El Vicente del Bosque del barrio del Pilar está en la cada vez más reducida nómina de campos malditos de la Gimnástica. Pequeño y con césped artificial, se le atraganta a la Sego, que no consigue puntuar pese a haberlo visitado ya en un puñado de ocasiones. Esta vez y con el viento a favor de la inercia de juego y clasificatoria toda apuntaba que podía invertirse la tendencia, pero no. Los gimnásticos perdieron (2-0) en un partido condicionado por la expulsión de Óscar de Frutos y un cuestionado penalti por mano de Llorente.
La sanción de Juan de la Mata y la ausencia de Javi Marcos llevó a Ramsés Gil a introducir unos cambios en el once que afectaron colateralmente a Gómez, que también dejó su sitio en el equipo que arrancó el envite. Carmona formó bajo palos, con Rubén y Adrián en los laterales y De Frutos con López en el eje de la zaga. En la medular, Manu ocupó el sitió de De la Mata con Llorente y Hugo Díaz de volantes. Arribas y Acuña ocuparon las bandas y Borrego la punta de vanguardia.
El partido arrancó vivo, eléctrico y plagado de intensidad, como ya predijo Ramsés Gil en la previa el choque. Pronto se cargó con un amarilla Óscar de Frutos y sin mucho que contar en las áreas, el envite alcanzó los primeros diez minutos sin que los equipos plantearan acciones ofensivas que brindar a los cerca de quinientos espectadores, la mitad de ellos segovianos. Antes del cuarto de hora lo probó Acuña con un disparo lejano y Mesé tuvo opciones de rematar una falta ejecutada por Calleja.
Primó el juego directo en ambos conjuntos adaptándose a las circunstancias del terreno de juego y en contra del ideario de ambos entrenadores, que prefieren otro tipo de escenario para desarrollar su fútbol. Con veinte minutos de juego, el partido mantuvo la línea de la poca elaboración y solo los choques entre los jugadores llamaban la atención a los espectadores.
Pasado el veinticinco de juego vieron la amarilla Carbonell y Dani por los locales y Borrego por los visitantes en situaciones consecutivas y Juanma tuvo la opción hasta el momento más clara de marcar para los madrileños al rematar un envío de Miñambres que topó con un defensa. Evidenciaba problemas en la salida de balón la Gimnástica ante la presión del Adarve, lo que condicionada las opciones de gol de los segovianos.
Con el partido instalado en la pelea llegó la expulsión de Óscar de Frutos por doble amarilla. Sin centrales en el banquillo, Ramsés tuvo que improvisar en defensa retrasando a Hugo Díaz. Pese a la inferioridad, la Segoviana encontró una opción de gol con un disparo entre palos de Acuña- el primero del partido para ambos conjuntos – que blocó en dos tiempos el ex gimnástico Lombo. Aprovechó la superioridad el Adarve gracias a un penalti anotado por Dani Segovia. El colegiado cobró una mano de Llorente que protestaron los visitantes al considerar que se había producido fuera del área. Las protestas gimnásticas no trajeron rédito alguno y en una jugada posterior Borao vio amarilla desde el banquillo por cuestionar, supuestamente, alguna decisión del colegiado.
La Segoviana mantuvo el plan de partido alterado por la expulsión y Manu González introdujo un cambio tras el descanso dando salida a Albur por Molina. Pronto amplió la renta el equipo madrileño con un gran disparo de Carbonell que no pudo atajar Carmona, lo que terminó de poner cuesta arriba el partido. Apeló la Segoviana al orgullo estirando las líneas y provocó las amarillas de Dani y Miñambres por los madrileños. Demostró carácter la Gimnástica buscando acortar distancias, lo que dejaba espacio para que el Adarve matara el partido. Emergió entonces la figura de Borrego, que fue el más incisivo de los segovianos durante toda la segunda parte.
En el minuto sesenta introdujo Ramsés Gil en el campo a Gómez, Ivo y Borao en sustitución de Acuña, Llorente y Rubén. Puso defensa de tres la Segoviana para intentar acortar distancias. Arranz también tuvo minutos al sustituir a Arribas en un partido al que la Segoviana no le quitaba la cara, pese a los riesgos de las contras madrileñas. Pudo marcar Borrego en el setenta con un disparo desde la zona del punto de penalti que salió cómodo para Lombo. El guardameta del Adarve fue el protagonista en la recta final del partido con grandes intervenciones, sobre todo ante una buena ocasión de Borao, que fue expulsado en la última jugada del partido por doble amarilla. Acabó el encuentro con amago de tumulto dada la intensidad de todo el juego, pero afortunadamente sin más incidencia.
La derrota trunca la buena racha de la Gimnástica, que repetirá fuera de casa el próximo domingo en jornada matinal ante el Atlético de Madrid B en el Cerro del Espino, en el que será el primer compromiso de la segunda vuelta.