En la primera parte compitió de tú a tú contra un rival que la temporada pasada participó en competición europeo. En medio de un ritmo frenético, el Nava jugó un muy buen balonmano con Carlos Villagrán brillante en la dirección y con los extremos muy acertados en la finalización. Pero el Balonmano Logroño no se quedó atrás y de la mano de Kukic, principalmente, aceptó el desafío navero y dobló la apuesta hasta finalizar los primeros treinta minutos con dos goles de ventaja (15-17). Un aviso de lo que iba a ser la segunda parte.
El conjunto riojano apretó el acelerador y en quince minutos había dejado sentenciado el partido (18-25). Dos contrataataques desaprovechados por los de Daniel Gordo encarnaron su última oportunidad de volver a engancharse a un duelo al que le sobró el final por la ausencia de emoción. La única que tuvo fue ver a la afición navera animar a los suyos hasta el último segundo y a los dos equipos pasar por la grada al final del choque para saludar a los seguidores, entre los que se encontraba la familia de Miguel Ángel Velasco. El entrenador del Balonmano Logroño, natural de Nava de la Asunción, disfrutó de un feliz regreso a casa. Recibió un homenaje antes del pitido inicial y se marchó con los dos puntos en el bolsillo. Al Nava le quedó haber plantado cara a un rival superior, aunque llegara su primera derrota de la temporada.