El pasado 29 de abril, la avenida de Padre Claret recuperaba el tráfico en el tramo comprendido entre la confluencia con la calle Soldado Español y la plaza de la Artillería tras medio año de obras para la renovación del firme, que reemplazaba el antiguo adoquinado por un nuevo formato de adoquín de hormigón con el que se pretendía mantener la unidad estética con el tradicional. Tres meses han pasado desde su apertura al tráfico, y este tramo parece abocado a una nueva reforma al aparecer algunos desperfectos significativos en los apenas 300 metros de su recorrido.
Si las cuentas no fallan, la reparación de estos desperfectos sería la decimosexta ocasión en la que este tramo necesitaría una intervención en los últimos desde que las obras del aparcamiento subterráneo dotaran a esta zona de una nueva urbanización tras su puesta en servicio el 29 de junio de 2009, hace ya quince años.
El nuevo equipo de Gobierno municipal del Partido Popular ha heredado esta peculiar 'patata caliente'; una obra con la que en su momento fueron muy críticos desde la oposición y que ahora les tocará resolver presumiblemente con una nueva intervención que llevará consigo el correspondiente corte parcial o total del tráfico para atajar los problemas detectados en la zona.
En poco menos de 100 días, el firme de adoquines de hormigón ha comenzado a dar problemas en algunas zonas. En la más próxima a la entrada del parking subterráneo en sentido ascendente, hay adoquines que comienzan a desmenuzarse, y también hay una tapa de alcantarillado que sufre un evidente hundimiento. Metros más arriba, antes de que el adoquinado se una con el asfaltado, las juntas de dilatación de los distintos tramos se han deteriorado y originado a su vez un escalonamiento entre los niveles que se acrecienta a medida que el tráfico sigue pasando por encima.
El concejal de Obras y Servicios Municipales José Luis Horcajo expresa su preocupación por el estado de este tramo, y lamenta que «el tiempo nos haya dado la razón» sobre la calidad de la obra realizada en su momento por el anterior Gobierno municipal, pero asegura que «no es momento para mirar atrás y si para buscar soluciones».
Para ello, solicitará a los servicios técnicos de su departamento un informe completo sobre el estado del firme que servirá de base para esgrimirle ante la empresa adjudicataria de las obras y establecer las medidas a adoptar para ello. Las primeras estimaciones realizadas señalan como causas del deterioro los posibles defectos en el material con el que se han elaborado los adoquines, así como el desplazamiento de las juntas de dilatación elaboradas con material sintético y la falta de aseguramiento del firme a través de la lechada de cemento que, según parece, no se ha realizado con la diligencia adecuada.
Horcajo aseguró que el informe estará sobre su mesa presumiblemente a finales de la semana que viene, y con su análisis se determinarán las medidas a adoptar, aunque todo parece indicar que un nuevo corte de tráfico en la zona está "mas cerca que lejos" con el fin de resolver todos los problemas detectados.
Como se recordará, la obra de este tramo se adjudicó en julio de 2022 a la empresa Fuenco por 217.746,68 euros, un 46,88% más (69.504,07 euros extra) que en mayo de 2021, cuando se contrató por 148.241,61 a otra empresa, MAVA 2000, que no llegó a iniciar los trabajos por falta de suministro del tipo de adoquín previsto (uno prefabricado de 12 centímetros de espesor), según se apuntó en agosto y septiembre de 2021, ya con la crisis de materias primas encima.
La adjudicataria sugirió entonces otro adoquín, pero el Ayuntamiento lo descartó y, pasados más de seis meses de dudas y trámites, en marzo de 2022 se formalizaba el acuerdo de rescisión del contrato para proceder a un nuevo concurso con modificado de proyecto incluido; entre otras cuestiones, para cambiar el adoquín de 12 centímetros por otro de 10.