La festividad de las Águedas en Zamarramala, barrio histórico de Segovia, se acerca a los ocho siglos de historia conmemorando el papel de las mujeres de la localidad en la conquista del Alcázar en 1227, en una fiesta que combina fervor religioso, historia y costumbres populares en la lucha por la igualdad.
Al son de la dulzaina y el tamboril, las zamarriegas, ataviadas con el traje regional de gala, el característico manteo rojo y la montera, iniciaron la jornada recorriendo las calles con joyas que reflejan su identidad y poder.
El programa festivo arrancó con la procesión de la imagen de la santa, acompañada por el tremolar de las banderas y seguida por cientos de asistentes.
Posteriormente, se llevó a cabo la entrega de distinciones, entre ellas el tradicional alfiler de Matahombres de Oro, que en esta edición ha sido concedido a la periodista Sandra Golpe. Las alcaldesas de Zamarramala destacaron el compromiso de Golpe con la igualdad y la justicia, calificándola de "mujer luchadora e independiente".
La galardonada expresó su gratitud por recibir este reconocimiento y recordó los nombres ilustres que la preceden, como Camilo José Cela, Miguel Delibes, Ana Belén o Nieves Herrero. "Es un honor formar parte de esta lista apabullante", afirmó. En su intervención, la presentadora de Antena 3 subrayó los avances en la igualdad de género, aunque advirtió que todavía existen "techos de cristal" por romper. "En el IBEX 35 apenas hay mujeres y seguimos esperando a ver a una presidenta del Gobierno", señaló.
El título de 'Ome bueno e leal' recayó este año en el presentador Ion Aramendi, quien defendió la importancia de preservar tradiciones como la de las Águedas. "Las costumbres nos definen y esta celebración es un ejemplo del esfuerzo y amor por la tierra que demuestran estas mujeres y que es importante mantener", afirmó, haciendo la comparación de esta festividad con la Tamborrada de San Sebastián "porque mi ciudad no sería igual sin ella".
Por su parte, la humorista Valeria Ros, encargada del pregón, dejó a un lado su faceta cómica para reivindicar el valor de la identidad y la tradición en tiempos marcados por la inmediatez digital. "Es fundamental hablar de nuestras raíces en una época en la que todo se consigue al instante, con un clic", sostuvo.
El acto culminó con la tradicional 'Quema del pelele', poniendo fin a una jornada marcada por la reivindicación de la mujer y el arraigo cultural de Zamarramala.