendo ahora mismo la sociedad y que se reflejan especialmente en el mundo del trabajo; en el que se ha producido una gran fragmentación y el triunfo del individualismo en contra de las prácticas de comunión y solidaridad que son necesarias.

El reto es enfrentarse a toda esta realidad e ir creando cauces para evitar que todo esto se extienda y se cronifique en la sociedad  esa mancha de exclusión que abunda en la sociedad y especialmente  en el mundo obrero. Tenemos la necesidad de reconstruir todo lo perdido, de ahí el lema de la asamblea 'Tender puentes y derribar muros' y ser iglesia en el mundo obrero para tejer vínculos de fraternidad. Creemos que es fundamental  crear comunión, y ese es el reto fundamental que tiene la Iglesia en el mundo obrero para cambiar la realidad de una sociedad empobrecida.

La asamblea ha servido para subrayar este reto y ver que HOAC tiene que seguir trabajando en hacerse presente en esta realidad, y como militancia seamos cada vez más conscientes de que nuestro trabajo es el de seguir afinando esta herramienta con la que hacer posible un entorno de trabajo digno y justo en una sociedad más equitativa y que no deje a nadie atrás.

Para ello, en esta asamblea hemos significado la importancia de la formación, basada en una espiritualidad que nos lleva a un compromiso; digamos poner en diálogo nuestra fe con nuestra vida para poder ser útiles en medio de una realidad empobrecida, con un mundo obrero donde para muchas familias es difícil llegar a final de mes o tener una vivienda digna al no poder pagar una hipoteca o un alquiler; con parados de larga duración que no consiguen encontrar un trabajo y que el subsidio apenas les da para subsistir o trabajadores que duermen en la calle y que al amanecer tienen que ir a trabajar… todas estas son realidades que se ocultan a una sociedad que no despierta  a la hora de defender los servicios públicos porque  también son señales de la desigualdad social.

¿Cómo se verifica la implantación de HOAC en el ámbito laboral?

Nuestro compromiso social y personal lo llevamos a la mediación. Estamos insertados en la sociedad no sólo en el ámbito sindical, sino en las asociaciones de vecinos o en cualquier agrupación o asociación como la plataformas en apoyo a la sanidad pública o a la dignidad en las pensiones o en la más reciente como Iglesia por un Trabajo Decente. De lo que se trata es poder aportar con nuestro acompañamiento la idea de que las personas no son culpables de su situación y que tienen derechos. Creemos que la sociedad no debe construirse desde los poderosos y los triunfadores, sino que todo debe estar al servicio de la persona, que la persona está por encima de cualquier otra cuestión. Esa humanización de la sociedad supone un cambio de mentalidad a las organizaciones e instituciones para que estén al servicio de las personas y no de otros intereses.

De ahí nace nuestro interés de apoyar y crear propuestas de solidaridad , de comunión económica, de comunión de vida, y de ser una respuesta concreta a cada denuncia a través de reflexiones, de comunicados, de creación de espacios con grupos de personas que padecen una problemática común en las empresas y con ellos ir avanzando hacia dónde tienen que ir esas soluciones. En el seno de la iglesia, queremos seguir participando en las delegaciones y en la pastoral obrera como el cauce más adecuado.

En esta asamblea han tenido la presencia bien física o bien a través de otros medios de destacadas personalidades de la Iglesia en España incluso con un mensaje directo del Papa Francisco que ha sido revelador, pero ¿se sienten ustedes bien tratados por la Iglesia?

Bueno, es que nosotros nos sentimos dentro de la casa de la Iglesia. Es verdad que hay incomprensión en la Iglesia en el sentido de que muchas veces la Pastoral del trabajo que se definió por la Conferencia Episcopal como una pastoral de toda la Iglesia nos cuesta mucho trabajo llevarla a determinadas parroquias porque no la conocen o no la entienden. Muchas veces tenemos que partir desde cero cuando cambian el párroco y ya se habia iniciado alguna realidad en la que se ha ido sensibilizando a la parroquia.

Todos somos mundo obrero, todos tenemos que tener presente que el trabajo dignifica a la persona, pero tenemos que empezar otra vez de cero para explicar que la Pastoral Obrera en otro sentido. Gracias a Dios, el propio desarrollo de la Asamblea no ha demostrado que la que el episcopado está cercano a nosotros y que se siente involucrado y siente que esta realidad tiene que empezar a ser una realidad importante dentro de la Iglesia, tal y como nos han transmitido.

¿Cuál es el grado de implantación de la HOAC en el territorio nacional?

Estamos presente en 41 diócesis que trasladado a la provincia es estar prácticamente en  todas las provincias a nivel de realidad social o a nivel laboral, pero somos pocos militantes, somos unos 900 militante, somos una realidad pequeña, pero digamos que nos movemos suficientemente. Estamos en todo tipo de organizaciones sindicales sociales, políticas y una manera de hacer valer ese trabajo es llevar a esa realidad laboral a esos espacios de organización de los trabajadores o de articulación social. El objetivo es crear una sociedad diferente junto a otras realidades, no vamos imponiendo nuestra manera de pensar; lo que si somos personas que nos implicamos mucho en las tareas que se puedan realizar.

En el sindicato no se trata de ser delegado o de estar en puestos de preeminencia, pero sí de trabajar a favor de lo que el sindicalismo determine para descubrir que hay que trabajar de otra manera y que hay que reclamar derechos

En el ámbito sindical el sindicalismo tanto de clase como siempre mismo profesional tiene una carga política indudable en un sentido o en otro  ¿Cómo navega HOAC por ese mar tan proceloso?

Hace algunos días, hubo unas declaraciones del obispo de Bilbao en las que aseguraba en un medio que él entiende que los cristianos no pueden ser conservadores. Nosotros de alguna manera entendemos eso, pero no se trata tanto de una opción política sino opciones que permiten que las personas estén en el centro y que por ejemplo la riqueza se reparta, que es  la manera de ir acabando con la desigualdad, que el empobrecimiento no siga creciendo, que se vayan dando solución a los problemas de la persona más debilitada,

Nuestra opción normalmente es social y las opciones políticas las escogemos personalmente en comunión con nuestro equipo de gente con la que nos formamos no tenemos ninguna otra cuestión sobre la que la que pensar sino cómo lo vamos a hacer esto en función del Evangelio.

El panorama de la realidad social y laboral que dibuja HOAC dista mucho del que dibujan las instituciones, que nos hablan de bonanza económica y cercanía al pleno empleo…

En la crisis de la pandemia, la aplicación de una serie de medidas como los ERTE o el Ingreso Mínimo Vital han paliado mucho los efectos tan terribles del Covid, y creemos que han sido políticas que han ido en la buena dirección, pero a su vez consideramos que han sido insuficientes y que en general las políticas que se están haciendo actualmente son insuficientes porque siguen dejando la cuneta a mucha gente. Hace falta un cambio de sistema, un cambio en el que la economía no sea la que dirija todas las cuestiones sociales ni la vida de las personas.

Poner en el centro de la vida a las personas significa que todas tengan medios suficientes para llevar una vida digna para plantearse un proyecto de vida personal y familiar y para poder colaborar a crear un bien común entre todos. Eso significa que si una persona no tiene un trabajo en condiciones no va a poder desarrollar ninguna de esas facetas ni personales ni familiares ni va a poder tener un proyecto de vida.